ADICTIVO © COMPLETA

Capítulo 9: "Prohibido mirar".

Abby POV

Mi hermano se encuentra con sus ojos abiertos, apenas y pudo sostenerla en sus brazos.

—¡Chimultrufio!—exclama con una enorme sonrisa mientras ella se lanza sobre él para abrazarlo.

Después de unos minutos ella logra bajarse de él y sonrie.

—¿Qué pasa tonto?—cuestiona mientras se cruza de brazos.

—¿Cuando llegaste?.

Sonrió ampliamente y vuelvo a adentrarme al armario para terminar de colocarme el resto de uniforme.

—Recién llegó, ayer le envié un mensaje a Abby pero resultó que el vuelo se atraso por las tormentas—escucho canturrear a mi mejor amiga.

Lo extraño de todo esto es que mi hermano siempre ha tenido cierto gusto hacia ella, pero ella hacía él no; dice que solo lo ve como un amigo. Si señores mi hermano ha sido llevado a la Friendzone.

Termino de colocar los zapatos de éste y salgo. Enseguida me gano la mirada fruncida de mi hermano, sus labios están apretados y sus brazos cruzados.

—Abby te vas con la sudadera—suelta.

Enseguida mi mejor amiga y yo soltamos una enorme carcajada.

—¿De qué se ríen? Ya dije Abby, esa falda está muy corta.

—Deja eso Damien, Abby ya es toda una señorita—dice mi mejor amiga mientras toma el brazo de él, éste le queda viendo su mano sobre éste y ella enseguida lo quita con sus labios apretados—Ay ya, deja de ser así Damien, vete tú al instituto que yo llevo a Abby.

Desordena su cabello y niega—No vas así y punto—enseguida cierra la puerta de mi habitación fuerte.

Aprieto mis labios y mi mejor amiga confundida suelta:

—¿Desde cuándo Damien es tan celoso contigo?.

Alzó mis hombros mientras añado:

—No lo sé.

Ella se acerca a mí y me pellizca, bufo y la golpeó.

—¿Qué pedo pasa contigo loca?.

—¿Qué fue lo que sucedió hace un rato con él, eh? ¿Acaso estás de incestuosa con Damien?—mueve sus cejas de arriba abajo de forma perversa y enseguida niego haciendo una mueca.

—¡Claro que no!—exclamo mientras le devuelvo el pellizco—Solo que nos quedamos a dormir y pues me bañé y esas cosas y él idiota no se quería levantar entonces me ví obligada a levantarlo yo, pero me fue imposible y solo me gane que la estúpida toalla se cayera al suelo y me dejara desnuda frente a los ojos del imbécil.

Ella ríe mientras seca sus lágrimas y golpea su frente con suavidad.

—¡Ay diablos! ¡Eres la verga Abby!—sigue riendo como loca.

La empujo mientras abro la puerta de la habitación, tomo el bolso y digo:

—Vámonos imbécil, llegaré tarde por tu culpa.

Ella asiente mientras toma mi mano, bajamos las escaleras y encontramos a papá sentado en el sofá, lo tomo por detrás y lo abrazo.

—¡Papi!—exclamo con una sonrisa y él enseguida toma mis brazos para acariciarlos.

—¡Mi castaña preferida!—lleva un beso a mi mejilla y sonrie—¿Qué tal te ha ido?

—No me quejo—elevo mis hombros y sonrió.