LOVE SHOT// Hwabyul.

4. TRAGEDY.

MoonByul P.O.V.

Íbamos por la carretera a 130 km/h. Me gustaba la sensación, saben? Esa sensación de estar conduciendo un Lamborghini junto a mi chica, en un lugar bastante natural, con árboles, hojas caídas, flores, casitas de madera, una carretera perfectamente pavimentada, con pequeñas aves que cantaban junto a HyeJinie una de sus canciones, mientras el viento soplaba con suavidad en nuestras caras. Podía sentirlo todo, no había mejor sensación que aquella. Vamos, tenía 25 años, era en verdad libre a pesar de las restricciones de los artistas y idols en esa época. Era libre estando con HyeJin. Era libre estando con mi mejor amiga. Era libre riéndome con mi grupo. Era libre viajando con mi familia. Recuerdo aquellos paseos que hacíamos, aunque no era lo mismo saben? No se sentía tan cercano, era distinto. Siempre será distinto lo que sientes con tu familia a lo que sientes con tu pareja, o a lo que sientes en soledad. Ese día llevábamos tres horas viajando por carretera, en un descapotable, con el sol bronceándonos, con el viento refrescando nuestros pensamientos. Con la hermosa voz de mi chica ambientando el escenario. No podía pedir absolutamente nada más. En definitiva un día fuera de lo normal, celulares apagados y paz, mucha paz. No quería dejarlo nunca, incluso ahora quisiera volver a ese instante, sentir de nuevo todo aquello que en este momento solo veo como gratos recuerdos, recuerdos que se quedarán conmigo hasta el día de mi muerte. Recuerdos de los que estoy completamente segura que no olvidaré en mis siguientes vidas.

Llegamos a un lugar bastante apartado de la ciudad, un lugar donde sólo había una casa enorme en la cima de la montaña. Esa casa era de mi abuela materna, casa que mamá dejó de usar porque decía que le traía tristes recuerdos, donde decía que no se estaba bien pero... a mi siempre me encantó, ese ambiente rural, algo que no se consigue en muchos lados. Intenté que mi casa la construyeran lo más parecida posible, pero aunque se hizo lo que se pudo simplemente no era el mismo hogar. No se sentía más que un espacio vacío para mi sola, una casa grande, con ocho habitaciones, para una sola persona. Al comienzo si fue muy interesante, tenía tan solo 19 años cuando me mudé sola, y tener tanto espacio para mi fue lo más curioso posible, pero al cabo del año me sentía en muchísima depresión, el lugar era apagado, era gris. Hasta que llegó HyeJinie a salvarme, pese a que tenía a YongSun no era lo mismo, no le gustaba mucho quedarse allí.

Subiendo la colina para alcanzar la casa se cruzó un perro. ¿KiWon? ¿Cómo ha sobrevivido tanto tiempo?

-Oh, por Dios, es el perro de mi abuela.

-¿De tu abuela? ¿Cómo es posible?

-No lo sé pero aquí está- me bajé del auto, no sin antes poner freno de mano- KiWon, amiguito ¿me recuerdas?

KiWonie olfateó mi mano y luego comenzó a saltar como si hubiera encontrado el paraíso.

-Tranquilo amigo, tranquilo. ¿Qué haces aquí, eh? Deberías estar allí arriba.- KiWon me miró y me sacó la lengua, es un perro algo gracioso desde que recuerdo. Lo tomé por el collar y se sentó. Mi abuela lo había enseñado muy bien.- HyeJinie, ven aquí- miré hacia el interior del auto, viendo como mi novia nos observaba con diversión.

-Eonni sabes que no puedo, soy alérgica- vi la tristeza en sus ojos, sabía que quería pero si lo hacía estaría muy mal- Amaría hacerlo pero prefiero cuidarme.

-Ah HyeJinie, lo lamento. Está bien, pero por lo menos para que te reconozca, cuando no conoce a alguien es muy agresivo.

-Bien, bien. Iré.- vi cómo se bajaba del auto y cerraba la puerta. Se aproximó y se agachó junto a mi escondiendo su nariz en mi hombro.

-Bien KiWonie, ella es HyeJin. Es de la familia amigo, trátala como se debe. Vamos cielo, acerca un poco tu mano.- HyeJinie con timidez acercó la mano y KiWon la olfateó. De inmediato batió la cola con emoción y le ladró. Pude sentir el pequeño brinco que pegó HyeJinie, obviamente no acostumbrada a esa clase de cosas. Luego se acercó un poco más y puso su mano en la cabeza de KiWon. Lo acarició y sonrió ampliamente, se le veía contenta.- Eso es amigo, desde ahora debes cuidarla tanto como a mi, ¿entiendes? Hay personas malas que quieren dañarnos y debemos protegernos entre todos. ¿Está bien?- KiWon ladró dos veces en señal de haber entendido.- Así se habla KiWonie, ahora ve a la casa, llegaremos pronto.- Ladró una sola vez y corrió colina arriba. Era un pastor alemán, jodidamente inteligente, lo amaba. Claro que si.

-Ah! Ya lo amo, es precioso!- HyeJinie se veía emocionada y feliz, le sonreí y le di un beso en la mejilla, ayudándola a levantarse del suelo.

-Lo sé, me sorprende que aún esté vivo sabes? No logro entenderlo pero bueno, es algo que hablaremos al llegar. Ya quiero que veas la casa, seguramente está toda llena de polvo así que ten cuidado mientras hago aseo.

-No te preocupes por ello, yo te ayudaré.- Amaba a HyeJin, era tan sencilla, tan tranquila con esa clase de cosas, a pesar de tuviera mucho dinero a su disposición no le incomodaban esa clase de cosas y yo adoraba eso de ella.

Llegamos a la gran casa, abrí la puerta con las llaves que habían detrás de un arbusto de sandía y entramos. Todo estaba perfectamente aseado, como solía cuidarlo mi abuela. Todo estaba como lo recordaba, llevaba años sin entrar en esa cabaña. La chimenea con la leña a medio quemar, los sillones de color extraño, como un rosa salmón sin una sola mota de polvo.

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AMIGOS ESTOY MUY FELIZ, VOLVÍ LUEGO DEL RELEASE DE HWASA BEBITA, uf, ya.
Espero que les gusteee, hoy por ser 14 y porque aún celebro internamente el solo debut de mi vida pues voy a hacer mera maratón del fic, ojalá les guste, últimamente no he tenido casi tiempo de escribir pero prometo hacerlo y seguir con esto. No pienso abandonarlo, entonces pues nada. Muchísimas gracias por leerme, por favor díganme qué opinan de esto.

Saranghae~.

~혜 문~.