Especial 02: ¡Nunca hay que rendirse!

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Desde aquel día en que lo vi, me gustó. No sabía cómo había pasado tan rápido o la razón por la cual, pero él siempre tuvo algo que llamó mi atención y hacia mi corazón acelerar. Al principio siempre lo tomé como un tipo crush, de esos que observas una sola vez, lo llamas amor a primera vista, desaparece de tú vida y después olvidas su existencia. También llegue a pensar que sería algo que consideraría efímero para mi vida, pero desde que descubrí que eso era más haya de algo momentáneo, me volví su pequeño stalker.

Nunca creí en las casualidades, ni en la suerte. Así que siempre fue mejor hacerlo a mi manera, tratar de encontrármelo más seguido o al menos verlo en el mismo autobús, pero después de descubrir que era un Hyung de mi escuela empecé a hacer que esas "casualidades" se volvieran más habituales.

Al principio los nervios me carcomían cada vez que lo miraba, pasaba cerca de él a propósito tratando de llamar su atención, establecí una relación amistosa con cada uno de sus compañeros para poder acercarme, durante recesos le hablaba con la excusa de que necesitaba su ayuda de Hyung a Dongsaeng, o cientos de más excusas para que al menos me dedicara una sonrisa, una mirada o algunas palabras.

Con el paso del tiempo, nos volvimos amigos (desgraciadamente), nunca me bastó con eso, era codicioso y quería más, no me conformaría nunca con solo darle besos en sus mejillas o tomarlo del brazo mientras me acompañaba a casa, tampoco me bastaba con que me cuidara con una mano en la cintura, quería aún más que eso. Necesitaba un abrazo, una caricia, un beso y lo más importante, lo quería solo para mi.

── Bien, Park Jimin. ── ajuste como de costumbre las correas de mi mochila, respiré lento, estaba dispuesto a decirle todo lo que sentía. ── Tienes que hacerlo ya.

Solo tenía que caminar un par de metros hacia el, tratar de lucir lindo y decirle "oye tú, me gustas" o un "¿te quieres casar conmigo?", algo por el estilo, yo que sé, nunca me he confesado en mi vida, supongo que así funcionan las cosas.

Cuando por fin tuve la valentía de ir hacia él, una chica que respondía por el nombre de Kye, lo tomó del brazo, besó su nariz y lo alejó de mi.

Así que tome mi cajita de jugo de durazno, solté un bufido y recorrí las mangas de mi suéter.

Bien, creo que sería la próxima vez.

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serán cortitos pero les prometo que serán varios c: para las que leen gossip, más les vale que vayan sacando su libreta de apuntes ;)

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