¿Carisma... o Placer? [En Edición].

"No creo que pueda ahora."

-¡¿Osea que no tenías pensado decírmelo?!

- Pues lo siento, pero ni siquiera imaginé que ella te lo dijera.

- Eres un desgraciado, ¿no confías en mí?- Su conducta empezó a ser más berrinchuda con David.

- No es eso, es que es tanta tu insistencia en que salga con Mery que me desespera, si no fueses así te contaría todo.

- ¡No puede ser! Osea que ¿hay más cosas que no me has contado?

- Pues, digamos que, solo una cosa más.- Le dice mientras alza una de sus cejas y sonríe.

- Bueno, y… ¿me la vas a contar?- Le pregunta Jon mostrándose muy sonriente.

- Si dejas de insistir tanto del tema lo haré.

- Sabes que no lo haré.- Se muestra amenazador hacia David y él suspira.- Mira ¿sabes qué? Tú me dices lo que falta, y…- Piensa por unos segundos.- …yo te ayudo a seguir enamorándola.- Se recarga en su antebrazo y lo ve pícaramente.

David lo queda mirando en forma algo desagradable y seria, pero al parecer no le pudo decir que no a su mejor amigo, además de que tal vez lo haya visto como una oportunidad, así que aceptó y comenzó a contarle cómo sucedió el primer beso que se dieron Mery y él el único día que ella fue a su casa a tomar clases de piano; desde ese día ya no ha ido, pero ambos saben que tampoco olvidan que esa es una excusa para verse durante toda una tarde.

***

Desperté obviamente sin ánimos, ni siquiera quería despertar pero lo hice, me quedé en mi cama durante los primeros diez o quince minutos si no mal recuerdo, y entonces fue ahí donde escuché el tono de llamada de mi teléfono y era Richie, al contestar, no respondí nada por unos segundos, no quería hablar pero pues tenía que hacerlo.

- Es muy temprano… ¿no crees?

- Quería ver si ya estabas despierta.

- Ya lo comprobaste.- Sonrío en ese instante.

- Te llamé porque, quiero desearte… un buen día.

Trago saliva antes de responder.-También tú, que te vaya bien… en tu día.- Respondo algo seca y estaba a punto de colgar porque solo se escuchaba el silencio.

- Te amo.

Una vez más me lo volvió a decir, solo son dos palabras, pero significan mucho para mí, tanto para bien como para mal.

- Yo también, te amo.-Sonrío de lado y un poco más aliviada.

Escucho que suspira.

- No me lo digas, no ahora.- El silencio nos vuelve a invadir.- Dímelo cuando no estés confundida, y cuando sea yo a quien realmente amas.- Lo escucho hablar y cuelga la llamada.

Mi berrinche iba a comenzar de nuevo, iba a volver a llorar pero de pronto escucho que me grita mi mamá diciéndome que debo apresurarme o esta vez sí llegaría tarde a la escuela, por lo que me levanté y me vestí rápidamente, luego al bajar alcancé a duras penas a despedirme de mi papá y salió al trabajo, minutos después fui con mi mamá a la cochera y partimos a la preparatoria.

Corrí como loca a la cancha de baloncesto ya que mi primera clase era de Educación Física, por suerte aun el profesor no llegaba, así que me fui con Alice y las demás, vi a lo lejos que Karen estaba sentada en una de las bardas de la cancha y me quedó mirando algo brusca, pero ya ni le hago caso, nunca fue mi amiga, ni me interesa.