R1: CAPÍTULO 3: UN PASADO QUE SIGUE AL ACECHO

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El camino de Joseph y Serina por la pradera fue tranquilo, el calor de aquella mañana se hacia un poco más intenso al pasar del tiempo, pero el fresco viento que venía desde la Gran Selva del sur daba una sensación de frescura intensa.

Aunque estaban aún muy lejos de la selva, la Selva de Borokaya, también estaban ya lo suficientemente cerca de los enormes caminos de tierra y piedra que llevaban directamente hacia el río de la zona sur.

El Río Vestal, uno de los más grandes del Hemisferio Sur, conectaba el estrecho desde el Mar del Sur con la Selva de Borokaya, y desde allí enfilaba hacia el norte cortando en dos el territorio de la Federación y desembocando en el Mar de los Pilares, y era uno de los pocos que no sufrieron la corrupción del Rey gracias a la poderosa raza de los Falrog, que lo defendieron valientemente en los tiempos de la guerra.

Sus aguas cristalinas alimentaban la zona de campos de toda la región sur de la Federación, desde la capital hasta las ciudades más al sur en la frontera.

Joseph y Serina se dirigían a una zona antaño famosa y que recibía muchos visitantes, el Embalse de Vestalan, desde el que salían múltiples afluentes que corrían en todas direcciones, desde los campos de cultivo y los suburbios hasta el centro de la Ciudad Capital.

No les tomo mucho tiempo llegar a una zona donde había arboles lo suficientemente grandes para darles una sombra intensa y fresca cerca de las aguas del río.

Joseph coloco una amplia manta en el césped y Serina repartió unos platos pequeños y unos vasos de cristal. Acto seguido repartieron algunos bocadillos mientras admiraban el paisaje.

Paso por lo menos media hora mientras estaban allí, dejando a su hijo pequeño jugar en el césped pero cerca de ellos.

Joseph en ese momento se puso de pie y fue hacia donde había dejado la maleta con las cosas del pequeño Jimmy.

-A... ¿Adónde vas, cariño?- Pregunto la mujer, mirando de reojo y con curiosidad.

-Tú solo espera...- Respondió el hombre, que tras unos segundos volvió a aparecer con una botella de Chernaya Roza, una bebida alcohólica muy popular durante la guerra, famosa precisamente por ser algo potente.

-Vamos a beber un poco...- Le dijo el hombre, muy animosamente a la par que agitaba un par de copas de cristal.

Sin poder resistirse, Serina asintió. Pero antes de aquello, ella pensó que sería buena idea poner a su pequeño hijo a dormir para que pudieran están tranquilos.

Joseph espero tranquilamente allá en la orilla del río, donde la corriente era casi nula, colocando la botella en el agua para mantener la bebida fresca.

-...Vaya que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que bebimos juntos...- Dijo Joseph, mientras servía un poco de la bebida al mismo tiempo que Serina se sentaba junto a él.

-...Lo recuerdo...- Contesto Serina. -...La noche justo después del Desembarco... Fue lo mejor para aliviar el estrés después de aquella espantosa campaña...

Apenas unos minutos después de los primeros tragos, el ambiente parecía haberse alivianado casi en su totalidad, la bebida los había 'sedado' un poco, y gracias a eso Serina pudo sincerarse un poco a la hora de hablar.

-...La verdad es que no se si quiero volver a pelear, ni siquiera para una demostración de fuerza con la Guardia Azul...- Contesto ella. Tenía los ojos entrecerrados mientras hablaba, y el tono de su voz había cambiado de firme a totalmente suave.

-... Ya estoy vieja para eso...- Su tono se suavizo mas, como si ahora estuviese divagando. -...Estoy segura de que si peleo con un Fantasma como cuando me reclutaron, ahora si me aplastara como a un bicho insignificante...- Y su tono paso a convertirse el de una niña quisquillosa.

R: CRÓNICAS 1:  EL PAÍS DE LOS MAGOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora