Como cualquier otro día en este infierno desenfrenado, otro héroe oculto se alza en un lugar remoto de Roma, en una especie de cúpula de acero oxidado, en medio de un desértico pueblo, donde al parecer, se hallan todas las características peculiares del desenfreno, hipocresía y leyes absurdas regidas por un supuesto emperador sanguinario al cual se le a pasado la edad de conquistas, y se dedica a hacer combates con el fin de encontrar una diversión, un día de los incontables e insufribles días, secuestraron a otro pobre hombre, pero el cual era un soldado descarriado y abandonado, que a sufrido torturas físicas y psicológicas, pero a llegado hasta esa gran cápsula, ese hombre era un guardián, que fué derrotado, tras una batalla de una desesperación y agonía infinita dió final protegiendo el castillo de su facción, aglomerando cuerpos, uno tras otro, pero no paraban de aparecer, y hasta el agotamiento supremo y heridas profundas, no paró ni a pensar si tenía otra opción que su sacrificio, finalmente, acabó allí, y, a partir de entonces se convirtió en un gladiador, apreciado por muchos imbéciles morales y desafiado por otros tantos, siemore se inicaban en combate en esa cúpula y acababa en la punta de su tridente, el nombre por el que le llamaban era Hannibal, de lo poco que se sabía de el era ese, su apodo y apellido, todos los días era una masacre en ese infierno, cada día, una muerte, cada día una herida, cada día, una marca mas en su cabeza de una vida condenada y arraigada a su tridente, sin otra opción de vida, para poder comer.
Hannibal siempre estaba solo, en su celda, con un trozo de cerdo convertido en tocino de la exposición al sol abrasador, cada vez que miraba su coraza, cada vez que afilaba las puntas de su tridente.. Veía el horror de este mundo, pero el sabía, que no había otra opción ni alternativa, asi que se calzaba su vestimenta, se ponía su casco, lleno de abolladuras, pero sorprendentemente en muy buen estado, se dispone a salir, blandir su tridente, y al acabar limpiarlo de la sangre de otro inocente caído en vano...
Otro día cualquiera, con el alma destrozada y el corazón en un puño, salía otra vez, ese adversario, era un gran vikingo, lleno de arañazos, pero no perdía el aliento en ningún momento, cuando el emperador dió el aviso de comienzo de combate, fueron a cargar ambos con voz de furia, pero, frenaron en seco, todos se callaron, había un temblor, pero no era un terremoto, era la perdición de ese emperador, una carga de caballeros desembocaba por una colina, que a penas se veía por las rendijas de esa cápsula, entonces, solo con el aullido de terror Romano, y la fuerza de la facción, derribaron esa vieja cúpula oxidada, y los caballeros corruptos licharon contra esa gran orda, entonces, ese nórdico clavó su hacha en el suelo, y le dió la mano como símnolo de paz, entonces acordaron abrir todas las celdas, armar a los pocos hombres que se mantenían de pie, y fueron por la espalda ese grupo de gladiadores hacia sus asesinos y secuestradores para dar fin a esa carcel de muerte inminente, con múltimples bajas, debidas a las potencias de cañones y demás armamentos, calleron con sufrimiento los corruptos, esa orda, de esa facción, eran los centuriones, y esa era su misión, entonces, Hannibal como cabeza del detonante de la unión entre gladiadores, habló con Lucius, misntras terminaban de derrotar a los últimos rezagados, uno fué directo a por Lucius, y con una advertencia rápida de Hannibal para agacharse Lucius, lanzó su tridente por encima de el, clavándoselo a ese rezagado con ganas de beber de la sangre de un centurión, agachado y agonizando, le hizo el típico gesto de desaprovación de césar, y ejecutó con sus propias manos al revelado caballero, con gran asobro preguntó Lucius: "¿quién eres tú?" y con un nudo en la garganta, se quitó el casco, y dijo"soy Hannibal, Custos Hannibal"
ESTÁS LEYENDO
Por el honor de Júpiter
AçãoToda gran historia comienza por una gran guerra, en el que se pueden comprender que entre el amor y la guerra, todo vale, desempeñada entre la infinidad de combates al igual que cuerpos cayendo al suelo, débiles y muertos, donde solo hay guerra, mue...