Capítulo 25: Vida solitaria de una Rica segunda generación

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Adrián no recordaba oportunidad en la que haya sentido alguna necesidad por obtener algo en toda su vida, puesto que cada cosa le fue dada en sus manos, incluso antes de pedirlas desde que era un niño.

Su madre siempre lo había educado como el nieto mayor de la familia Rogers y como el potencial heredero a todas las riquezas de las que gozaban.

Siempre sintió que su lugar como futuro heredero de la familia era algo indiscutible, por lo cual siempre actuó como uno. En la escuela, era una de las ricas segundas generaciones que siempre recibía la atención de tanto maestros como compañeros.

Pero no debía negarse que él también era un chico talentoso, siempre ocupando uno de los diez primeros lugares en su escuela, bueno tanto en deportes como materias de la escuela.

Sin duda era un joven que lo tenía todo a su disposición, además tenía a una familia poderosa y el suficiente talento para respaldarlo. Por ello nunca sintió algun apego particular hacia algo o alguien, pero su vida llena de desinterés cambio con la aparición de ciertos factores.

"KYAAAAA!!!!~"

"Es el joven Adrián Rogers!!! Mirenlo chicas tan guapo y atractivo como quisiera ser su novia" dijo un grupo de emocionadas chicas, mientras veían a su amor platónico jugar un partido de basquetbol.

En sus tempranos once años, la aparición de las chicas fue un torbellino en la vida de este joven maestro y no fue hasta que cumplió doce que sus primeras experiencias se intensificaron. Al punto de que tuvo su primera experiencia con una joven un par de años mayor que él.

Luego de esta experiencia fue como si un chip se hubiera implantado en él y pasó a convertirse en un joven desinteresado con las chicas de su edad que le prestó mayor atención a las jóvenes mayores que él adoptando un cierto gusto por ellas y ganando una reputación de chico insaciable.

Pero a todo esto, ¡¡que hacían sus padres ante las conductas inadecuadas de su hijo!!

Ante ello, la respuesta que podría dar este joven maestro es que sus padres no se interesaban por nada más que no fuera la herencia familiar y las compañías de su abuelo. Esto lo irritaba con demasía, pero a la vez le imponía cierta presión a este joven, al fin y al cabo, él no odiaba a sus tíos, pero sabía que ellos eran el mayor obstáculo para alcanzar la meta que se había propuesto.

...o mejor dicho, la meta que sus padres le impusieron.

Sus primeros años los pasó en una escuela acorde a su estatus social, disfrutando de diversión y placeres a su disposición, mientras que en casa sus padres implantaban sus ideales en este joven maestro, ambiciones y deseos llenaban todos los pensamientos de este par de padres.

Todo esto ocasionó que su personalidad y temperamento se retorcieran volviendolo un joven egocéntrico y vano que creía que todo lo novedoso debería caer en sus manos, incluso su hermana se vió corrompida ante este ambiente familiar y comenzó a tener ideas sobre las riquezas de su familia, esperando con ansias la prematura muerte de su abuelo.

La presión sobre sus hombros era tanta que optó por desinteresarse en los asuntos de su familia y pasó a vivir sus días de fiesta en fiesta, novia en novia, entre otros. Por otro lado, sus padres no vieron tales variables de peligro en las conductas de su hijo, pero su hermana, sí, sin embargo, ella consideraba que no debía de preocuparse de ello por ahora.

...

Sinceramente creyó que viviría sus días como un joven maestro rico que tenía todo a su disposición...

...un joven que heredaría todas las riquezas y la fortuna de su familia.

Esos fueron sus verdaderos pensamientos, hasta la llegada de aquella persona que cambiaría su vida y revolvería su mente en un torbellino de emociones. No sabía que era ese sentimiento que nació en su corazón desde la primera vez que la vió, pero de algo estaba seguro y era que quería esa sonrisa dirigida unicamente a él.

No sabía lo que le depararía el futuro, ni siquiera pudo imaginar ni en sus más profundos y locos sueños que se interesaría en una niña, pero al ver esos cabellos dorados, esa radiante sonrisa y esa mirada tan cálida y pura.

...Su corazón se derritió

¿Cómo debería llamar a este sentimiento? ¿Envidia?...no, eso debía sentir su hermana en estos momentos.

¿Ira? No, él no creía que ella pudiera causarle algún daño y aun si lo intentara él estaría dispuesto a darle su corazón en una bandeja para que hiciera lo que quisiera con él.

...¿Amor?...Él no sabía el porqué, pero esta palabra se escuchaba muy dulce y cómoda para su oído.

...¿Amor? Eh...pensó mientras degustaba el almuerzo familiar y observaba a la risueña pequeña comer de una forma adorable, mientras su tía limpiaba sus mejillas con una sonrisa.

...Eso es algo imposible para él pensó.

¿Quién podría llegar a sentir amor por él alguna vez? Si su propia familia solo lo veía como un instrumento para cumplir sus metas y alcanzar sus objetivos.

"..."

Suspiró suavemente, se levantó de su asiento, agradeció por la comida y regresó a su habitación para pensar. Miró tranquilamente el techo de su habitación y meditó salir a jugar con sus amigos en alguna fiesta para jóvenes, cuando escuchó que alguien tocaba su puerta.

Abrió lentamente la puerta y fijó su sorprendida mirada en la pequeña niña frente a él, "¿Qué haces aquí?" preguntó extrañado, pero rápidamente se corrigió al ver la anonadada mirada en el rostro de la niña.

"Hmp, digo, ¿Qué necesitas pequeña prima?" dijo con una sonrisa.

"...El primo mayor no debería sonreír si no lo desea..." dijo ella con tranquilidad.

Al escucharla, el joven frente a ella le dirigió una sospechosa mirada a la pequeña frente a él, quisó preguntarle algo cuando ella siguió hablando.

"La mirada del primo mayor es triste y solitaria, si necesita a alguien con quien hablar puede visitar a su prima menor" dijo ella con una sonrisa, mientras se señalaba.

"Las hermanas enseñaron a Cielo, que la familia siempre debe estar unida y que deben apoyarse entre ellos cuando alguno lo necesite." dijo Cielo con una mirada fija en su primo mayor.

Adrián se sonrojó al escuchar la clara sinceridad en el comentario de la niña, su corazón no paraba de latir ante las palabras de la pequeña y una inexplicable sonrisa apareció en su rostro, sintiendo que era la primera vez que sonreía en realidad.

La niña frente a él sonrió junto a él y unos hermosos ojos en forma de media luna se reflejaban en su bella faz, Adrián quisó tocar subconscientemente sus blancas y sonrojadas mejillas, pero la niña rápidamente lo esquivó.

Sacando su rosada lengua en broma hacia su primo mayor dijo "Cielo, tiene las mejillas hinchadas por que mamá pellizcó mucho sus mejillas."

"Cielo, no quiere ser pellizcada más" dijo con un gracioso puchero.

"Kaja-" Adrián cubrió inmediatamente su boca al ver como la pequeña lo miraba con una mirada acusadora contuvo con fuerza su carcajada y habló con cariño a su pequeña prima.

*tos* *tos*

"Este primo mayor, te llevará a pasear mañana junto a tu prima, para que puedan divertirse ¿qué te parece?" dijo con una sonrisa culposa en el rostro.

Los ojos de Elliane brillaron ante la idea y le pareció una buena idea conocer la ciudad con sus primos. Por lo cual, asintió rápidamente hacia las palabras de su primo y se fue emocionada a buscar a sus padres mientras respondía a lo dicho.

"Nos reuniremos mañana y todos juntos nos divertiremos" dijo la pequeña traviesa.

Adrián la observó irse con rapidez y no pudo evitar soltar una carcajada, cubrió nuevamente su boca y no pudo evitar que una extraña mirada se formará en su rostro, sus pensamientos indescifrables.

"...No puede ser esto amor ¿verdad?"

Contraataque de la Protagonista Femenina: "Venganza De La Hermana Traicionada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora