CAPITULO 2-ALBA RECHE

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No lograba saber la verdad, todo el mundo me tomaba por idiota, el Doctor que tenía, él sí que era un idiota, no se acordaba ni de mi nombre. Mikel creyó que por no recordara nada, podría empezar otra vez la relación, mi madre no me decía nada, solo me enseñaba fotos para recordar a la gente que supuestamente conocía.

Ya llevaba casi un mes en esta habitación, encerrada e intentando recordar la vida que tenía, hasta que ella llego.

Era un lunes, eran las 1:00 de la madrugada, no lograba dormirme, parecía que la cabeza me iba a estallar, pero al rato escuche gritos por los pasillos.

- ¡Necesito verle! -grito alguien, parecía bastante alterada.

-Tranquilícese-dijo una enfermera.

Me dio la curiosidad de saber quién era esa persona, y quería saber a quién buscaba, igual podía ayudarle en algo. Iba con la bata blanca y con una cosa que necesitaba para que no me diera un chungo, no sabía ni en nombre del objeto, para que iba preguntar si me mentirían igualmente. Iba con cuidado por los pasillos, para que ninguna enfermera me pillara, hasta que llegue al sitio de dónde venían los gritos.

-Hola, ¿Que está pasando? - dije yo, preguntándoselo a la enfermera que agarraba a una chica rubia, de ojos los ojos más bonitos de España, una estatura una poco más baja que la mía y, bueno no voy a entrar en más detalles.

- ¡Nat! - grito ella, aparto a la enfermera y vino disparada a abrazarme, yo me deje, porque me resultaba familiar esa voz, esos ojos, ese olor, esas manos cálidas que me agarraban fuertemente.

Era la 1:15 de la madrugada, la enfermera le aparto y le dijo, que volviera mañana, porque no podía estar a esta hora gritando por los pasillos. La enfermera le iba a conducir hasta la puerta.

Pero- ¡Enfermera esperé! - le dije agarrándole del brazo- ¿Se puede quedar, conmigo en la habitación?

-Lo siento Lacunza, seguro que ya está acompañada y solo permitimos a una persona en la habitación que duerma con el paciente-dijo la enfermera girándose y comenzando a andar otra vez.

-Enfermera estoy sola en la habitación-le dije mientras miraba a esa chica que me llamaba la atención y me resultaba algo familiar.

-En ese caso

La enfermera dejo que la chica se quedara conmigo en la habitación, nos acompañó a ella. Me tumbe en la cama y ella se sentó, nos quedamos callados.

- ¿Nat porque lo hiciste? - dijo ella - pensé que te perdía.

- ¿Que se supone que hice? - dije yo, confundida esperando a la respuesta de él- ¿Porque pensaste que me pérdidas?

La chica empezó a llorar, porque todo el mundo llora cuando no recuerdo nada.

-Por favor no llores-le dije-quiero que me digas la verdad, no quiero nada más, no quiero mentiras, por favor-me derrumbe ya no podía más, ella se me acercó me dio un abrazo, y mientras me lo daba me dijo:

-Yo nunca te mentiré Nat-llore en su hombro, llore y ella también lloro.

-Oye, no te... - le dije, pero antes de que acabará me corto.

-Conozco, ¿Verdad?, tranquila, yo soy Alba, Alba Reche.

Alba Reche.

Alba Reche.

Alba Reche.

No sé, pero ese nombre es increíble, Alba es bonito, pero Aba Reche.

Alba se durmió en el objeto incómodo, pero yo era incapaz, daba igual que la cama sería cómoda, me estaba agobiando ya no podía seguir en ese hospital.

Empecé a mirar a la pequeña rubia, tenía curiosidad sobre ella, no sabía de qué, pero me sonaba mucho la cara, no era como las demás, ella era especial.

Ahora mismo quiero irme de aquí, intentar averiguar más sobre mi vida, pero no se me ocurre nada para escapar, pensé en mil cosas, pero todas imposibles, no podía pensar bien, estaba fatal.

El silencio que había sé desvaneció, pero se cambió por una voz cálida, parece que Alba se despertó.

-Lo siento no quería despertarte-le dije yo al ella que estaba sentada en el objeto incómodo.

-No es tu culpa, Nat-dijo ella, llevándose las manos a la cara-solo me he despertado por una pesadilla.

- ¿Y qué ha pasado en esa pesadilla? -le dije.

-Poca cosa-me dijo ella.

En ese momento no sabía que decir, y se ve que ella no sabía cómo comenzar una conversación, entonces se quedó un silencio en esa habitación de hospital, un silencio bastante cómodo. Seguía pensando en varias cosas, tenía varios temas de conversación, que comenzaban con diferentes preguntas, pero no podía preguntárselas, no sé porque, pero Alba me ponía muy nerviosa.

- ¿Nat? -dijo la rubia.

- ¿Si? -dije yo esperando su respuesta.

- ¿No recuerdas nada de mí? -dijo ella- ¿No te acuerdas de nada verdad?

-Lo siento, pero, aunque quiera recordarte, no puedo, no recuerdo nada-dije yo respondiendo a sus preguntas.

El silencio vino otra vez, pero esta vez no dejaría que se quedase.

- ¿Alba, de que te conozco?

-Es difícil de contar, pero para contarla te tendrás que mejorar-me dijo ella.

-Alba, me tienes que ayudar a escapar de este hospital-le dije yo.

-Nat, no puedo hacer eso, no puedes escaparte, necesitas mejorar-respondió.

-Llevo casi un mes aquí, y lo más emocionante ha sido lo de hoy, me aburro en este hospital-le dije desahogándome- no hay nadie que me diga la verdad, o a veces ni contestan a mis preguntas, solo vienen familiares a visitarme, para ver como estoy, pero no son nada interesantes.

- ¿Si me quedo contigo, te quedaras?

-Necesito saber la verdad, y mi instinto dice que tú sabes la verdad.

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De aquí en adelante subiré capitulo dos veces a la semana, o lo intentaré, jjjaj

Hasta luego marcarmenes, que tengáis un buen Domingo.

-Maik, Lu, Mike

UNA HISTORIA PARA RECORDARTE-ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora