Capítulo 12

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—¿Acaso ella no es la famosa hija del señor Shaka?


—¡Si, mírenla! Lleva de la mano a un vago ¡que lástima!


—Y yo pensaba que los ricos jamás iban a meterse con gente de calle.

—Ella se merece a alguien que tenga dinero... no a un pobre diablo.

—¡Que bajo ha caído esa chica!

—¿Esta chica esta ciega o qué?


Todas la miradas y alguna qué otra indirecta se posaron en la pareja, Hyoga sentia tristeza tras oir todas esas palabras hirientes de la gente, ella se percató por lo que le tomó de la mejilla e hizo que le mirara a los ojos.

—No hagas caso lo que dicen, ellos nunca van a encontrar la verdadera felicidad — ella le mostró seguridad y confianza de si, Hyoga sonrió.

—Gracias por tus palabras princesa .

—Adoro que me llames princesa, ¡me siento muy halagada!. Y tú eres mi hermoso príncipe ¿verdad?

—Así es, este príncipe es solo tuyo — ambos sonrieron.

—¡Te quiero tanto!

—¡Yo también!

Mientras iban caminando por el lugar, tres apuestos jóvenes se acercaron a la ojiverde con la intención de invitarla a salir además de cuestionar el porqué de la mano con el rubio.

—¡Oye muñeca! ¿por qué no vienes con nosotros y dejas de lado a este perdedor? — uno de ellos le propuso sin dejar de mirar a Hyoga.

—Si, ¡la vamos a pasar genial! — dijo otro.

—¡Somos mejores que este tipo! — presumió el otro sujeto. —¿Qué acaso no vez como anda vestido?

—¿Acaso tiene algo de malo? porque yo lo amo por como es — La peliverde respondió y el rubio los miraba con enojo.

—¡Ay por favor! no creo que esta cosa sea mejor que nosotros — dijo nuevamente el otro sujeto, Shun terminó por ignorarlos y se iba marchando junto a Hyoga.

—¡Lo siento chicos! Pero no necesito a nadie más que no sea mi novio.

—Pero muñeca... ¡vamos a dar un paseo!— uno de ellos la tomo del brazo, a lo que Hyoga la aparta de su agarre. —¡Hazte a un lado imbécil!

—¡Aléjate de ella! es mi novia y no voy a permitir que ningún tío cómo tú la siga molestando — Hyoga dijo a manera de reto a los tres sujetos.

—¡Cálmate Hyoga!, no te rebajes a su nivel— detenía al rubio de sus brazos.

—¿Y crees que una simple rata como tú va poder con nosotros?

—Vamos a demostrarle lo fuertes que son nuestros puños — expresó el sujeto.

—¡¿Qué esperan entonces?!

Hyoga les retó nuevamente, los tres sujetos se le iban encima con tal de golpearlo, sin embargo el ojiazul sin ningún problema detuvo uno de los puños de aquellos sujetos, y le devolvió el puñetazo en la cara.

A través de sus movimientos de baile, hace caer a uno de ellos tras  hacerle un incapie, él otro iba a golpearlo en su estómago pero este levantó su pierna izquierda golpeando  su rostro.

Por otra parte Shun quedó impresionada por todo lo que su novio había hecho por ella, este último no recibió ningún rasguño.

—Y más les vale... que nunca más... se atrevan a molestar a mi chica... ¡les quedo claro! — dijo.

—¡Este chico esta loco! ¡vámonos!

—¡Tu no eres normal!

—¡Yo mejor me voy!

Los tres sujetos iban corriendo como cobardes, todas las personas que se encontraban por los alrededores miraban a Hyoga con mucha impresión. Shun se acercó a él.

—¿Cómo pudiste hacer eso?

—He estado entrenando — contestó. —Un amigo mio me enseñó a como defenderme y otras cosas.

—¡Eso fue increíble! nadie me había defendido de esa manera. Gracias por defenderme, eso fue muy dulce y tierno de tú parte.

—No es nada princesa, yo te protegere

—Ven aquí, ¡mi héroe!

—Esta bien— Shun le dio un beso en los labios en frente de toda aquella gente que los rodeaba y observaba con los ojos bien abiertos ante la acción de la chica.

...

Luego de todo aquel escándalo, tanto Shun como Hyoga habían llegado a su destino, estaban en las afueras del centro comercial. Aunque en un principio el rubio no quería entrar al lugar, su chica logró convencerlo a través de muchos pucheros y besos que siempre lo hacían cambiar de opinión.

Ella lo llevó directo a una peluqueria en donde repararon las puntas de sus rubios cabellos hasta dejarlo sobre sus hombros, luego a una tienda de ropa, pasaron alrededor de dos horas y Shunny le había mostrado más de 100 mudadas de ropa hasta que finamente halló un estilo de ropa que a ambos les gustó demasiado.

—Y bien, ¿Qué tal me veo?

—¡Wow! ¡Te ves muy guapo Hyoga!

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—¡Wow! ¡Te ves muy guapo Hyoga!

—No tanto como tú — comentó, ella se sonrojó.

—¡Qué lindo! muchas gracias por el cumplido.

—Es la verdad Shun, ¡eres muy hermosa! — ambos sonrieron.

—¡Y tu tan romántico! aun falta mucho para regresar, vamos a donde te dije.

—Esta bienm

Terminaron de hacer las compras, salieron del lugar y se dirigieron al área de comidas, entre aquellos locales estaba uno en el que vendían helados, ambos se sentaron en una de las bancas qué estaban cerca de una fuente, Shun se dirigió a comprar los helados dejando a su pareja en el lugar.

Hyoga miraba toda a su alrededor, jamás había venido a este tipo de lugares, de tan distraído que estaba no se percató que una chica de cabello rubio se había sentado a su lado y quiso entablar charla con él.

—¡Hola guapo! ¿qué haces aquí tú solo? — él la observó.

—No estoy solo... vengo en compañía de mi no... — la chica lo interrumpió.

—Jamás te había visto, ¿eres nuevo?

—Emmm... Algo así.

—¡Que bueno!, por cierto, mi nombre es Eri.

¡Bailemos! (Resubido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora