꧁Capítulo 2꧂

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-¡MIA!.- Prácticamente caminaba a tropezones hacía ella.

-¡¿Que?!.- Liz se echo para atrás automáticamente, no entendió el por que de la reacción del hombre, Red reaccionó y se interpuso entre ellos.

-¿Catus?¿Pasa algo?.- Pregunto el algo nervioso, pues nunca había visto en ese estado a su amigo.

El resoplo y gruño.

-Muévete...- El macho se veía ansioso.

-¿Que?.- Red se quedó quieto, esa voz no sonaba para nada como su amigo.

Se escuchó el aire soplar, fue helado aún con el sol encima.

-Que te muevas, estas en medio y no dudaré en atacarte si no te quitas de mi camino, ella es mia.- Gruño más fuerte.

Red relajo su postura y suspiro.

-Entiendo, por poco y pensé que tendría que pelear contigo, así que se conocen.- Sonrió levemente, valla jodido malentendido.

Liz hablo bajo y apretando con su mano la chamarra de el

-N...no nos conocemos, jamás lo he visto en mi vida.- Dijo ella algo nerviosa y escondiéndose detrás de el.

Red se tenso.

-¿Como que no lo conoces? ¿Que esta pasando Catus?-. Red volvió a ponerse en guardia, y miro a su amigo interrogante.

El seguía con esa postura amenazante.

-Jamás la he visto, pero su olor me atrae de una forma en la que se que es mía, así que muévete, le demostraré que ella es mía la reclamaré como mi hembra.-

Camino hacia ellos, ella inconscientemente se abrazo de Red, ese hombre emanaba peligro por todos lados y eso ocasiono un enojo y gruñido por parte de Catus.

-No dejes que se me acerque, enserio no lo conozco y no se por que dice esas cosas.-Ella se sintió realmente intimidada por el macho frente a ella.

Catus empezó a resoplar.

-Suéltalo y ven hacia mi, no toques a otros machos.- Y se dirigió hacia Red rápido.

Lo tomo del cuello de la camisa y lo levanta del suelo, Red por reflejo le pateo el estómago y eso ocasiono que Catus perdiera un poco el equilibrio, y dio pasos hacia atrás soltando su camisa, pero volteo y se puso en posición de ataque Golpeó su pecho, resoplo y gruño.

Red palideció, jamás lo había visto hacer eso, en levanto las manos hacia arriba.

-Vamos hombre cálmate, no puedes venir y reclamar a una mujer de esa forma, la estas asustando, no tiene ni idea de lo que estas diciendo.-

Catus volteo a ver a Liz, la vio tensa y solo hasta ese momento pudo oler su miedo y se dio cuenta en la situación que estaba provocando, ¿Como demonios paso esto? el no es así, siempre esta calmado, se levanto de inmediato, calmo su respiración a como pudo y la miro.

Ella lo miro impresionada y con miedo, joder, y quién no.

-Yo lamento este momento señorita Liz, yo... jamás... es decir, nunca me había pasado esto, pido que me disculpe.- Aún después de esa disculpa seguía temblando por el frenesí, la miro fijamente, algo aturdido y avergonzado por su comportamiento.

Ella dudo, no sabía que pensar, pero tenía que recordar que el no era completamente humano, no entendía lo que pasaba o el por qué, pero se armó de valor.

-N...no se preocupe señor... ¿Catus?.- Dudo.

El apretó sus puños y los llevo atrás de su espalda.

-Solo Catus.-dijo algo tenso.

En cambio ella se vio mas relajada y saliendo de detrás de Red le dio una sonrisa tímida, que hizo que lo que tiene entre sus piernas se endureciera de inmediato, cosa que no paso desapercibida por el y claro... Red, quien lo miro impresionado, Liz en cambio no dejaba de verle el rostro, fascinada por sus ojos.

Red sonrió y suspiro, relajando su cuerpo.

-¡Bien! Ahora que las cosas están mas calmadas podemos seguir a su lugar de trabajo señorita Liz, esta es la última parada del recorrido así que sigamos, tiene que familiarizarse un poco con su área, estando ahí podré decirle los ejemplares de animales que tenemos y...- Pero fue interrumpido abrupta mente.

Catus soltó un sonido gutural.

-¿Ella trabajara aquí?.- Pregunto algo impresionado.

Redo lo miro serio.

-Si, ella será la veterinaria de La Isla.-

Gruño bajo.

-¡No! Eso es demasiado peligroso.- La miro con el ceño fruncido.

Ella se molestó por qué volvieran a decirle lo mismo, este hombre se estaba tomando demasiados atrevimientos.

-Disculpe que lo interrumpa señor... Catus.- Remarco su nombre molesta.

El soltó un resoplido.

-Solo Catus.- Su voz cambio a una más suave.

Ella lo miro más seria.

-Es la costumbre, pero como decía yo soy perfectamente consciente de los animales que tienen aquí, se como manejarlos y convivir con ellos, además...-Pero el la interrumpió.

-No solo hay animales aquí, también hay mutados que no se saben controlar, que son territoriales, los mas peligrosos y antisociales, a ellos no les agradan los humanos y podrían ser demasiado agresivos, o peor aun, quizás quieran reclamarte, son inestables.- Pudo notar un poco de preocupación.

-¿Reclamarme? ¿Como lo que usted iba a hacer?.- Ella se cruzó de brazos mirándolo.

El se callo mediatamente, joder.

-Eso es muy diferente, yo soy tu macho y...-

Pero Red lo detuvo.

-Basta Catus, ella tendrá a alguien que la proteja durante sus horas laborales, además ya se dio aviso a Lowe para que corra la voz de el por que ella esta aquí.-

Catus se calmo un poco.

-Lowe no es de tanta confianza, le gusta ayudar, pero hay momentos en qué tiene arranques y lo sabes, no es del todo confiable, no la puedes exponer a ello.-

Liz lo interrumpió.

-Yo no lo creo así, Lowe es una de las personas mas agradables que he conocido, me explico las zonas mas peligrosas de aquí, y me menciono que me vería mañana para llevarme a ver a varias especies de animales que tienen aquí, de echo, de los que he conocido, el es el que emana un aura más tranquila.-

El vio la sonrisa que se dibujo al decir el nombre de el otro hombre, gruño bajo.

-No iras.- La voz de el sonó tensa.

-¿Disculpa?.- Sonó molesta.

-No iras, el no es del todo confiable y no sabes de que es capas.-

Ella lo miro desafiante.

CATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora