꧁Capítulo 1꧂

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Han pasado 20 años desde la liberación de ellos, desde hace más de 10 años que trabajan con algunos humanos, van de vez en cuando, no siempre, pero aún así, algunos mutados prefieren mantenerse alejados y Catus es uno de ellos, decidió vivir en la Isla Gardiner, su vida era tranquila y monótona, hasta el día en que olfateo ese delicioso olor.

Una mirada hacia la humana que tiene enfrente lo hipnotiza, lo deja estático, agitado de tanto correr hacia ese lugar en el que el olió ese exquisito aroma que le gritaba en el interior "MIA".

Una mirada clavada en ella la hace voltear para buscar esa mirada, y encuentra a el hombre que la mira desde lejos, ella lo observa fijamente, quizás el siente curiosidad por ella ya que no hay muchos humanos que visiten esa área del bosque, le sonríe para poder quitar la tensión en el ambiente, y nota como se tensa y comienza a caminar a tropezones hacia ella.

-¡Te encontré, MIA!.


CATUS

Liz esta nerviosa, realmente quería ese trabajo, estaba esperando fuera de la oficina de el señor Sande, este lugar era frío, mucho más que Vancouver, pero más fascinante, esperaba con ansias que la aceptarán con ellos, deseaba trabajar para ellos, la voz de un hombre la sobresalto.

-Señorita Elizabeth Montiegro pase por favor.- su voz era ronca.

Él era un hombre impresionante, ella se sintió exageradamente pequeña al lado de el, vio como el le hacía un ademán de que pasará, continuo caminando

-Claro.- Acomodo un poco su pelo sin que el se diera cuenta, se sentía nerviosa.

-Bien, me podría decir ¿Por que el interés de el trabajo?.- El inclino su silla hacia atrás mientras veía los papeles de ella, tenía buen currículum.

-Oh, pues vera, como dice en mi currículum, tengo experiencia con los animales y los apoyo completamente, me gusta el echo de que ustedes les den una segunda oportunidad a los animales que han maltratado, he visto por medio de noticias que los atienden de una forma excepcional, me gustaría ser parte de ello, tengo experiencia en el tema y esta es una buena oportunidad para poder trabajar con ustedes, además me gustaría poder ayudar a los animales.-Ella le miró fijamente para que viera la seriedad de ella.

-Es cierto de que necesitamos a alguien, pero no creo que seas tu, lamento que suene cruel, pero eres mujer y...- Liz lo interrumpió abruptamente.

-Permitirme interrumpir, pero eso ya me ha pasado, creen que por ser mujer no soy capas de este tipo de trabajos, pero déjeme y lo corrijo, yo soy perfecta para el trabajo, estudie para ser veterinaria, después de adiestrador, y por último en cuidado de animales en el zoológico, se de defensa personal, tengo buena condición y si usted no confía en mi por ser humana, puede ponerme a alguien en mis horas de trabajo, solo le pido que me de una oportunidad, solo eso, le juro que no se arrepentirá de ello-. Ella estaba determinada a conseguir el trabajo.

Sande pudo notar la determinación que ella tenía, le agradó eso y sonrío levemente.

-Veo que estas muy entusiasmada con este trabajo, y no es por que crea que eres débil o que seas humana, ni mucho menos mujer, es por que tendrás que adentrarte a la zona este de la Isla y ahí es peligroso para ti, pues casi no ven mujeres y se convertiría en un problema, los hombres ahí no son como nosotros, eso me preocupa, pero ya que estás de acuerdo con un escolta, te daré el trabajo, será difícil por qué no tenemos a ningún veterinario, así que espero y no haya problema.- Dejó los papeles de ella en el escritorio mientras se levantaba despacio mirándola fijamente.

-Perfecto, no hay problema, y muchas gracias por esta oportunidad.- Ella no pudo evitar la sonrisa que se dibujo en su rostro.

-Es bueno que lo entiendas, vamos afuera para poder asignarle a un macho para que te diga como será tu trabajo.-El paso al lado de ella, ella trago un grito de emoción, abrió la puerta y salieron.

En cierta zona de la Isla.

-Encerio hombre, no se como demonios se animan a trabajar con ese tipo de gente, si yo trabajara en The past ya hubiera matado a algunos hombres humanos.- Catus sonrió, sabía que su compañero no tenía nada de paciencia.

-Que te puedo decir, te acostumbras a sus estupideces, además...¿Que es ese olor?-. Catus comenzó a olfatear ruidosamente y mirado de un lado a otro buscando la fuente de ese aroma.

-¿Que olor?.- Menciona el otro macho al olfatear.

Pero antes de decir mas vio como su amigo corrió como alma que lleva el diablo, corriendo como nunca.

Catus se puso a olfatear, detectaba el olor cara vez más cerca.

-¿Que es este olor tan delicioso?.- Sintió calor en su pecho.

Sentía como se acercaba al aroma, era un olor suave pero fuerte, tanto que podía sentir como le sofoca y a la vez le excitaba, siguió corriendo entre los árboles y arbustos, paro en seco detectando la fuente de ese delicioso aroma era una mujer, traía un gorro rojo y una chamarra verde, unas mallas que resaltaban sus piernas, y después subió la mirada para mirar bien su rostro, y jadeo.

Liz estaba frente a Red, sonriente y feliz de que le mostrará la Isla.

-Muchas gracias por ese tour señor Red.- Le sonrió.

El gruño y callo en cuenta, trago grueso, ella era una mujer...humana, bufo, no podía ser posible, vio con Red le sonrió ampliamente y eso le molesto.

-De nade señorita Elizabeth, y solo Red por favor, me hace
sentir incómodo con el "señor", eso es demasiado humano y me incómoda un poco.- Le sonrío con una mano en la nuca.

-En ese caso solo Liz, Red, agradezco tu ayuda.- Y estiró su mano para estrechar la de el.

El miro curioso e inclino un poco la cabeza, no entendía que quería hacer ella, ¿Tocarlo?.

-¿Te doy curiosidad y por eso quieres tocarme?.-Sonrío levemente a ella.

Ella se sonrojo y pudo ver la vergüenza en la cara de ella.

-¡NO! Es... Solo un saludo humano.- Su voz sonó escandalizada y nerviosa.

El asintió entendiendo e intentando no incomodar.

-Entiendo, lamento el mal entendido.- Tomo la mano de ella, respondiendo su saludo.

-No hay problema...- Algo hizo que se le erizará la piel de su nuca, soltó la mano del macho y se giro hacía atrás.

Una mirada clavada en ella la hace voltear para buscar esa mirada, y encuentra a el hombre que la mira desde lejos, ella lo observa fijamente, quizás el siente curiosidad por ella ya que no hay humanos en esa área de la Isla, le sonríe para poder quitar la tensión en el ambiente, y nota como se tensa y comienza a caminar a tropezones hacia ella.

-¡MIA!.- Prácticamente caminaba a tropezones hacía ella.

-¡¿Que?!.- Liz se echo para atrás automáticamente, no entendió el por que de la reacción del hombre, Red reaccionó y se interpuso entre ellos.

CATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora