De la Rosa 🌹🥀 (Luis de la Rosa)

[33🥀]

-¿Qué tengo que hacer para que dejes de estar enojada conmigo?- me preguntó por enésima vez en el día.
-Nada, porque no estoy enojada contigo, Luis-
Pero si lo estoy. No tanto por su avaricia, no por tener que protagonizar junto a Natasha Dupeyron *Bueno, tal vez algo*, estoy molesta porque lo hizo a escondidas de mi, porque creyó que yo le iba a prohibir hacerlo. Porque no confió en mi.
-Te conozco, sé que estás molesta-
Comenzaba a enfadarme.
-Luis...-
-Te juro que preferiría que me gritaras- agregó.
-Luis...-
-Si quieres acompáñame al set para que te asegures...-
-¿Asegurarme? Luis, nadie entra donde no lo dejan entrar. Y confío en ti, así que...-
-¿Segura que estás bien?- preguntó aún con desconfianza.
*¿Qué haces, Avalon? Estás haciendo justo lo que te prometiste a ti misma no hacer; guardarte todo. ¿Pero qué haces cuando lo que quieres decir va a herir a otra persona?*
Asentí.
-¿Cuando empiezas a grabar?- No me queda más que apoyarlo.
Una sonrisa se formó en su hermoso y angelical rostro. Uno no puede enojarse con Luis, solo hace falta mirarlo para perdonarlo e inclusive pedir disculpas.
-El 14 de enero-
¿Qué?
-Es exactamente la segunda semana de clases, ¿como le vas a hacer?-
Se rascó la cabeza.
-Supongo que igual que en Luis Miguel, los fines de semana-
Me dio la impresión de que está ocultándome algo, pero tal vez sea solo un presentimiento.
-Luis, en Luis Miguel te permitieron grabar en fines de semana porque aparecías menos de 20 minutos por episodio, y eso que participaste en media serie. Aquí serás el protagonista-
Mordió su labio inferior con la mirada perdida al cielo. Estoy segura que está imaginando lo genial que se siente; tener 17 años y contar con esa trayectoria que va en ascenso.
Me alegra ser parte de su vida.
-Que genial, ¿no?, el protagonista- hizo un movimiento con las manos- No puedo esperar a ver mi nombre en grande bajo el título-
-Bueno, ya sabes lo que se siente-
-O sea, si- tomó aire- Pero esto es diferente. Lo que hago hoy es lo que realmente importa-
-¿No piensas en tomarte un tiempo? No has descansado nada desde que comenzaste Luis Miguel-
Me miró como si hubiese dicho lo peor del mundo, cometido el peor pecado.
-¿Descanso?- dijo como si fuera una palabra desconocida- Tendré toda mi vida para descansar, quiero vivir el momento ahora. Quiero entrevistas, alfombras rojas, fiestas, papeles...-
-Ya me lo habías dicho. Lo quieres todo- rodeé los ojos y giré mi cabeza a otro lado para poder alcanzar mi bebida.
Pero Luis tomó mi rostro suavemente, siento el frío de su anillo, ese que siempre lleva en el dedo anular, ese que fue un regalo de una joyería donde compra mucha gente famosa. Recuerdo lo feliz que se puso cuando s Eli enviaron.
"Eso significa que me consideran uno de ellos, que me consideran famoso". Dijo aquella vez.
Posicionó mi rostro justo frente al suyo, y con toda la seriedad del mundo, susurró:
-Ya te dije que mi todo eres tú...- y me besó.
Como amo sus besos. Como amo sus caricias. Como lo amo a él.
(...)  
-No quiero regresar a la escuela- se quejó Jaz mientras metía su último cuaderno a su mochila.
-¿Podemos faltar mañana, mamá?- preguntó Andrés con un puchero en la cara.
Al parecer Luis y yo somos los únicos emocionados por regresar a la escuela. No por otra cosa más que para hacer oficial lo nuestro ante la escuela.
*Muero porque Gabriela lo sepa. Quiero ver su cara*
Luis y yo caminamos hacia la escuela. No puedo creer que hace unos pocos meses, Luis era solo un "chico que me resulta familiar". Hoy en día somos novios. Las vueltas de la vida.
Nos sentamos, como siempre uno junto al otro en la misma mesa. Ventajas de que nuestros apellidos empiecen por la misma letra.
Todos en el salón nos miraban diferente. Como si aun sin decirles, ellos supieran de lo nuestro. ¿Tan obvios somos?
Revisaba Instagram cuando sentí una mirada. Luis sostenía su cabeza con una mano, y con la otra, jugaba con mis pulseras. Me pareció tan tierno verlo así.
Le dediqué una sonrisa. Nunca había estado tan feliz por regresar a la escuela.
-Bien chicos, ¿qué tal sus vacaciones?- preguntó la maestra de matemáticas.
Todos respondieron en coro algo inaudible.
-Tenemos dos nuevos estudiantes el día de hoy que se integrarán a nuestro curso; Thomas Castillo... y Valeria Rohalid...-
La cara de Luis cambió por completo. Fue una mezcla entre confusión, intriga y me atrevería a decir entusiasmo. Enseguida soltó mi pulsera y giró su cabeza hacia el pizarrón, donde esa chica misteriosa estaba parada.