Contraataque de la Protagonista Femenina: "Venganza De La Hermana Traicionada"

Capítulo 20: Dedicada a ti

Elliane quedó momentáneamente sorprendida al escuchar su apellido completo, pero esto no fue percibido por la pareja de padres que se encontraba firmando los documentos finales de adopción.

...Visheyns...sin duda aquel apellido le resultaba muy familiar, pero no podía deducir el porqué de esta sensación...

Mientras ella se encontraba distraída y pensativa ante alguna información nueva que olvidó pudiendo serle de utilidad. Los señores Rogers se tomaban de la mano con la hermana Gracia agradeciendo el cuidado a su hija todos estos años.

"Nuevamente quiero agradecerle en mi nombre y el de mi esposa por la ayuda brindada todos estos años al cuidar a nuestra pequeña"

"Jejeje...creame señor Rogers al decirle que para mi fue un placer cuidar de Cielo todos estos años, ella es sin duda una niña maravillosa"

La pareja le sonrió a la amable anciana y agradeció nuevamente el cuidado, para finalmente dirigir su atención a su pequeña que se encontraba de pie detrás de ellos con una mirada pensativa.

"...Cielo~..."

"Cariño~ puedes escucharme~"

Elliane recupero el sentido al escuchar la melodiosa voz de su madre llamarla con amor y tenura, levantó la cabeza y se acercó a sus padres con una mirada llena de felicidad.

"Mamá~ ¿qué ocurre?"

Misha sintió su corazón llenarse de dulzura al ver a su pequeña actuar de forma mimada. Acarició suavemente su cabeza y le dirigió una mirada de complicidad a su esposo.

"Cariño, llegó la hora de presentarnos formalmente" comentó con tranquilidad el señor Rogers.

"Bien, empezaré con las presentaciones mi nombre es Eduardo Rogers Valentine y el nombre de tu madre es Misha Visheyns Solei"

"Pero cariño tú puedes llamarme mamá y a Eduardo, papá. ¿Ok?"

Elliane asintió rigidamente la cabeza hacia sus padres, su mirada no se podía enfocar debido a que se encontraba aturdida, ya sabía que aquel apellido le era familiar y lo confirmó con el nombre completo de sus padres.

...Eduardo Sebastián Rogers Valentine...hijo de Armando Rogers, el dueño de una empresa de entretenimiento muy reconocida entre los países de nivel medio, aunque no era un magnate de los negocios, era el jefe de una de las nuevas familias ricas de esta generación.

...Misha Islythia Visheyns Solei, la unica hija de la familia Visheyns, el actual patriarca era el dueño de una de las empresas de modas más famosas en los países de nivel medio, aunque ambas familias no formaban parte de los antiguos nobles de la alta sociedad con grandes raíces familiares y extensas conexiones entre los países de alto rango.

No podían ser subestimados, ninguna de estas familias era vegetariana si las molestabas sin duda atacarían con todo lo que tuvieran...ya le parecía extraña su incomodidad con los apellidos de sus padres.

¿Cómo podría olvidar a las familias Rogers y Visheyns? Recodaba que en el pasado fueron empresas que se asociaron con conocidos de sus antiguos padres, ella recordaba que en aquel entonces no les había tomado la suficiente atención debido a su estado, pero como ella iba a heredar el negocio familiar debía conocer a todos los patriarcas y dueños de grandes, medianas y pequeñas empresas.

Regresó a sus sentidos al ver a sus padres mirándola preocupados, les dirigió una sonrisa para luego acercarse a sostener la pierna de su madre y frotar su mejilla en ella.

Misha se llenó de felicidad y sostuvó a su pequeña en sus brazos, la pareja se despidió una vez más de la directora de orfanato y paso a retirarse.

Pero cuando estaban a punto de salir de la habitación y dirigirse al pasillo, Cielo dijo "¡¡Esperen, por favor!!"

La pareja observó con curiosidad a la pequeña, Cielo pronto se dio cuenta de que no fue correcto que ella gritará, asi que escondió su cabeza en el cuello de su madre y afirmó suavemente...

"Mamá...quiero recoger las pocas pertenencias que tengo en mi antigua habitación"

La pareja se dirigió una mirada de complicidad y asintieron ante la petición de su pequeña, Misha bajó a Cielo de sus brazos y le dijo "No te preocupes cariño puedes ir por tus cosas. ¿Quieres que papá y mamá te acompañen?"

Cielo agradeció a sus padres por permitirle recoger sus pocas pertenencias y afirmó que prefería ir sola ya que no tenía muchas cosas.

La pareja observó a su pequeña con mucho amor, ya que pensaban que aunque Cielo tenía pocas pertenencias para ella estas eran muy valiosas, lo cual hablaba muy bien de ella y consideraron que ella sería una niña muy filial en el futuro.

Cielo agradeció nuevamente a sus padres y salió del despacho de la directora para dirigirse a su antigua habitación.

Mientras caminaba observó por la ventana a los niños jugando en el patio y sonrió para sus adentros, al final no pudo hacer ningún amigo en el orfanato, pero lo entendía ya que aun se sentía incómoda ante otros niños y las niñas le dirigían miradas llenas de molestia cuando ella se acercaba.

"Ahh~" pensó que habían cosas que no podían cambiar ni en esta vida ni en la anterior.

Llegó a la puerta de su antigua habitación, sostuvo la perilla de la puerta y la abrió lentamente. Ingresó pausadamente a la habitación y dirigió su mirada a la pequeña cama que la había acobijado durante sus primeros años de vida.

Tomó el pequeño y viejo maletín que se encontraba junto a la cama, lo colocó sobre la cama abriendolo lentamente. Dentro se encontraban sus pertenecias más valiosas como el collar que le regaló Mio, los guantes que hizo para él y un papel barato pero doblado limpiamente en forma de carta que contenía sus más profundos pensamientos hacia esta decisión que estaba tomando.

Había estado meditando durante las semanas que la pareja la estuvo visitando, si debería ir con ellos o quedarse en el orfanato a esperar a su amor.

Al final escogió una decisión que la llenó de felicidad ante la nueva familia que encontró...pero también había tristeza y dolor ante el temor de no volver a ver a Mio...

La carta que tenía en sus manos contenía sus más profundos pensamientos y sentimientos sobre el camino que había elegido, sobre lo mucho que había extrañado a su amado.

Acomodó todas sus cosas en el maletín, hasta que percibió que algo había caído de la carta, se agachó y recogió lo que cayó al piso. Sostuvó suavemente y con cariño eso entre sus manos, de pronto sintió que pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos y caían sin forma de detenerse.

Limpió sus mejillas y sostuvo firmemente aquello que la hizo llorar, cerró el maletín y salió de su antigua habitación. Paso a paso se dirigió al árbol de su infancia, aquel árbol que fue su soporte en esta nueva vida y la acogió entre su ramas a ella y a su amor.

Se sentó junto al gran árbol y abrió nuevamente la carta entre sus manos, sacó de su maletín un pequeño lapiz que ya no tenía forma de ser sostenido ante el constante uso y agregó una frase más a la carta.

...Sin importar la distancia, dos personas que se aman y tienen su destino entrelazado, sin duda volverán a encontrarse...

Con aquella frase completada dobló y guardó la carta en el bolsillo de su vestido para finalmente pasar a sostener...una vieja y arrugada foto...

En ella se veía a varios niños sonrientes y entre todos ellos a dos niños tomados de la mano con una brillante sonrisa.

"Jejejeje" Sin duda le causó un poco de gracia recordar a Mio apartarla del grupo, para ser el único que pudiera sostener su mano.

Observó la vieja foto con cariño y amor, su visión pronto se volvió  borrosa dandose cuenta de que nuevamente había empezado a llorar. Sostuvo fuertemente sus piernas y agachó su cabeza entre ellas.

...Mio...Mio...

...Querido...te amo tanto...

Con aquellas palabras finales, guardó la foto entre sus pertenencias, limpió rápidamente sus mejillas y se dirigió sin mirar atrás al despacho de la directora, tenía algo más que hacer.