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La noche reinaba en la bella ciudad de París, inundando-la con la luz nocturna emanada por la luna y la estrellas,  permitiendo a cierto felino la oportunidad de encontrarse con su princesa.

P. V Adrien

Me encontraba en la terraza de mi princesa, tenia que verla, ya era agobiante haber estado saboteando toda la tarde aquella "cita", por fin se termino, ahora era mi turno en alegrar su noche con una hermosa velada.

Me aproxime a la ventana, al parecer se dio cuenta de mi presencia, pues se fue aproximando, aunque creo que no se ve muy feliz por la expresión en su rostro, llevaba el ceño fruncido y el labio inclinado, a decir verdad, daba miedo, pero no hay nada que pueda asustar a este gato.

Mostré mi más brillante sonrisa y realice un efusivo saludo con la mano.

-Hola Mari, ¿cómo esta....?- me quede paralizado.

Como se atreve a poner una cortina en esta ventana, ignorando completamente a este gato que se siente abandonado y desamparado. 

-Por favor Mari, ábreme, aquí fuera hace mucho frío- el desespero me entro, no me esperaba estos resultados.

Con mis quejidos no estaba logrando nada, sera mejor que idee un nuevo plan.

"¿Qué seria perfecto para mi princesa?"- pensé y volví a realizar la misma pregunta diez veces, cuando finalmente una idea fugaz cruzó mi mente.

"Si no me habré, la obligare a salir"- con este último pensamiento y una sonrisa maliciosa, salí del lugar saltando por los tejados en busca de lo que necesitaba.

P. V. Marinette

-Finalmente se fue- libere un suspiro al no oírle más fuera de mi casa.

-Se escuchaba muy desesperado, no lo crees Marinette

-¿Alguna vez has visto a Chat desesperado Tikki?

-¿Te refieres a cuando no esta coqueteando con Ladybug?

Asentí afirmativamente.

-Entonces no- Ambas empezamos a reír por dicho comentario.

Continuamos dando nuestra crítica sobre los extraños comportamientos de Chat y burlándonos de estos al mismo tiempo, hasta que empezó a sonar una serenata.

-¿Oyes eso Tikki?

La kwami carmesí asintió, luego se dirigió a la puerta que da a la terraza.

-Es de aquí arriba.

-Pero quien podría....

-Marinette- se escucho la voz de mi padre- podrías bajar el volumen de tu música por favor.

-En seguida.

Me dirigí a la puerta lista para abrirla.

-Solo hay una criatura en el mundo capaz de perturbar esta bella noche.

P. V. Narrador

Marinette levanto levemente la puerta de la terraza para asegurarse de que no la vean, como también para comprobar sus sospechas, y estas fueron confirmadas al ver al chico rubio de traje negro ajustado mirando hacia la nada mientras que la radio junto a él emitía fuertemente una serenata.

-Sabia usted My Princes, que espiar es malo- sin darse la vuelta, pronuncio estas palabras con toda la calma del mundo.

"Mierda, me ha descubierto"- mentalizo Marinette-"pero ahora es mi vez de contraatacar"

Saliendo de su escondite, Marinette se fue acercando a Chat.

-Y usted sabia, Señor Gato, que perturbar la paz y tranquilidad de París es considerado un delito- el felino se dio la vuelta para encontrase con una enfada Marinette- por no decir la destrucción de una pista de hielo y el haber arruinado la tarde de esta señorita.

-No tengo idea de lo que esta diciendo Princesa- Chat empezaba a sudar frío por los nervios, ha dejado al descubierto su presencia en dichos lugares.

-¿Ha no?, entonces no le molestara que llame a las autoridades y les informe de un exceso en los decibeles de su radio- mientras Marinette jugueteaba con su celular, adoptando una sonrisa de satisfacción por haber logrado asustar al felino.

-N-no es necesario llegar a tales extremos- se encamino a la radio y la apagó- ves, así de fácil se solucionan las cosas.

-Y lo de mi salida con Lukka cómo se soluciona

-No soy responsable de que hayas escogido el peor día para una cita.

En ese preciso instante, Marinette se había ruborizado.

-!No fue una cita¡ solo era una salida de amigos- Marinette se retorcía la camisa mientras Chat sonreía

-Entonces no debemos de preocuparnos- 

-"Por el momento"- pensó el rubio.

-Bueno, me rindo, por lo que veo no me dirás la verdad.

-Como puede creer que yo seria capaz de mentir a tan bella dama- le tomo de la mano y le deposito un beso en esta- a demás, si tan mala fue su tarde, para su alegría vengo a ofrecerle la mejor noche.

-¿A qué  te refie....?- la pregunta quedo en el aire cuando Chat la cargo.

Con un buen impulso, salio saltando a otro tejado, lugar donde una vez había intentado tener una cita con Ladybug, pero ahora la tendría y no solo con ella, sino también con su Princesa.

-Chat...¿Qué es todo esto?- pregunto la azabache mirando la velas y el mantel dispuesto en el suelo, tenia sobre el una cesta y unos platos.

-¿Te gusta?- se acerco a ella por detrás tocándole el hombro.

-Si me gusta, esto es maravilloso, si con esto piensas que te perdonare lo que hiciste, lo estas consiguiendo.

-Entonces- se dio la vuelta, tomo un ramo de flores y se arrodillo frente a Marinette- Princesa, le daría el honor a este apuesto y encantador gato, que ha preparado una cena en diez minutos, la ha molestado con música para lograr que saliera de su habitación y ha cortado de su jardín estas flores porque no tuvo la oportunidad de comprar unas más decentes, de acompañarlo en una cena con fines no románticas- "por el momento" pensó Chat- para disfrutar de está bella noche hasta que mi anillo me diga que tengo que irme.

Marinette rió ante lo dicho por el felino, Chat la miro asustado, La azabache respiro profundo y contestó.

-Con gusto lo acompañare, don gato, pero asegúrese de llevarme antes a mi hogar  para que tenga tiempo de volver al suyo.

Chat sonrió, se levantó y le entrego las flores.

-Por supuesto-

Ambos se sentaron y disfrutaron de unos sandiwches preparados por el gato y un jugo de naranja, hablaron y rieron, hasta que el anillo de Chat sonó.

-Parece que la cenicienta esta por perder su vestido- comento Marinette.

-Pero no se preocupe- se fue levantando Chat para luego extenderle la mano a Marinette- que en este cuento no pierdo mi zapato.

La cargo y la llevo nuevamente a su hogar. La bajo con delicadeza.

-Escucha Chat, mañana saldré con Adrien al cine, si se te ocurre interferir como hoy, ten por seguro que no te perdonare tan fácil- asevero Marinette.

-No tiene porque preocuparse- hizo una reverencia, tomo la mano de la azabache y le deposito un beso- lo menos que quiero es el odio de mi princesa.

Dicho esto, se perdió entre los tejados de París, dejando a una Marinette ruborizada y muy sonriente.

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!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!SIGO VIVO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Lamento haber tardado tanto en actualizar, con las fiestas y con una nueva etapa en mi vida, me he descuidado de mi Wattpad y de esta historia.

Espero no me odien. Haré lo posible para compensar el tiempo perdido.

Mientras esperan, les dejo este hermoso Marichat.

Nos leemos en la próxima.

ThePhantomBoy, fuera.


Tormenta de SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora