Carta V

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Querido A:

Mas tarde descrubri que la margarita no era para mi.

Era para ella. La chica que se sentaba a mi lado, pero ya era demasiado tarde.

Mi mente era tuya.

Te preguntaras porque dije mi mente y no mi corazón. El corazón es algo demasiado abstracto. Algo demasiado utilizado. La mente es la cordura, los pensamientos, los recuerdos.

Tú eras todo eso. Tú me completabas. Porque tú eras todo. Y yo, yo no era nada.

Nunca te dije...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora