66 Días para que funcione.

10/06/17 El permiso de morir.

Nadie es verdaderamente libre del pasado, hay quienes dicen que han borrado su pasado construyendo un mejor presente pero ¿Quien es libre de su pasado? Pienso que nadie pues nos pertenece aunque lo queramos olvidar, aunque haya sido malo, aunque haya sido bueno.

Dan estaba totalmente maravillado con todo lo que su madre le había confesado, en ese momento Dan dudaba si era un humano a lo que preguntó.

-¿Soy semidiós, humano o que? -Preguntó Dan-.
-Querido eres humano porque yo soy mitad luz blanca y mitad ser humano, tu madre es mitad humano y mitad dios esto quiere decir que solo eres un humano con dones, sabras lo que es el dolor y la aflicción y lamentablemente conocerás la muerte. -Respondió la madre de Dan-.
-Solo soy un humano con dones.
-Hay muchos como tu Dan, hay un libro que afirma nuestra existencia pero casi nadie lo ha sabido descifrar correctamente, la biblia afirma que en la tierra ya habían tribus que reinaban en la tierra Adan y eva se nos unieron después de comer la fruta de ese árbol y sus hijos se mezclaron con nuestra raza por siglos.
-Mamá pero ¿Como es que eres luz blanca Adan y eva eran ángeles?
-No, somos descendientes de Adan y eva pero hace muchos años ángeles bajaron a la tierra y se fueron sexualmente con las mujeres las cuales les dieron hijos, de ahí salieron dos razas mas los gigantes y las luces blancas.
-Esto es... genial ¿Como es que los ángeles bajaron a la tierra o para que? -Preguntó Dan-.
-Ellos vinieron a la tierra para una sola cosa mostrarle a los humanos conocimientos de la magia y poderes de las hierbas para curar, pero encontraron a los seres humanos muy agradables para ellos y se fueron sexualmente.
-¿Magia? O sea que la magia viene de arriba.
-De ahí nacieron las brujas, curanderos y mas.

La noche llegó muy rápido y a pesar de que era muy tarde Dan no tenia ni un poco de sueño pues estaba escuchando de su madre cosas tan maravillosas que no podía creer aun.

-Dan es tarde, tienes que ir a la cama. -Dijo la madre del chico-.
-Mamá pero...
-Dan sube a dormir mañana seguimos hablando.
-Bueno esta bien, buenas noches. -Dijo el chico mientras subía a su habitación-.
-Atena hiciste bien el chico merecía saber la verdad.
-No sé Clarck, con decirle todo eso sentí como si lo entregara a este mundo que conocemos.
-El chico es la clave, es la llave a una puerta la cual no sabemos aun donde esta.

Al día siguiente mientras desayunaban la madre de Dan le dio una noticia un poco desagradable, tenia que regresar al hospital y como todos sabemos Dan tenia que resistir a todo esto cada vez que mamá volvía a casa.

-Mamá es un poco duro que te vayas otra vez. -Dijo Dan un poco triste-.
-Lo sé cariño pero es mi trabajo.
-Entiendo mamá.

La tarde cayó y la madre de Dan tenia que irse, a Dan nunca le gustaron las despedidas pero esa vez salió de su habitación para despedir a mamá.

-Vuelve pronto ¿Si? -Dijo Dan mientras lloraba-.
-Ya no llores Dan me harás sentir mal. -Dijo la madre del chico mientras limpiaba sus lagrimas-.

Dan después de que su madre se fuera volvió a su habitación y ahí se quedó hasta que cayera la noche, eran las 20:00 pm cuando Dan por fin bajó a la cocina Clarck había preparado la cena y lo esperaba para cenar, mientras cenaban escucharon que tocaron la puerta Dan se ofreció a ver quien tocaba, mientras Clarck estaba en la cocina escuchaba.

-Hola, buenas noches ¿Aquí vive la Sr. Atena? -Preguntó esta chica con aspecto muy pálido y con cara de dolor-.
-Si, aquí vive ¿De donde la conoce?
-¿Puedo pasar? Es que hace mucho frío.
-Claro, puede pasar.
-Gracias Dan. -Dijo la chica mientras pasaba-.
-Nunca mencioné mi nombre. -Dijo Dan poniéndose algo nervioso-.

La chica moviéndose muy rápido tomó a Dan por el cuello apretándolo con mucha fuerza, Dan casi no podía respirar pero con el poco aire que le quedaba clamó ayuda a Clark.

-Suéltalo ahora mismo. -Dijo Clarck llegando en menos de un segundo a la sala-.
-Su sangre me pertenece. -Dijo la chica-.
-Te di una orden. -Dijo Clarck el voz alta mientras sacaba un látigo dorado, y dándole un leve latigazo a la chica la apartó de Dan-.
-No te metas en mis planes. -Dijo la chica muy molesta-.
-Dan ven. -Dijo Clarck-.

Dan corriendo fue al lado de Clarck, Dan estaba confundido esta chica quería matarlo y no sabia el por qué, el miedo comenzaba a aumentar en Dan.

-¿Quien es ella? -Preguntó Dan-.
-No lo se Dan ¿Quien eres? -Preguntó Clarck a la chica que luchaba por salir del nudo del látigo-.
-Esto soy. -Dijo la chica mostrando unos grandes colmillos-.
-Es una vampiro Dan. -Dijo Clarck-.
-No hay ajo en la casa. -Dijo Dan asustado-.
-Dan eso no la detendrá, ¿Quien te ha enviado? -Preguntó Clarck a la chica-.
-Mmm. -Murmuró la chica-.
-Habla ahora mismo o te mandaré al otro mundo. -Dijo Clarck en un tono amenazante-.
-La fuente, La fuente tiene el control de nuestra raza. -Dijo la chica-.
-¿Quien le ha dado el control?
-Mmmm nadie. -Gritó la chica-.
-¿Que le pasa? -Preguntó Dan pues la chica gritaba como loca-.
-Esta poseída. -Respondió Clarck-.

Clarck acercándose lentamente a la chica le puso su mano en la frente mientras murmuraba unas palabras, la chica respiro profundo y dejó de gritar el color de sus ojos cambió inmediatamente y preguntó.

-¿Donde estoy?
-Me ibas a matar ¿No lo recuerdas? -Dijo Dan-.
-¿A matarte? No entiendo nada.
-La chica estaba bajo un hechizo de la fuente Dan ella no recuerda nada por eso. -Dijo Clarck ayudando a levantar a la chica-.
-Mi pueblo esta en peligro, La fuente nos engañó. -Dijo la chica-.
-¿Que les dijo La fuente? -Preguntó Dan-.
-Nos dijo que enviaría la muerte sobre nosotros y nos engañó pues la muerte nunca llegó.
-¿Quieren morir? -Preguntó Dan-.
-La muerte huyó de nosotros hace siglos y desde entonces hemos vivido con esa maldición, queremos descansar en paz. -Dijo la chica mientras lloraba-.
-Tengo entendido que no pueden matar en casas ajenas a las suyas ¿Como es que ibas a matar a Dan? -Preguntó Clarck-.
-El chico me dio el permiso para entrar a la casa y con eso me dio el poder de matarlo.
-Entiendo, esto anula esa regla.
-Así es, disculpa Dan no quería hacerte daño la verdad. -Dijo la chica-.