Pelea

66 8 0
                                        

Ya casi era la hora de la salida y estaba en clase de informática sentado con Samuel.

Me voy a tener que ir rápido, tengo que llegar lo antes posible a mi casa- le mentí, para no decirle que me iba a pelear con su mejor amigo-¿Por que?¿Todo bien?- me pregunto algo preocupado-Si, solo que es el cumpleaños de mi abuela y le vamos a dar una sorpresa- le dije. Cómo odio mentirle, pero lo hago para que él no vaya a tener problemas con Jorge- Está bien, la felicitas de mi parte- me dijo, dándome un beso en la mejilla, causándome un sonrojo y haciéndome sentir más culpable por mentirle.

Tocaron el timbre para la salida y salí rápido del salón, detrás de Jorge para ir al parque. Al llegar, nos fuimos a la parte más lejana para que no nos fueran a ver.

-Ahora que quieres?- le dije dejando mis cosas en el suelo-Qué me dejes de quitar lo que es mío- me respondió el muy enojado-¿De que hablas?- le pregunto confundido y enojado-Te haces el estupido todavía. Primero, te convertiste en el mejor amiga de mi novia y ella te ponía más atención a ti qué a mi. Segundo, ahora eres el novio de mi mejor amigo, pareciera que me quieres quitar todo- yo solo me reí por tal estupidez- Mira- le dije molesto- tu ex novia te atendía como a un rey, y segundo no te quiero quitar nada, no todo gira alrededor de ti-el me miro con cara de enojo y grito- ¡Agarrenlo!-

En ese momento me sorprendí al sentir a dos personas detrás de mi agarrándome. Trate de zafarme, pero no podía, ellos me lo impedían. Al voltearme pude ver de quien se trataba, eran Fernando y César.

- A mi no me hablas así imbecil, a ver si con esto aprendes- me dijo y después me golpeo en la cara haciendo que me saliera sangre de la nariz- ¿Eso es todo?- pregunté retándolo- No- dijo dándome un golpe en el estómago, causando que perdiera el aire y haciéndome caer de rodillas

Pov Samuel

Alejandro se salió rápido de la escuela al igual que Jorge. Tenía un mal presentimiento, pero no quise hacerle caso.

Al llegar a la salida de la escuela, las amigas de Alejandro se acercaron a mí con cara de preocupación.

-Samuel- me hablo Jatziri- ¿Qué pasó?- le pregunté algo extrañado- Se supone que no te tendríamos que decir esto, por qué Alejandro nos dijo que no lo hiciéramos- está vez hablo Karla, preocupándome un poco-Me están preocupando ¿Que sucede?- les pregunté- Alejandro y Jorge se van a pelear en el parque, pero creemos que Fernando y César se van a meter por que se fueron detrás de ellos, sin que Alejandro los notara- me dijo Alejandra.

En ese momento mi mal presentimiento creció, debido a que eran tres personas que se llevaban mal con Alejandro y eso me preocupa, salí corriendo al parque para buscar a Alejandro. Las chicas iban corriendo detrás de mi igual de preocupadas.

Cuando llegue al parque, no los veía por ningún lado, por lo que mi preocupación se hizo más grande. Empecé a caminar y escuché las vos de Jorge  gritar- ¡Agarrenlo!- al escuchar eso, busque a Jorge con la mirada. Cuando de repente veo a dos chicos a agarrar a alguien por la espalda, en eso veo cómo Jorge golpea a esa persona y caí en cuenta que era Alejandro. Jorge lo volvió a golpear y sentí un dolor enorme al verlo a caer de rodillas al piso, y que esos imbeciles no lo dejaban.

Pov Alejandro

-¿Que pasó?¿Te quedaste sin palabras?- me pregunto Jorge algo sarcástico. Yo solo volteé a verlo y sonreí- No lo creo, todavía aguanto mas- le dije entre risas. En ese instante volví a sentir un golpe en el estómago, tan fuerte que me salió un poco de sangre, y caí al piso poniendo mi manos para no pegarme en la cara. Fernando y César se empezaron a reír, trate de levantarme pero Jorge me dio una patada haciéndome caer completamente, el se río y me dio otra patada en el abdomen.

De repente escuché que alguien gritó-¡Ya déjalo!- reconocí la voz la cual era de Samuel- Bebé ¿Estas bien?- me preguntaron Alejandra y Chabela al tratar de levantarme del piso- S... Si- les respondí.

Jorge y los demás se fueron corriendo, trate de acercarme a Samuel para abrazarlo, pero mis párpados pesaban mucho, y terminé por caer al piso, lo último que escuché fue el grito desesperado dé Samuel- ¡Alejandro!-.

Amor entre chicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora