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Narra Luis:
Puta madre. Le creyó a él! Avalon, quien me conoce desde que éramos niños prefirió creerle a un cabrón al que acaba de conocer! 
Nunca había estado más molesto. Estoy enojado con él por ser un hijo de puta, y estoy enojado con ella por irse con él. ¿Qué tienen las chicas que siempre se van con el patán?
Conduje hasta la agencia de Jimena, y como era de esperarse, llegué hasta la madre de tarde.
Perra madre, lo que me faltaba!
Yo🥀:
-Jime perdón. Ya sé que es tarde, pero aquí estoy, ¿ya saliste?-
Me fijé en el reloj.
10:30.
Claro que ya se había ido. Debí haberme quedado en casa esperando a Avalon o tratando de impedir que se fuera, así me odiara para toda la vida.
Pero no! La dejé ir, y gracias a eso llegué tarde aquí y ahora Jimena ya se fue y estoy solo y enojado.
Jime🥰:
-Hola Luisillo, lo siento, como vi que no llegabas me fui a casa☹️ Creí que estabas grabando y por eso no habías podido venir. Pero hey, nos vemos mañana.
Te quieroo❤️-

Genial. Tiempo perdido a lo puro pendejo.
Pero tengo que ir al baño y no creo poder aguantar hasta llegar a casa. Aún hay gente en la agencia, así que aprovecharé para ir al baño.

