Estuvieron recostados de ese modo hasta que Vegeta habló desinhibido y con voz profunda, tal vez por haberlo practicado antes en su mente.
-La próxima vez que esa mujer intente ponerte un dedo encima, dile que no.-
Su acompañante ladeó la cabeza y lo miró fijamente.
-¿Por qué? De todos modos estamos casados.-
-¡No sé qué te habrá dicho, pero no puede obligarte solo porque es tu esposa!-
-Me he negado varias veces. Ella no hace caso.-
El estómago de Vegeta se retorció del asco ante la idea de Milk cerca de Kakaroto.
-Ella te obliga.-
La brisa llenó el vacío de su respuesta. La mano real apretó aún más la de su rival.
-Contesta.-
-No me obliga, pero si le digo que no quiero se la pasa de mal humor y me grita.-
-Te manipula, es lo mismo. Niégate y quédate en la Corp. Cápsula. No la dejes tocarte.-
-Está bien, aunque todavía no sé cómo.- Movió los dedos para acariciar su mano.
-Promételo.-
-Lo prometo.- Soltó una risita. -¿A qué se debe tu preocupación? Tú no eres así.-
-Quiero ser el único con el que te acuestes a partir de hoy.- Concluyó tras pensar en una mejor respuesta que no se le ocurrió o no quiso considerar.
Por unos instantes, reinó un silencio absoluto.
-¿Por qué no lo hiciste antes?-
-¿A qué?-
-Besarme. ¿Por qué esperaste hasta ahora? Todavía no me respondiste esa pregunta.-
-No creí que esperabas que la contestara.-
-¡Pues claro!-
-¡Estábamos haciéndolo!-
-Entonces contesta ahora.- Volvió a sonreír.
Vegeta se sintió incómodo, pero no se iría de allí por nada. Significaría perderlo.
-¿Y por qué no lo hiciste tú?- Optó por ponerse a la defensiva.
-Vegeta, huyes de mí todo el tiempo. Intenté acercarme, darte la mano, abrazarte, pero no sentí que te gustara en ningún momento. ¡Me habrías matado si te besaba!-
-Pero eso es porque...-
-¡Aunque resultaste ser un gran actor!- Rió natural pero sensual a la vez.
-Ya cállate, insecto.- Su risueña faz le pareció adorable.
-Vamos, la pregunta es para ti. No quieras desviar la atención.-
Una horrenda vergüenza le hirvió en el pecho, pero respondió para que se termine.
-Supongo que por miedo. Tenía miedo de que me rechazaras.-
Por un minuto o dos se manifestó la nada, pero luego la risita del Clase Baja se esparció como papel picado en una fiesta.
-¡¿Qué te pasa, tonto?!-
-Nada, es que es gracioso pensar que nos sucedía lo mismo a los dos.- Volteó también y chispearon como dos cables haciendo contacto. -Ojalá yo hubiera sido tan valiente.-

YOU ARE READING
Tu nombre
FanficLuego del Torneo de la Fuerza, Goku y Vegeta se someten a un tranquilo entrenamiento a voluntad dentro de la Habitación del Tiempo. Allí, la concepción que tienen de ellos cambia y conocen facetas nuevas del otro, a la vez que revelan los escondidos...