Tablero

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"Qué ridículo es el amor ¿No es así? Un delgado evento, el más fino de los resuellos del viento, un beso, una lagrima, ilusiones y confusiones, ¿acaso no es eso lo que te trajo aquí? Solo espera un poco más y mi plan está hecho...

¿No lo crees así, amigo lector?

¡¡Hahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha!!"

Capítulo 9: Tablero

"Eran ya dos días más desde la paliza que Berry le puso a Edge, ahora le dejaba hacer la ruta que Red hacía; ya no era necesario asistiera al entrenamiento, y las labores de la casa eran totalmente hechas por el pequeño azul. Es probable que Ink aun siga buscando el modo de entrar a ese universo UF-n-R89" pensaba en su sillón el ser glitchado mientras observaba el monitor, ambos peones de su retorcido plan, haciendo exactamente lo que se supone deben hacer. Quizá, demasiado bien...

Era momento que Error metiese sus hilos en el asunto.

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Berry patrullaba las afueras de Snowdin, en silencio y solo mirando al piso, sabía que era imposible que algún humano con algo de cordura, se le ocurriese meterse a este hostil mundo de groseros y violentos monstruos. Lo único que le consolaba, era que el Grillby (o Geez, como le gustaba que le llamara), fuese el único amable con él. Y a unos cuantos pasos de cruzar el puente, un hilo azulado se interponía entre él y la entrada a Snowdin. Por el rabillo del ojo, intentaba buscar a su antiguo captor mientras trataba de calmar sus nervios.

Entonces dime cariño, un corazón tan roto y despreciable como el tuyo, se siente merecedor de amor ¿¡DESPUÉS DE TODO LO QUE TE HICE!?- la voz de Error resonaba en distintas direcciones, Berry se puso a la ofensiva preparando sus huesos para atacar -¡¿EN VERDAD CREES QUE EL TE AMARÍA SI SUPIESE TODO LO QUE YO SE!?- unos hilos salieron del piso para tomar de los brazos, más el azul logro cortar dichas hebras y escapar hacia la otra zona para alejarle de los otros monstruos –Berry... ¡Creí que lo que sentíamos era real!- se escuchaba a Error con sarcasmo a las espaldas del menor, pero no le encontraba, entonces hizo un muro de huesos a su alrededor –destinado a ser sanguinario, el único Blueberry que logró despedazar a una humana y obtener un poco de su poder ¡¿LO RECUERDAS?!- Berry se tapaba los costados de su cráneo tratando de ignorar la voz de Error.

¡Basta! ¡No fue así!- sus lágrimas no podían mentir, la memoria de que su humana le había dejado vivir, pero asesinó a su hermano, y el cómo en esa batalla, había caído en sus brazos, la adrenalina, la ira y la sangre, aún fresca en su alma como la reminiscencia de su brutal poder –¡NO LO HICE A PROPÓSITO!- Error salió por debajo de la tierra en medio del muro de huesos de Berry, le agarró de la cintura, apegándose a sí mientras tomaba su mentón.

Puedes engañarte a ti mismo, mentirte todo lo que quieras, pero sé que te encantó la sensación de asesinar a sangre fría a tu amiguita, tanto cómo a mí me encanta ver mundos caer...- acercó su rostro a él y le silenció con un beso. Haciendo contacto con su interior y explorando con su lengua, solo duró un par de segundos, hasta que Berry con toda su fuerza le empujó, dándole luego una bofetada y comenzar nuevamente su ya conocido ataque con huesos, Error esquivaba cada ataque con una habilidad nata. En un arranque de desesperación, Berry terminó convocando su blaster intentando acertar un disparo en el glitchado, pero eso no había funcionado, se sentía débil por usar toda esa magia –oh que pena, imaginaba que habiendo descansado, me darías una mejor batalla- Error se acercó al azul, extendió su mano con lo cual, ahora llamó a su blaster negro para disparar, sin embargo, Berry reservó su mejor carta para el final e invocó pequeños huesos unidos por hilos de su propia magia para lazar a su oponente como si fuese ganado, Error cayó a la nieve : ¡Por favor, aléjate de mí, no quiero verte nunca más!- redirigió los hilos hacia el precipicio, arrastrando a su adversario a la enorme caída, más el ennegrecido se reía mientras iba directo a la oscuridad de dicho abismo, lo que hizo creer a Berry que todo había acabado en cuanto los hilos azules se desvanecieron en el aire.

