Cuatro.

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Era una tarde nublada, hace poco había parado de llover, Graham se encontraba recostado en el sillón, envuelto en una cobija y viendo en la televisión un peculiar documental acerca de la vida de los pingüinos, era una tarde tranquila y acogedora.

Hasta que una patada abrió la puerta que ya se encontraba entreabierta, pues al castaño se le había olvidado cerrarla por completo después de hubiera salido por unos panecillos y un café para acompañar  su tarde de documentales de pingüinos.

Los responsables del acto que asustaría terriblemente a Coxon eran Alex y Dave, quienes habían llegado al departamento sin avisar.

- ¡Idiotas! ¿Qué hacen aquí? ¡Casi me matan! -gritó Graham a sus dos amigos.

- Preferimos matarte nosotros a que te mates tú mismo, tómalo o déjalo. - respondió el más alto.- Vinimos a subirte los ánimos, ¿qué no es obvio?

- Llevas semanas sin ver el sol, así que tu sol seremos nosotros. - Dave le seguía la corriente, en ese punto ya no le sorprendía a Graham que esos dos vivieran juntos.

- De hecho, acabo de salir. - respondió Graham intentando bajarlos de la nube a esos dos.

- Pero está nublado, así que no has visto el sol. - replicó Dave.

Alex se había dirigido a la cocina, haciendo un desastre inmediato.

- ¡¿Alex, qué coño estás haciendo?! - Graham por fin se había levantado del sillón para regañar a Alex.

- A ver, idiota, estamos aquí para hacerte feliz, no para que te pongas tus moños, ¿de acuerdo? - Alex dejó de hacer lo que sea que estaba haciendo para abrazar a Graham y calmarlo. - Sé que no nos hablaste para venir, pero mírate, estás acabado. Y aunque lo niegues, Graham, sabemos que no te encuentras bien.

Dave se había unido al abrazo y así se quedaron los tres, en medio de la cocina y Graham a punto de llorar.

- Perdón por tratarlos tan mal, ustedes son lo único que tengo y aún así soy una basura con ustedes. - el menor abrazó con fuerza a sus dos amigos.

- No te preocupes por eso, amiguito, todos somos basura a veces. - el pelirrojo sacudió el cabello de Graham. - Y no te culpo, yo tampoco sabría como reaccionar si dos idiotas llegaran de repente a mi casa.

- Puede que seas una basura, pero eres la mejor basura que he conocido, nuestra basura favorita. - exclamó Alex sonriente, Dave lo miró y entonces entendió que la había cagado.

Después de la pequeña charla "motivacional", Graham y Dave se sentaron nuevamente para continuar viendo documentales de pingüinos mientras Alex cocinaba para los tres. 

Graham se sentía agradecido de tener a esos dos idiotas con él.



N. A.

Me llegó la inspiración porque yo si estaba viendo documentales de pingüinos.

Btw, siento que la foto queda estúpidamente bien con el capítulo de hoy, jaja.

Cartas Para Un Desconocido •gramon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora