☀ Sunlight ☀ 【HIATUS】

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Se suponía que el entrenamiento se llevaría a cabo de manera tranquila y sin interrupciones, para que la muchacha quedara lista a tiempo, o por lo menos para que, en caso de un ataque sorpresivo, ella pudiese defenderse y defender a los de su equipo. Sin embargo, nadie contaba con la presencia de Jack en las prácticas, ni contaban con que estaría actuando paranoicamente con cada movimiento que realizase Hiccup para probar los reflejos de la rubia.

–¡No seas muy brusco! –gritó desde un sitio apartado de ellos en la sala de entrenamientos.

El castaño rodó los ojos con fastidio, simplemente ignorándole y siguiendo con lo suyo.

–Cuando una de las pesadillas de Pitch se acerca a ti, podrá tomar la forma que sea con tal de distraerte, pero debes estar consciente de lo que es y lo que debes hacer, ¿okey? –explicó, volviendo a su posición de ataque. –Ahora, como sabrás, ellos pueden desaparecer y reaparecer sin problema. Así que, no te confíes mucho de ellos. –

Rapunzel tomó aire y lo dejó salir con lentitud, intentando concentrarse en lo que estaban haciendo, dejando de lado todo miedo e inseguridad. 

La sala quedó en un completo silencio por un microsegundo, por lo menos hasta que Hiccup se acercó rápidamente para atacar a la chica, quien le empujó usando su aire control, para después sentir un golpe en su espalda que le hizo caer. Haddock había manipulado la tierra de tal modo que una gran roca salió del suelo y se impulsó hasta topar con la espalda de la rubia, haciéndola soltar un quejido.

–¡Hiccup! –escuchó a sus espaldas, seguido de los estruendosos pasos de su amigo acercándose furioso.

Volvió a rodar los ojos, estaba siendo muy sobreprotector. Con ellos utilizaron una técnica mucho más ruda y dolorosa, incluso aún tiene ligeras sensaciones de todas esas veces en las que rogaron un descanso por lo cansado que era.

–¿Podrías dejar- –

No terminó de hablar, pues la muchacha, con un movimiento de manos, apartó a Jack, empujándolo un poco, al mismo tiempo que elevó a Hiccup hasta una altura considerable, dejándolo caer bruscamente.

Merida abrió sus ojos sorprendida, volteando con Jack, éste mirando la escena de la misma manera.

–¡Agh! –se quejó, sobando con sutileza sus costillas. –Buen golpe, niña. –

–Gracias –sonrió. –. Lamento haberte empujado, Jacky. –

El peliazul suspiró. –Eso no importa, linda, ¿tú estás bien? –

–Sí, fue... muy emocionantemente aterrador. –

Jack rió, aliviándose de que ese golpe no le haya dañado mucho.

–¡Muchachos! –entró Tooth volando con rapidez. –Pitch ha aparecido de nuevo, está atacando una pequeña aldea. Tenemos que ir ya. –

Merida notó cómo el semblante de la nueva cambiaba, su piel palideciendo por el terror que inundó su cuerpo en cuanto la noticia llegó a sus oídos. No estaba lista, para nada lo estaba, apenas llegó no hace más de algunas horas. Todo era tan presuroso, tan rápido. Tenía miedo, mucho, no sabría bien qué hacer en la batalla, cómo debería actuar, cómo podría proteger a su equipo, cómo podría proteger a Jack.

–Rapunzel –se acercó la pelirroja. –, ¿nunca antes habías estado en combate? –

Ella jugó nerviosamente con sus manos. –No, a decir verdad, sólo sé defenderme con algunas técnicas, pero jamás he luchado con algún otro mago. –

–¿Estás seguro de que funcionará? –esta vez se dirigió hacia su novio, quien ya se había levantado del suelo y ahora les veía con una pizca de inseguridad. 

–No tenemos otra opción –soltó. –. Nosotros no podremos, y si la luna la trajo hasta ahora es porque sabe que puede. –

Jack no pudo evitar mirar a Rapunzel y recordarse a sí mismo, a su yo de años atrás. El niño que luchó contra la obscuridad sin tener ni una pizca de conocimientos acerca del tema. Tuvo miedo, el mismo que la rubia deja ver con esos ojos tan expresivos y hermosos, pero algo que ella tiene y él no es un equipo dispuesto a protegerla y ayudarla, un grupo de personas que la levantarán cuando caiga, porque lo hará.

–D-Démonos prisa –habló la chica en cuestión. –. El tiempo corre. – 

El nerviosismo recorriendo cada parte de su interior le gritaba que se detuviera, que sólo conseguiría arruinarlo todo allá afuera, pero su disposición en ayudar a las personas pudo más que el miedo, empujándola levemente a hablar.

Tiene un recuerdo muy grato de cuando era niña, no sabe cómo es que aún logra tenerlo ni cómo es que sólo eso esté en su mente, pero hay una voz muy dulce que le susurra palabras reconfortantes. Sólo de ese modo logra dormir. Pero, en algún punto de ese recuerdo, esa voz le pide que sea fuerte, que luche por lo que ama y sea una buena persona siempre, bajo cualquier circunstancia; que, tenga el don que tenga, no se olvide de su lado humano, bondadoso y misericordioso.

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¡He vuelto! 

Perdón por la basura que acabo de subir, mi culpa. 

Voy a tratar, repito, voy a TRATAR de mejorar. 

Besoooos:))