Me eché agua fría en la cara, que sigue estando roja de coraje. Espero realmente que Avalon no haya caído en el juego de ese pinche pendejo con nombre aún más ridículo que él.
Salí del baño con la intención de irme a casa, pero cuando pasé por la recepción la chica que estaba detrás del escritorio se dirigió a mi.
-Oye, ¿tú eres Luis de la Rosa, verdad?-
Supuse que quería una foto. Y no iba a negarme, haber tenido un mal día no es justificación para tratar mal a las personas.
Pero...
-¿Vienes por Jimena, cierto?- sacó algo de un cajón. Era su bolsa de maquillaje- ¿Se lo podrías entregar? Por las prisas lo olvidó aquí- me entregó la pequeña bolsita color morado.
-Seguro, mañana que la vea se la daré-
-¿Mañana? Creí que venías a recogerla-
-Así era pero resulta que ya se fue a casa, así que...-
La chica miró a ambos lados del pasillo.
-Pero ella sigue aquí-
Fruncí el ceño.
-¿Como?-
-Si, no ha salido, está en el estudio 26- señaló el elevador a su derecha.
Fue ahí cuando supe que esto no podía significar nada bueno.
-Gracias-
Entré al elevador. Vi mi cara en el espejo de la pared trasera. Estoy pálido, mi pulso está completamente acelerado y mi respiración es más rápida de lo normal. Conforme la luz roja marcaba un piso más, mi presión se desplomaba. Hasta que las puertas se abrieron.
Ante mi, había un pasillo corto, como de unos 5 metros, con fotografías de diferentes personas colgadas en la pared. En la puerta del fondo pude distinguir una luz encendida... tengo miedo de entrar, porque sé qué hay algo malo detrás de esa puerta.
Puse mi mano sobre la perilla, fría como un hielo. Iba a girarla, pero escuché a alguien hablar.
-¿Entonces como vas con eso?-
Es la voz de Michael.
-Bien, supongo. He estado haciendo exactamente lo que me dijeron; no molestarlo-
En seguida supe que se estaba refiriendo a mi.
-Bien, así sigue. Recuerda que tienes que volverte muy cercana a él para conseguir la portada-
-Que si! De momento ya tengo mucho, ¿cuando vemos a tu papá para contarle?-
-Mañana-
-Bien! Yo les diré todo lo que sé de él hasta ahora y a cambio, soy su portada y cara de su sitio web, ¿verdad?-
Eso me dolió. ¿Fingió todo acaso? ¿No me quería nada? ¿Neta todo lo hizo por publicidad?
Me enojé aún más, pero esta vez conmigo mismo, ¿en serio no lo vi venir?
Estaba tan ocupado consiguiendo a alguien para olvidar a Avalon que no me fijé con quien estaba metiéndome.
*No es tu culpa, ¿cómo ibas a saber?*
La verdad me dolió más por no haberme dado cuenta a tiempo. Pero aún puedo salvarme, creo.
Comencé a grabar todo lo que escuchaba, de algo me serviría.
-Dime lo que sabes, anda- insistió Michael.
-No sin un contrato frente a mi. No pienso decir nada hasta ser su portada-
-Bien, bien. ¿No te habrás enamorado de ese chico, verdad?-
-Es lindo y lo quiero, pero quiero más esta portada- rió.
Así que todo este tiempo fui solo un medio para un fin. Cool.
Estaba tan encabronado que sin pensarlo abrí la puerta... y se estaban besando.
No conforme con haberme traicionado, también me engañó con este hijo de perra.
-Luis- Jimena se retiró rápidamente-¿Qué haces aquí?-
-Olvidaste esto en la recepción- le entregué su bolsa- Creí que te habías ido a casa- dije en tono inocente.
-Yo, yo...- titubeó.
Asentí.
-Terminamos- dije con una sonrisa, como si no me importara. Y es que no me importa.
-No me importa, iba a deshacerme de ti en breve de todas formas!- gritó.
-¿Disculpa?-
-Lo sé todo sobre ti, Luis. Todo. Y si tengo que venderte para brillar, no tendré problema en hacerlo-
Solté una carcajada y saqué mi celular. Comencé a reproducir el audio que había estado grabando hasta ahora.
Moriría por poder revivir la expresión de sus caras, pálidas y desenfocadas al escuchar eso.
-Te propongo un trato- me acerqué a ella- No dices nada de lo que sabes, y yo no publico esto. No me chingas, no te chingo, y tú te quedas exactamente cómo estás ahorita; estancada.¿va?-
Tomé su silencio y su mirada de odio como un "si".
-Un placer hacer negocios con ustedes, chicos. Me voy a casa, te llevaría a la tuya, pero creo que él puede encargarse- le dediqué un guiño y salí de ahí.
Literalmente corrí hasta el elevador y apreté el botón más de 20 veces hasta que las puertas se abrieron ante mi.
Estoy más pálido que hace raro y mis ojos están jodidamente dilatados.
No me importa perderla, me importa la traición.
Le marqué a Avalon, puede estar molesta y lo que sea, pero sé que va a escucharme. Si tan solo contestara el maldito teléfono.
Mierda!
Le mandé decenas de mensajes y la llamé un par de veces más. Por favor, por favor que no esté con ese pendejo.
Pero jamás respondió. Prefiero mil veces que no me conteste porque esté enojada, a que...
Agh! ¿A donde voy ahora?
Con Loreto! Si, iré con Loreto. Ella es una buena amiga también. Mierda! Está en una reunión de Pantene para un estúpido shampoo.
No tengo a nadie. Soy Luis de la Rosa, el actor. Y no tengo a nadie a quien recurrir.
Y la verdad no sé porqué, pero casi por inercia conduje hacia la escuela.
Aquella escuela que no he pisado en meses, aquella donde jugué mi último partido de fútbol oficial. Estacioné mi auto en el estacionamiento para alumnos, en el cajón donde solía dejarlo todos los días, y me dirigí al vestíbulo. Cerrado. Claro, Luis.
*Esto no es una película estadounidense, Luis. Claro que está cerrado*
Pero no quiero irme. Toda mi familia está en casa, ya no tengo novia y Avalon no contesta su celular. No tengo nadie con quien hablar ni a donde ir.
Sin embargo conozco un lugar de la escuela que está abierto siempre, no importa el día, ni la hora: la cancha de fútbol.
Ya pasa de la media noche y está helando. Suerte que me puse mi sudadera favorita y una chamarra, pero aún así, el frío se colaba hasta mis huesos.

De la Rosa 🌹🥀 (Luis de la Rosa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora