❝Khaleesi Jenner❞; Cameron Dallas

13

Una semana había pasado desde que Isabella y yo compramos la casa juntas, ya que cuando iba a pagar ella quiso dar la mitad aunque no quería pero ella siguió insistiendo, incluso, me dió un golpe al frente de la señora por seguir negándome. La forma en como ella me miraba ese momento me dió tanto miedo y más con el fuerte golpe que me dió, pesadamente acepté que pagara la mitad mientras que yo ponía el resto. Cuando nos fuimos de ahí para irnos a casa de mi madre ya que toda mi familia estaban ahí reunidos, en todo el camino me dió un sermón de lo que había pasado. Desde ese día, no me habla casi y si me habla es cortante y seca.

– ¿Seguirás enojada conmigo? – rompí el incómodo silencio que había en el auto. La miré por varios segundos para seguir mi vista al frente y evitar un accidente.

Silencio fue lo que recibí. Rodé los ojos y suspiré frustrada mientras paraba en la luz y ponía la flecha. Su celular sonó indicando que le habían mandado un mensaje, la miré de reojo y la ví escribir con una sonrisa de enamorada que no había visto hace tiempo. Iba hablarle pero en ese momento la luz cambió a verde y arranqué doblando a la izquierda para entrar al barrio.

Seguí conduciendo y después de doblar de aquí para allá llegué a la casa de mi madre y estacioné el auto, atrás del de Kim. Me quité el cinturón, tomé mi cartera y mi celular y me bajé. Puse la alarma cuando ví que Isabella se había bajado y caminé hasta la puerta que ya mi guardaespaldas me estaba esperando para abrirnos la puerta principal. Entré y le sonreí en agradecimiento a mi guardaespaldas y caminé hasta llegar a la cocina.

– ¡Tía Khaly! – gritó North quién corrió a donde estaba y me recibió dándome un abrazo en las piernas.

– Hola amor – dije sonriendo, me puse a su nivel y le dí muchos besos por toda la cara. Ella se reía y trataba de separarse de mí.

Alguien carraspeó atrás mío, dejé de darle besos a North para ver encima de mi hombro. Isabella estaba esperando a que North la saludara, y antes de ir hacia ella, me dió un beso en la mejilla y fue a saludarla. Sonreí y caminé para donde estaba Kim, Kourtney y Khloe hablando animadamente. Ellas al verme, dejaron de hablar y me miraron con una sonrisa pícara.

– ¿Khalmeron ya es real? – preguntó Kourtney con una risita mientras que Kim y Khloe trataban de mantenerse serias.

Fruncí el ceño. Kim y Khloe no pudieron más y explotaron a reírse junto con Kourtney, y yo las miraba raro.

¿Así o más raras pueden ser mis hermanas?

– ¿Kylie les vino con el chisme? Esta mujer habla solo lo que no le conviene – bufé. Ellas se rieron. – Chismosa que es –

– Y eso no es lo lindo de todo – habló Kim, la miré confundida. – Nos contó lo qué pasó y también para que nosotras le creyéramos, nos enseñó un video –

Abrí la boca en una pequeña o mientras trataba de procesar lo que Kim dijo.

Les sonreí falsamente. – ¿Dónde está Kylie? –

Ellas se miraron entre sí y se encogieron de hombros.

– En la habitación de mami – dijeron las tres al unísono. 

Asentí con la cabeza. Y salí de la cocina no sin antes tomar una bolsa de papitas y abrirla. Caminé mirando de reojo a los que tenían las cámaras mientras me perseguían, estaba enojándome ya que se supone que no me grabaran mucho porque no he firmado el contrato pero luego recordé que iba a donde Kylie y lo dejé pasar. Subí las escaleras a un paso apresurado mientras me metía a la boca las papitas. Una vez que llegué al frente de la puerta, la abrí encontrándome a Kylie con Stormi en la cama mientras veían muñequitos en la televisión.

Apenas me estaba sentando aun lado de ambas en la cama cuando Kylie abrió la boca para hablar.

– Perdón pero tenía que decirles. No me mates fue la emoción – habló rápido que apenas la pude entender.

La miré seria y le daba una mirada rápida a Stormi. – Kylie no te voy a matar – dije y ella suspiró aliviada. – Pero si no fueras mamá te hubiese matado en el momento que pisé la habitación – le sonreí cínicamente. Kylie abrió los ojos asustada y tragó saliva.

– Perdón, perdón. Por favor perdóname, ¿sí? Te juro que no lo vuelvo hacer – suplicó con un puchero en la boca. No pude y me empecé a reír a carcajadas asustando a Stormi, quién me miró mal.

Kylie me miró ofendida, luego de varios minutos riéndome me calmé me encogí de hombros y le sonreí angelicalmente. Haciendo que ella rodara los ojos divertida, le dediqué una mirada a Stormi y ella se encontraba mirándome atenta a cada movimiento que hacía, le hice muecas tontas a lo que ella se rió. Sonreí de ternura y le di un beso en la frente.

– Stormi – la llamé. Ella me miró. – ¿Debería hacerle una broma a mami para vengarme lo que hizo? – le pregunté.

Stormi miró a Kylie y luego a mí, sonrió y empezó a aplaudir como si hubiese entendido lo que le pregunté. Me reí al ver la cara de Kylie entre sorprendida y divertida.

– Bueno, Kylie. Ve preparándote mentalmente porqué la broma llegará cuando menos te lo esperes – dije guiñándole el ojo mientras me paraba de la cama.

– Khalee pensé que me habías perdonado – dijo como una niña pequeña.

– Lo hice pero eso no significa que no me vengaré de tí – le tiré un beso al aire.

Me fui de la habitación escuchando a Kylie lloriquear y suplicando que no le hiciera nada. Seguí mi camino hacia las escaleras mientras tenía una sonrisa divertida.

Las papitas las dejaste en la habitación.

Me encogí de hombros y empecé a bajar las escaleras.

Bueno, olvida las papitas estoy muy emocionada con planear la broma.

Pero, estúpida. Estaban bien deliciosas.

Lo sé, pero la emoción es tanta que se me quitaron las ganas de seguir comiendo.

Eres rara Khalee, eres rara.

Cállate, Katie.

¿Katie? Sabes que nunca me gustó ese nombre. Siento que es muy fresa.

No me importa.

¿Qué? No se hagan que yo no soy la única que hablo con mi conciencia, sé que ustedes también lo hacen. Así qué, déjenme en paz a mí y a Katie. Bueno, pensándolo bien necesito cambiarle el nombre...