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Era fin de semana y en una casa enorme del pueblo se llevaba a cabo una fiesta repleta de adolescentes y adultos jóvenes. El alcohol estaba por todas partes y la música estaba excesivamente alta, a duras penas se podía escuchar el parloteo y las risas dentro de la casa.

Y entre esos jovenes se encontraba el castaño y su mejor amigo los cuales compartieron una breve conversación, para luego esnifar un "polvo mágico". Para ellos la fiesta apenas comenzaba y era verdad, aún les quedaba una larga noche.

Eric sintió adrenalina y euforia, se sentía revitalizado, tenía un subidón del bueno y el alcohol lo ayudaría a mantenerlo. Kenny se había perdido entre la multitud minutos atrás y ahora estaba solo, comiendo varios aperitivos y tomando licor.

Pero Eric no era un buen bebedor y mucho menos aguantaba. Así que en ese punto ya estaba diciéndole boberias a quién se cruzara en su camino.

Bebe lo invitó a bailar y no pudo negarse, la chica le agradaba y le había ayudado. Incluso se lo dijo, cosa que estando sobrio nunca hubiera hecho, por lo menos ella también estaba ebria y posiblemente olvidaría lo que le dijo.
Pero su tiempo con ella no duró mucho pues Clyde se la llevó a quién sabe dónde y quedó solo nuevamente. Solo entre un montón de personas, que irónico.

Decidió ignorar ese hecho por un rato, se sirvió en su vaso de plástico alcohol más fuerte y lo mezcló con jugo que tomó del refrigerador. Luego se dirigió a la sala y se encontró con Token, Bebe, Wendy, y Stan. Marsh puso una botella en medio de la mesita de café de la sala mientras el resto estaba sentado a su alrededor.

—¿Qué hacen? —Preguntó, estaba ebrio pero podía hablar bien sin arrastrar las palabras.

—Vamos a jugar verdad o reto.—Explicó Wendy, Cartman se sentó junto a ella en el sofá.—¿Te apuntas?—"Por supuesto" fue su respuesta.

Y así se entretuvo por un rato, cumpliendo retos estúpidos y tratando de no decir ninguna verdad. Kenny se sumó a ellos pero solo como espectador, Wendy besó a Bárbara, Token usaba solo su ropa interior y usaba un florero como sombrero, Stan decía cosas vergonzosas de sí mismo y Eric evitaba los retos fuertes. Eran un desastre sin remedio.

La botella giró y apuntó a Token y Stan, Stan por primera vez en esa noche pidió reto y cavó su tumba. Token sonrió con un reto perfecto en mente, y tal vez no era correcto, él no era así, pero el alcohol convertía a las personas.

—Besa a Cartman.

Eric y Stan se miraron con terror.

—¡No, jamás besaré al hippie!—Reclamó disgustado.

—Sí no cumplen tendrán un reto peor.—Advirtió Black. ¿De dónde había sacado la idea? De una de las asiáticas que le comentó sobre el ship y sintió curiosidad.

Stan suspiró resignado, podía sacarle provecho a la situación. Una revancha por lo que hizo su novia frente a él y matar esa curiosidad que sentía. Dos pájaros de un solo tiro. Eric en ningún momento accedió.

Se inclinó un poco hacia delante y tomó al castaño de las mejillas, posteriormente unió sus labios callando los reclamos del chico. Cartman abrió los ojos como platos y escuchó gritos eufóricos, su vista se vio cegada por un flash. Stan movió sus labios con suavidad y segundos después, Eric los movió también sujetándose del azabache. No era la primera vez que Cartman besaba a un chico y seguía sintiéndose increíble.

Pero tal vez se sentía increíble porque imaginó que el dueño de esos labios con sabor a vodka, de su frío tacto sobre sus mejillas y su cálida lengua jugueteando con la suya propia eran del judío. Enredó sus dedos en su cabello, pero al darse cuenta de que no habían rizos abrió los ojos de golpe.