Cansado, apenas logró sostenerse en pie , más aun con el dolor, cruzó la ciudad, quizá hubiese sido una buena idea ir con Geez, sin embargo, involucrarlo con el tema de Error, no sería lo correcto, además que tendría que revelar ese oscuro secreto en su interior; al llegar a casa, se desplomó en el sillón, tenía algunas heridas, más no eran de gravedad, quizá si dormía un par de minutos, estaría listo para hacer la rutina de limpieza y la cena que Edge le había impuesto.

[La luz dorada atravesaba el pasillo, su hermano estaba a punto de lanzar el veredicto para la humana que después de tanto tiempo, comenzó a actuar de modo extraño, al revisar en su alma: Asgore, Alphys, Undyne y la sangre de otros monstruos, se encontraba tatuada en su conciencia, quizás... ¿se lo merecían?...

¿Entonces porque? ¿Por qué matar a su hermano? Le había dejado pasar, solo fue quizá un segundo en el que él le dio la espalda y Chara ¡había asesinado a su amigo! La reina Toriel corrió a la sala del juicio junto a Asriel y se enfrentó a quien era su pequeña hija, que con el corazón roto de esa hermosa ilusión de la familia real, la princesa hizo caer a la reina Toriel  al igual que el príncipe Asriel, solo faltaba una cámara para evitar que ella llegase a la cámara de las almas, Berry sintió la necesidad de detenerla, no permitiría que ese monstruo a quien una vez llamó amiga, destruyera el mundo tan hermoso que le han contado que es la superficie.

La batalla era intensa, estaban a la par en poder y fuerza, era algo tan épico que solo lo había visto en películas de acción que miraba con su padre. Más como todo, uno debía ganar... en la estocada final, Chara desvió su golpe mortal, pero Berry no... y un poco de esa sangre, manchó su alma, la presencia maligna que guiaba los actos de Chara se desvaneció, llorando con una sonrisa, hizo por primera vez un reseteo; pero aquí el problema, tras reiniciar, Chara esta vez lo olvidó, pero Berry se quedó con algo de esa batalla, las cicatrices en su corazón, eran la sangre de esa ruta neutral.]

El sueño, era el recuerdo más doloroso en su alma, las lágrimas corrían por su cara mientras estaba en ese sillón; el aroma de la pasta de Edge había penetrado a su olfato y despertó; Edge se encontraba frente a él: eres muy débil- el de rojo, le estaba poniendo algunas gazas, había limpiado sus heridas –imagino que alguno de los estúpidos perros intentó hacerte daño- hablaba con algo de molestia, pero no se estaba tratando de desquitar esta vez con él –pero preferiría que tú me explicaras lo que ocurrió, antes de ir a patearles el trasero- terminó de poner el ultimo trozo de cinta y cerraba su botiquín. Berry bajó la mirada y desviaba su rostro de Edge -¿acaso no me lo dirás?- el menor negó con la cabeza levemente, más Edge ya no hizo el intento por sacar información; el alto, acercó una pequeña mesa donde había colocado la cena del pequeño, se estiró un poco y luego se subió al baño donde ya había preparado su ducha.

Berry estaba extrañado de ese trato tan repentinamente respetuoso. Terminó su plato y subió a la habitación donde Edge ya había terminado de bañarse y se ponía la pijama, el pequeño le contemplaba mientras solo se encontraba parado en el marco de la puerta, el comandante se colocaba una sudadera -¿Qué quieres?-

Gracias...- se escuchó con su diminuta y pacífica voz, mas Edge continuaba acomodando sus cosas para el día de mañana –Yo, lamento haberte lastimado el otro día- hablaba con un semblante apenado –tenía miedo que en verdad le hicieras daño a ese niño, pero, sé que no lo ibas a hacer- se contraía ligeramente.

¿Quién te dijo que no lo haría?- Edge seguía acomodando sus cosas sin prestar atención a las acciones de Berry.

Porque tú en el fondo, aún eres una buena persona- el azul corrió a abrazar desde atrás a su superior –amar es preocuparse por los demás, es cuidar y proteger al débil, si tu fueras tan cruel, malvado y despiadado como haz hecho creer a otros, en realidad estarías solo, me hubieses matado desde el primer instante que me viste...- esta era la primera vez que Edge escuchaba un llanto que tenía sinceridad y compasión –sé que este mundo es rudo, difícil, más yo, estoy cansado de verte molesto, me preocupas, quiero ayudarte, quiero enseñarte lo que es el amor-un escalofrío entre lo placentero y lo extraño recorrió su ser, el calor de su diminuto cuerpo le conmovía, era una sensación insólita, algo que solo pasaba en esas ridículas novelas de amor en la biblioteca que solo alguna vez leyó cuando joven.

¿A esto se refiere lo que es amar?

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Love PuppeteerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora