¿Me odias?

Epilogo

Habían pasado meses desde la última vez que el villano y el héroe se encontraron, White solo podía saber unas cuantas cosas del villano por medio de sus compañeros los cuales seguían visitando la mansión del antes mencionado. Black, por su parte, no quería saber nada del héroe, a pesar de sentir cierta necesidad por verlo o saber de él, lo ignoraba.

Black sabía de lo tóxica que era esa decisión de reprimirse, le hacía daño. Pero prefería pasar por ello a estar en los brazos del ser de blanco.

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White se encontraba de pie estirándose frente al ventanal de su oficina, había estado trabajando sin descanso un par de días.

Había sido plenamente rechazado y lo aceptaba, aunque aún le costaba un poco admitir que la culpa fue suya en gran parte. Iniciaba a tratar de lidiar con sus sentimientos y olvidar al villano, le era difícil pero por lo menos ya lograba evitar ir a rogarle o llorar, ya no.

Miró por el ventanal su jardín, definitivamente debería atenderlo más seguido. Slug había ido a ayudar a Flug con un nuevo invento, así que solo eran tres en la mansión.

Su mirada se dirigió a su escritorio perdiéndose en este por unos instantes para después suspirar pesadamente.

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Flug se encontraba sentado en las piernas de Slug mientras daba los últimos retoques a una pistola completamente negra.

Ninguno de los dos individuos llevaba su bolsa puesta.

Slug suspiró en la nuca de su pareja mientras miraba como dejaba el arma terminada en la mesa. 

-¿Planean algo por año nuevo?

-Trabajar y tener todo listo para las ventas de Enero.

-¿Nada más?

-No solemos celebrar ese tipo de cosas, esta bien asi.

-Entonces tendré que estar aquí para ayudarte de nuevo.

-¿Ayudarme con qué?

-Tu des estrés

Slug sonrió levemente tras realizar aquella afirmación y besó de manera suave la nuca del contrario.

-Esa es una buena ayuda.

Ambos rieron levemente sin necesidad de decir algo más.

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 Demencia se encontraba profundamente dormida en los brazos de Clemencia, la cual miraba su teléfono móvil tratando de no despertar a la contraria, sabía que no solía dormir de una forma tan cómoda todo el tiempo, además de no haber dormido la noche anterior por realizar una misión.

-Que triste sería tener que enfrentarme a ti.

La chica rió suavemente a sabiendas de que eso era muy improbable, puesto que White nunca la obligaría a hacer algo así.

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Black miraba con un tic en el ojo su escritorio, sobre este se encontraba una caja de regalo. No hacía falta abrirla para saber de quien provenía tal regalo.

Estaba indeciso entre si abrirla o quemarla directamente. De alguna manera lo inquietaba la simple idea de haber recibido otro regalo por parte del héroe.

No tenía nada que perder al abrirla, así que se decidió a finalmente hacerlo. Al abrirla encontró una simple rosa carmesí junto a una nota, la cual se dispuso a leer.

"Lo siento, jamás dejaré de sentirme mal por lo ocurrido. Pero necesitaba enviarte un último regalo como despedida definitiva, gracias por tomarte el tiempo de leer esto y aún más sabiendo de quien proviene."

Sin tener el valor para deshacerse de aquellas cosas, las guardó en un cajón del escritorio mismo, y así sin mas todo terminó a como inició...

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PERDÓN POR DESAPARECER ASI NADA MAS :(

Tuve problemas en todo este tiempo y un bloqueo artístico de los feos, pero con todo eso...

Gracias por haber esperado y llegado a esta parte, feliz año nuevo y espero mi historia les haya hecho sentir cosas buenas y malas, al final de eso se trataba.

(Además, una disculpa por el epilogo tan corto)

Los quiero mucho, enserio.

-La_Phantom