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White miraba unos documentos tranquilamente, Black Hat ya se habia ido hacia un par de dias.

Clemencia entro con una caja en las manos y la dejo en el escritorio del de blanco, para despues retirarse sin decir una palabra.

White Hat no tuvo tiempo de reaccionar y agradecerle, su niña llevaba dias rara, desde que se quedo sola con Demencia.

Suspiro y dejo los documentos de lado, y tomo la caja, abriendola y sacando el regalo junto a una nota.

Era una pequeña estatua de si mismo, sentado en una roca mirando al frente con una sonrisa.

Sonrio y lo puso en el escritorio, ya veria que lugar le encontraba.

Se puso a leer la nota mientras ladeaba la cabeza.

"No se por que tenia la necesidad de enviarte un mini tú, supongo que reemplazará los regalos de días en los que no estaré.

Asi es, tengo un viaje de asquerosos negocios, pero debo ir, probablemente cuando leas esto ya no esté.

¡Pero te llevare algo cuando regrese!

Odiame mas.

Por que yo te amo."

El de blanco estaba sumamente sonrojado en ese momento, ¿Cuando esas palabras le dejaron de ser indiferentes? Se suponía que odiaba a ese idiota.

Algo andaba mal..

¿Me odias? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora