“Suerte”
Dormir cinco horas no es bueno cuando has ensayado tanto que todos los músculos del cuerpo, te duelen como si hubieses corrido un maratón.
Gruñí cuando el teléfono despertador del hotel resonó a mi lado. Pero debía contestar al llamado o seguiría sonando hasta que estuviera de pie.
- ¿Diga?
- Buenos días señorita Weyler, son las cinco y media de la mañana. – dijo el chico de la recepción, quien tenía el trabajo de despertarme.
- Buenos días – bostecé y me estiré en la cama. – ¿Me comunica con servicio a la habitación?
- Servicio a la habitación no funcionará hasta las seis.
- ¿Funciona si le doy propina?
- La comunico enseguida señorita Weyler.
“El dinero nunca falla.” Reí para mis adentros.
Media hora más tarde me encontraba desayunando con el Sr. Moon en la salita del cuarto de hotel. Él parecía nervioso pero excesivamente feliz por el comienzo de la gira. Yo estaba que vomitaba el café con leche que acababa de servirme.
- Estás muy callada Elaine, ¿Es que estás muy nerviosa por hoy? – preguntó cuál padre preocupado. Yo suspiré.
- Bastante. Es el concierto más grande de la gira, además es el primero, no quiero cometer ningún error.
- No cometerás errores, estás preparada. – me animó. Yo hice una mueca, no muy convencida. Él no sabía lo que era tener que enfrentarse a una gran cantidad de público y llevar un espectáculo hasta el final, sabiendo contentar a todos los presentes. Él solo escribía obras, era maestro y manager. ¿Qué sabía sobre pánico escénico?
- Lo nervios traicionan hasta al más profesional.
- Sé lo que se siente. – me miró fijo. – No me he ido de gira, Elaine. Pero estuve en Broadway desde los diez años. Actué hasta las veinticinco y luego… descubrí que me gustaba más enseñar y escribir.
- ¿Cómo puede cambiar el protagonismo por el estar tras bambalinas? – fruncí el ceño. Sonaba ridículo, quince años actuando en Broadway debían significar algo.
- Sufrí una lesión, me aparté del mundo del teatro por once meses, subí diez kilos y nunca pude volver a ser el de antes. Así que decidí ayudar a otros a cumplir el sueño que yo dejé a medias. Quiero ayudarte a ti a ser la mejor, pero quiero que confíes en mí cuando digo que estás preparada, Elaine. Te he visto en el escenario, bailando, cantando, sonriendo… Eres magnífica. En todos mis años de carrera nunca vi tanto talento en una sola persona, tanto potencial, tanga energía y carisma. – ladeó la cabeza con una sonrisa dulce. De pronto me di cuenta de que algunas lágrimas habían caído por mis mejillas. – No sé cómo lo haces, pero encantas a cada persona que te ve sonreír.
- Mi madre…– me aclaré la garganta, intentando no ponerme demasiado sentimental, intentando no llorar más. – Era actriz. Solo consiguió papeles pequeños. La llamaron para que participara de villana en una serie de televisión… y murió una semana antes de la grabación.
Mi voz se desvaneció y mi vista se clavó en el piso.
- Hazlo por ella, Elaine. Hoy es el gran día, dedícaselo, dáselo a ella. Estará muy orgullosa.
La tarde pasó volando, corrí a todas partes con tacones de diez centímetros, personas siguiéndome, fans gritando, y los nervios a flor de piel. La adrenalina era lo que me permitía no sufrir un desmayo nervioso.
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Sí, para siempre || 4ta temporada
Fiksi RemajaLa vida de Elaine Tolley. Este es el segundo borrador.