Quizás mañana. ➥ ˗ˏˋMinchangˎˊ-

Fin.

Era por la mañana, y tal como predijo sus padres no estaban, eso era un punto a favor para hacer lo que él deseaba desde hace mucho.

Sonrió ampliamente al levantarse, se sentía feliz, pocos momentos eran a sí para el, pero, ya no sufriría, y eso era lo que más deseaba.

Su mañana siguió el curso de siempre, desayunar, hacer su cuarto, deberes... No le serviría de nada, lo tenía claro, pero, por una vez se sentía lleno, su momento había llegado.

Sin más, llegó el medio día. Su comida estaba preparada en el microondas, echa por su madre, su odiosa madre. Cogió el plato, lo dejó en la mesa sonriente y escribió una nota, donde decía: “no la he probado, pero ya, no hará falta hacerlo, de nada mamá.”
La letra era perfecta y pulida.

Dejó el salón y se aproximó a su cuarto, entró en este, cogiendo aire, cerró la puerta.

Eran las cuatro, sus padre no llegaban hasta las seis, así que para el, no habría problema.

Cogió la cuchilla, ya preparada en su escritorio, perfectamente ordenado. La miró sonriente y luego la acarició, para el, ese era su final feliz, lo que de verdad le habían echo desear.

Llevaba manga corta, iba a hacerlo en su cuarto, pasaba de una bañera o de otra forma, quería morir donde había crecido, donde había llorado...

Se sentó en la cama, y primero, pasó la cuchilla por su brazo, sin hacer ningún tipo de herida, una pequeña caricia.

-Adiós...- dijo, quería despedirse, despedirse de la nada.

Puso la cuchilla en su muñeca, se cortaría de arriba a abajo, un corte vertical, profundo y largo, cosa que le provocaría desangre. No quería esas mierdas heridas que se había echo tiempo atrás, esas heridas verticales sin ningún tipo de miedo a morir. Ahora, iba en serio.

Presionó la cuchilla en su piel, cosa que le provocó una risa irónica, notando como esta se hundía en su piel, bajo poco a poco, notando sangre ya por sus brazos, le dolía, pero la satisfacción era mucho mejor que el dolor.

Pensó en su familia, como le habían tratado, y se clavo más fuerte, solando un grito, la sangre se derrama a bajo el colchón y sus piernas, se empezaba a marear.

Sus compañeros de clase, el instituto, y fue más rápido, notando, como su antebrazo llegaba a su fin. Y era así, ese sería su fin.

Acabó, quitó la cuchilla y, por la poca conciencia que le quedaba sonrió, soltando una lagrima, su sufrimiento acababa, su vida también.

Miró la cama ya llena de sangre, luego levanto la vista, dándose cuenta de que poco a poco iba a peor.

Su ira subió, y se clavó la cuchilla, para después tirarse para atrás y dejar que todo se volviera negro.

Sus sentidos se apagaban, sus emociones igual.

Era su final.

Su final feliz.

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Buenas, se que por ahora no a salido Minho, pero, no se preocupen que dentro de poco saldrá...
¿Que creen que pasará?
Gracias por leer!!