El lunes empecé algo mal mi semana, y ayer seguía igual, intenté hablar con Karen más de una vez; la primera me ignoró, la segunda ni me dirigió la mirada, y la tercera me ofendió a más no poder, luego de eso me dije a mí misma que jamás me le volvería a acercar, mientras tuviese ella esa actitud, no lo haré, hice lo que me correspondía, lo que David me dijo, pero al ver que ella no pone de su parte, mejor ya ni l mirada le dirijo.
Hoy estuve sola en el receso, me senté apartada de todos incluyendo de mis amigos, no es porque no haya logrado lo que quería, sino que simplemente no me hace sentir bien que me digan o culpen por algo que no es cierto, y eso por eso que lo hago.
- Hey.- Escucho la voz de David quién está en frente de mí junto con una sonrisa.- Sé que no quieres compañía, pero, quería saber si estás bien.
- Aaahhhh... Tú, ¿quieres a, saber si estoy bien?- Le pregunto sorprendida ya que no muchos se acercan a mí solo a eso.
- Sí... ¿lo estás?- Pregunta de manera preocupante y no evito sonreír y suspirar.
- Sí, sí estoy bien.
- Je, bien... de acuerdo.- Su sonrisa para cada segundo más sincera.- Entonces, suerte en tus clases.- Es lo último que dice y comienza a caminar, pero en ese momento le grito y voltea a mí de nuevo.
- Acompáñame.- Le digo desde mi asiento y él frunce el ceño.
- ¿A dónde?
Agarro mi mochila, voy rápido a dejar mi charola de desayuno al lavabo de la cocina y llego luego frente a David.- Acompáñame.- Le sonrío y le tomo la mano para que me siga.
Era mediados de receso, por lo que no hay tanta prisa ni preocupación por llegar a nuestros salones, y lo llevé al salón de música.
- ¿Qué, por qué me traes aquí?- Pregunta pero no contesto ya que estoy acomodando un teclado y una silla en frente.
- Toca algo para mí.
En eso mueve la cabeza con cara de ignorancia.- Ay, Mery...
- Hazlo, tal vez eso necesito, necesito una persona que se preocupe por mí, y que cuando le pida que demuestre su talento, lo hará, solo conmigo.- Lo quedo mirando.- Toca algo.- Volteo a ver el teclado y lo señalo.- Tienes el teclado listo, yo tengo una silla...- Empiezo a caminar y me siento.- ... y todos felices, ¡vamos! yo sé que tú quieres.- Le recalco y se empieza a reír.
- Okay.- Rueda los ojos y camina al teclado y se alista para tocarlo.
Empieza con una tecla tras otra hasta que va subiendo de ritmo, la canción es reconocible desde su inicio, Here Comes The Sun de The Beatles es hermosa en sus manos, y también en su voz. Sí, canta y toca aquel instrumento de una manera tan apasionada que hace que mi atención esté completamente en él, y más allá de eso, que mi corazón lata cada vez más rápido, mis manos me suden y mi respiración sea más profunda, llega el momento en el que no escucho nada, solo lo veo moviéndose y nada más, con eso es suficiente para que sonría y suspire por él, así de fácil y rápido pasó el tiempo, y cuando lo noté ya había acabado y yo seguía viéndolo como si nada.
- ¿Y? ¿Te relajé?- Entrecierra los ojos y se ríe.
Tardo en contestar.- Estoy... en...- Parezco boba en ese momento, hasta sentía que me babeaba cuando no es así en realidad.
- Estás...- Me queda mirando y yo con trabajo y puedo hablar.
- Estoy... en... shock.- Le sonrío y empiezo a aplaudirle por aquella canción tan hermosa que interpretó, además, no tenía el valor, supongo que, para decirle que la palabra correcta es simple y sencillamente "en...amorada."- Eres, increíble, talentoso, cantas... hermoso.- Suspiro al final y me levanto de la silla, y David baja la cabeza con una sonrisa y con la cruz algo roja.
- No creo que sea para tanto.- Regresa su mirada a mí.
- Es mucho más que para tanto, ya te lo he dicho.- Hablo bajo porque no puedo con él, enserio, no sé qué pasa, solo siento que me es difícil estar a su lado por la gran cantidad de nervios que tengo ahora.
- Wow, no me sentía tan halagado desde... nunca.- Suelta una risita.
- Ja, bueno...- Me quedó callada y mis ojos aún no se pueden despertar de él.
- Y... ¿ahora qué?
- Pues... Ammm... Tengo que, a...comodar aquí, el... teclado y, dejar todo como estaba.- Sonrío.
- ¿Quieres que te ayude?
- No, no no te preocupes, yo lo hago.
- Bien, entonces... ya me, voy.- Señala la puerta.- Suerte en tus clases.
- Claro, sí.
- Te veo alrato.
- Bien.- Digo incómoda.- Hasta alrato.
Sonríe y abre la puerta del salón, pero de pronto se detiene y me mira.- Ah, oye... ¿puedo preguntarte algo?
- S... sí, ¿qué... pasó?
- ¿Ya no odiamos a Richie?
- ¿Odiamos? ¿Qué...- Logro recordar el "juramento de odio" que hizo en mi casa y vuelvo a sonreír ante ese recuerdo.- Ya, no tanto.
- Ahhh... ¿pero odiamos a Karen?- Me pregunta y ambos nos reímos en intensidad.
- Un poco.- Digo risueña.
- Okay... bueno, espero, que te haya ayudado.
- Créeme, me ayudaste mucho.- Le sonrío de oreja a oreja y se va dejando la puerta cerrada.
Una vez que se fue me volví a sentar en la silla y me quedé con una cara de shock, esta vez sí era real.
- Wow... ¿sí lo sentí?- Pregunto confusa y sonrío al escuchar en mis oídos de nuevo cada nota tocada por él, me llego a morder mi labio inferior y una alegría única llena mi rostro.- Es hermoso.- Digo de forma alegre, simpática y con tono de amor, así se siente.
Ya me di cuenta, ¿cómo es que no lo hice antes? Empiezo a recordar cada momento con él, cada plática, cada vez que me habla, que se preocupa por mí, parece como si Dios me hubiese enviado a alguien en quien yo pueda poner mi vida en confianza, David es un ángel, y más que eso, es un gran hombre con un alma tan cálida y una inteligencia única, cosa que no puedes encontrar en cualquier persona.
Es lindo, y estoy enamorada de él; ahora sí lo puedo asegurar.
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¿Carisma... o Placer? [En Edición].
FanficDavid: Un chico tranquilo, inteligente, amable, muy lindo, aunque también, muy tímido, pero a pesar de ello me hace reír a más no poder, sabe controlarse emocionalmente y me enamora con ello y mucho más... Richie: Un idiota, alguien que no se anda c...