Edge (Fell!Papyrus) caminaba por el área del bosque, en su ya clásico patrullaje diario y buscando a ese holgazán de Red (Fell!Sans). Parecía uno de esos días normales donde no había humanos nuevos en el área; bueno, tampoco es que hubiera visto un humano antes y mucho menos desde que él es el capitán de la Guardia Real desde que superó a su maestra Felldye.
¿Pero qué sería de una anécdota si el destino no interviniese?
Capítulo 3. Extraño.
El patrullaje era como el de todos los días, las mismas huellas habían formado ya una ruta en la nieve y tierra que indicaban el paso del reconocido y temible Edge, sin embargo a unos cuantos kilómetros del puente hacia Snowdin, había encontrado un rastro extraño de sangre; preparó su flecha de energía rojiza y siguió el cruzar del líquido, el cual se convertía en huellas y luego arrastre de rodillas y finalmente detrás de una roca encontraría un pequeño esqueleto. Su respiración era pausada y lenta, sus ropajes estaban rotos y llenos de su misma sangre, su cara herida y llena de lágrimas; quizá por piedad era mejor terminar el sufrimiento de ese desdichado en la nieve, más este entreabrió los ojos ligeramente y en sus ojos un azul tan brillante como diamante se dilucidaba levemente y un susurro salió de su boca: Papyrus....- la criatura tenía una dulce vocecilla, alzó la mano con la poca fuerza que tenía y se le dibujaba una sonrisa risueña acompañada de un sonrojo –te amo...- luego de esta frase su cuerpo cayó a la nieve sin nada de fuerza y su HP se mostraba en .05; el guardia se había quedado impactado de las palabras del pequeño y la sorpresa más grande es que conocía su nombre aunque él no sabía quién era; bajó su arma y la desvaneció, no podía cargar a esa criatura pero cada segundo implicaba que esa cosa moriría de frío, entonces se retiró la capa, colocó ahí al azulado y le arrastró a la ciudad; como sabía que sería mal visto traer de ese modo a esa cosa, le llevó directamente al garaje donde algún día escondería a un humano.
Limpió y sanó cada una de las heridas de su prisionero, entonces sólo dormía y parecía tener un sueño placentero; él observaba la dulce expresión en su rostro; tal vez sí, era parecido a su holgazán hermano, pero este ser, era más lindo, expedía un aura inocente y cálida que le transmitía una sensación agradable. Por ratos acariciaba el terso tacto de su cara, anhelando volver a escuchar ese dulce sonido de su voz, mientras las noches pasaban su expectación sobre cómo sería cuando despertase, se volvía un extraño ideal...
Justo esa mañana su hermano le veía que pasaba más tiempo en el garaje, llevaba siempre el botiquín y era un fastidio ver que sonreía por nada; entonces le siguió y al asomar su mirada por la puerta, se había quedado anonadado tras observar al chico en la cama; el parecido consigo era realmente impresionante; su respiración se congelo así como su sudor, sus piernas temblaban de la fuerte impresión, entonces vagamente un recuerdo de un sueño extraño le insistía punzante en su cabeza: uno donde había más de una versión de sí mismo y solo se hallaban conectados por un extraño lazo invisible entre mundos y espacios temporales distintos; del miedo y premeditando su agresividad, aventó la puerta con violencia y esta se quebró produciendo un horrible sonido que hizo mirar al hermano mayor, quien contraatacó con una ola de huesos rojos en contra del insolente: ¿¡ QUE DEMONIOS SIGNIFICA ESTO PAPYRUS?!- gritó con ira tras esquivar el ataque; se abalanzó contra este y comenzaron a darse puñetazos y jalones, riñendo en el piso; su ruidosa pelea y la brusquedad de sus movimientos, había golpeado una pata de la cama donde dormía el ángel herido, quien se despertó tras el estruendo. Abrió los ojos y exaltado por el golpe, dio casi un salto de la cama y vio a los hermanos peleando; el nerviosismo le invadió tras ver el aspecto de ambos y de inmediato salió de la cama y con su nivel de vida casi completo, retomó energía para formas un par fe huesos en el aire y lanzarlos contra el par de peleoneros en el piso: ¡Aléjense de mí!- el pequeño se encontraba casi histérico -¡Debo escapar!- los hermanos se levantaron
-Atrápalo- Edge ordenó a Red, quien tomó posición de ataque y corrió en dirección al pequeño que corría de modo rápido.
-¡Papyrus ayúdame!- se escuchaba mientras huía – ¡Alguien por favor ayúdeme!- continuo con ese andar hasta que la raíz de un árbol le hizo tropezar y tras caer, el segundo esqueleto que se parecía a él, había caído y con un arrebato violento le voltea para tenerle cara a cara mientras está en el frío de la nieve –Por favor no me hagas daño...-
-Estúpida mierda ¿Cómo te atreves a atacar así a mí jefe?- le dio una bofetada a la cara –además mi jefe me lo ha ordenado- dio una segunda bofetada, justo lanzaría una tercer bofetada cuando el de azul, detuvo su mano y le aventó con fuerza contra un árbol seco, luego le contuvo con algunos huesos que perforaron sus ropas hasta que Red había quedado colgado en dicho árbol –¡¡¡OYE!!!- gritó con fuerza para reclamar, sin embargo el menor aprovechó esto para seguir huyendo.
Edge veía a lo lejos cómo es que se le escapó el prisionero a su hermano, por lo que decidió intervenir y continuar persiguiendo a Berry; antes de que el menor se adentrará a una cueva que sería su refugio, fue interceptado por Edge que le volvió a tener en esa pose en el suelo y boca arriba –te tengo- exclamó en seco tras sostener los brazos del pequeño y apuntaba sus huesos de ataque color rojo al cuerpo del menor; su respiración agitada, su cuerpo exaltado y su mirada azul que tenía ese fulgor que le llenaba de curiosidad; cada más mínimo detalle embellecido con el contraste de la blancura de la nieve, había penetrado en el sentir de Edge y le causaba la más extraña de las sensaciones de su cuerpo, por lo que había decidido darle una lección al pequeño prisionero, tal y como ha hecho antes con su hermano; desabrochó su pantalón, dejando salir su miembro que por esta ocasión su ectoplasma era un rojo bastante brillante; lo colocó contra la pelvis del menor que aún intentaba forcejear contra su captor; pero entre más se movía, su glande se frotaba cada vez más y eso aumentaba la excitación del guardia - ¿conque quieres escapar, eh?- de un movimiento sujetó con la mano diestra las muñecas de Berry y con la zurda, tomó uno de los huesos y rompió el pantalón del menor que mostraba un pequeño espacio tintineante de color azul celeste, supo entonces que ahí es donde debía colocar su miembro; sin pensarlo más introdujo la punta en la entrada a las piernas de Berry –tendré que educarte como lo hice con Sans- y tras escuchar estas palabras, el menor se había quedado sorprendido, pues es cierto, su primer contrincante era parecido a él y con la frase de él que estaba a punto de hacer ese acto; se quedó paralizado y fijó su mirada a los ojos de él, intentaba mantener una expresión seria y ruda. aunque aún su cuerpo estaba jadeante; sólo dejó de batallar: Entonces es cierto, aun no estoy en ca...- este fue interrumpido abruptamente y lanzando un gemido fuerte, pues Edge había llegado al fondo de este y sus piernas se paralizaban del dolor; las lágrimas volvieron a recorrer su rostro del dolor que sentía al tener al guardia dentro de él.
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Love Puppeteer
RomansaBlueberry comienza a experimentar con muchos sentimientos y pensamientos; más todo esto es inducido por Error para maniobrar su muy malévolo plan y así destruir dos AU's de una buena vez.