Tengo las nubes del cielo y tengo las olas del mar
y si tengo tu cariño, y si tengo tu cariño
ya no quiero nada más.
Estando contigo, contigo, contigo
de pronto me siento feliz,
y cuando te miro, te miro, te miro
me olvido del mundo y de mi,que maravilloso es quererte así
estando contigo, contigo, contigo
me siento feliz.Si sigue pasando tanto tiempo en el piso de la niña de las canciones viejas terminará cantando él la discografía de Marisol. Le parecen muy tiernos los ataques de nostalgia de Amaia, se vuelve una niña pequeña (más aún si cabe) y se pone a cantar todo lo que aprendió cuando medía poco más de un metro. Él tenía muchos recuerdos llenos de música de su infancia pero la capacidad de Amaia para recordar cosas de cuando era tan pequeña le asombraba, además era como si volviese a esa época al cantar, con sus ojos brillantes y una sonrisa ilusionada en la cara. Podía imaginársela perfectamente ahora, aunque la estuviese escuchando desde el salón; debería de estar haciendo la mochila para irse en un par de horas pero no pudo evitar pararse a disfrutar de la música y de su voz.
Cuando amanece nevando no siento la falta del sol
y los copos de la nieve, y los copos de la nieve
me parecen de color.Cuando la tarde termina y todo se empieza a nublar
"ALFREEEEEEEEEEEEEEEEEED"
Le sobresaltó tanto escuchar de repente su nombre que pensó que Amaia se habría caído o algo para pegar semejante grito. Abrió de golpe la puerta del baño y se le empañaron un poco las gafas con el vapor. A pesar de la mampara mojada ella le vio lo suficientemente bien como para notar su sobresalto.
"¿Estás bien? "
"Eso debería de preguntarlo yo, tú has gritado"
"Sólo te he llamado, se me olvidó el bote de champú nuevo en la cocina ¿me lo traes?"
"Joder para eso no hace falta gritar tanto, que me asustas" Esto último lo había dicho con su voz de bebé y debía ser divertida la mezcla entre susto e indignación que intentó mostrar, porque en cuanto se giró para ir a por el champú Amaia comenzó a reírse.
"Te lo dejo encima del lavabo, ¿vale?" No estaba muy seguro de si le había visto u oído porque seguía cantando de espaldas a la puerta, lo cual le dio una buena perspectiva de su culo.
"Noooo, dámelo anda que no he encendido el calefactor y si salgo me voy a helar"
"Amaia te has montado una sauna, apenas veo de lo empañadas que tengo las gafas"
"Porfaaaaaaaaaaaaaa"
"Vale pero no me mojes"
Si antes lo dice... Amaia le había dado la espalda al entrar porque escondía un botecito lleno de agua que le tiró encima antes de estallar de risa. Le molestó porque se tendría que cambiar pero pensándolo bien no se había duchado ni peinado hoy así que, de perdidos al río. La venganza llegó antes que la protesta que ella esperaba así que el ataque de cosquillas la cogió desprevenida. No paró hasta que casi se cayeron porque en verdad no era un sitio muy seguro para jugar a la guerra de las cosquillas. Estaban casi sin aliento de tanto reírse y apenas se escuchó el "no vale, yo sólo te mojé un poquito...uy o no". Eso le hizo mirarse y ver que se había empapado porque la ducha había estado encendida un buen rato hasta que el codo de Amaia la apagó en un intento de huír de la tortura china, sin duda lo de ahorrar agua no era lo suyo.
"Creo que ya me he duchado por hoy, una cosa menos que hacer, pero no veo nada"
"Que mono con sus gafitas. Casi no se te ven los ojos entre las gotas, estás guapo"
Sólo pudo reírse ante tal observación, no había nadie más espontáneo que ella y era una parte de su personalidad que le fascinaba, menos cuando se enfadaba porque claro, los zascas podían ser imponentes. Se quitó las gafas haciendo un puchero y se quejó "ahora te veo menos incluso".
"Acércate" Un beso, dos, tres, mil...
Era curioso como estas galas podían ponerle más nervioso que un concierto, eran ambientes diferentes y no se terminaba de acostumbrar a que el público estuviese callado y sentado esperando simplemente a que el próximo personaje apareciese en escena. Pero le ilusionaba también, no sólo por su amor al cine sino porque eran experiencias nuevas, diferentes y siempre estaba entre amigos, viejos y nuevos.
Esta noche se sentaría al piano en la ceremonia de los Gaudí e intentaría transmitir todo lo que sentía con las canciones que había elegido, todas muy positivas, queridas y desde el corazón. Un "gracias" eterno con QNSLL, el primer himno que corearon con él miles de personas y que resumía el gran cambio musical de ese año. Y dos de amor, de cariño y admiración, para que todos se parasen a pensar un poco en alguien a quien aman, de una forma u otra, para que se lo digan, con una mirada, un gesto, una palabra. Él se lo había dicho antes de salir de casa, un "T'estimo" que fue acompañado por un beso, su amuleto de esa noche, el que era el beso de ambos, un beso de Peter Pan. Hoy estaba empalagoso, era su día de oso amoroso pero no hacía más que sonreír y despertar sonrisas en ella, en sus amigos, en todos; porque no hay nada más bonito que esa magia del amor y hoy se sentía capaz de expandirla un poco más allá acompañado de un piano y todo su sentimiento.
Tú, niña del sol de tarde
De las canciones viejas
De la Tierra hasta Marte
La noche de las estrellas, la del corazón robado
La del fuego que no quema, que me roba, que me tienta"¿Y ese poema? El que hablaba de la niña del sol o algo así" Ella le había hecho acordarse de esa canción, unos versos que le había escrito en un momento de inspiración, pensando en ella, en la niña que lucía como el sol e iba a cantar por Marisol.
Y dime dónde crees que acaba el cuento
Dime cómo huele el frío y de dónde viene el viento
Y si es cierto que lo llevo, tu calor en mis huesos.Hoy, ahí, delante de tantas personas que probablemente no habían escuchado la canción sentía su amor con cada tecla que tocaba. Era una canción mágica.
Quédate conmigo... siempre, sabía que se quedaría siempre en su corazón, ahora más que nunca podía asegurarlo. No mentía cuando decía que la quería, que siempre la querría, de una forma u otra. Porque incluso cuando se separaron lo que hacía más daño era sentirse lejos del otro, como si se obviasen sin quererlo, negando que habían escrito una hermosa historia juntos, algo que no se borraría ni había porqué olvidarla. Amar es bonito, recordar haber amado también, obviar que has amado o que amas sólo sirve para hacer daño. No iban a volver atrás, no chocarían con la misma piedra dos veces, ella se marchaba, él comenzaba gira y no, no iba a volver a pasar, ahora sí sentía que su amor iba de la Tierra hasta Marte.
Le iba a matar, no iba a querer, no sabía si estaba en lo cierto, pero se lo tenía que proponer. Pronto empezaría la gira de la forma más especial y tenía que decírselo, no podía quedarse con las ganas de probar suerte. Le pediría que fuese a Sidecar, que cantasen Et vull veure, que mandasen todo a la mierda esa noche y se dejasen llevar delante de 200 personas, mostrando su magia de nuevo, dándole su amor al público. ¿Un sueno o una realidad? Ya le daba igual todo, ese concierto iba a ser especial y la quería con él, no le importaban los rumores, los vídeos, las fotos...seguro que ella le bajaba de la nube tan alta a la que había subido pero se lo iba a proponer igualmente.
PD: no tengo ninguna obsesión con las duchas jajaja lo que pasa es que canturreo a Alfred cuando me ducho y se me ocurren cosas para los capis, quizás por eso los dos últimos empiezan con una ducha 🤷♀️😅
Como siempre, gracias por leerme y espero que os guste <3

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El beso de Peter Pan
FanfictionPuede que el primer amor no sea como ningún otro, que nunca muera. De un primer amor real sale esta ficción con máximo cariño y respeto a sus protagonistas, Almaia, Amaia y Alfred García, artistas y personitas mágicas.