The Replacement | CYL #1

2. The Trip of Our Lives.

Now I've had the time of my life
No I never felt this way before
Yes I swear it's the truth and I owe it all to you...

- Podrías por favor, Perrie, no ir tan rápido. - dijo su amiga agitada tras de ella. Iban en el pasillo que daba a las filas de pasajeros del aeropuerto, y al parecer la rubia tenia prisa por abandonar el pais.

- No Jade, tengo que huir de esta vergüenza. - dijo en un tono un tanto dramático, mientras se ponían detrás de sus compañeros en la fila de registro de equipaje. Su amiga soltó una carcajada.

- Perrie, no puedes huir de esto. Lo recordaran todos por siempre, tu graduación de preparatoria nunca se olvida, menos si sale en televisión
Nacional. - las lagrimas de risa se acumulaban en sus ojos mientras la ojiazul la fulminaba con la mirada recordando lo sucedido hace menos de una hora.

- Jade, no necesitas recordame que arruine la graduacion. - las imagenes de la mañana se hacian presentes por milesima vez en la hora en su mente.

- Ahora recibamos a la graduada Perrie Louise Edwards, para dar las ultimas palabras de parte de la generacion. - todos comenzaron a aplaudir mientras la joven se acercaba al escenario, temblando.

- Buenos dias. - carraspeo. - Desafortunadamente mi compañera Isabella, tiene fiebre y bueno no esta aquí. Por eso estoy yo, reemplazandola. Aun que bueno, nadie la puede reemplazar, claro. - las manos le sudaban mientras hablaba sin sentido, todos la miraban confundidos. Frente a ella, Jade reía en voz baja. Dos lugares lejos de su amiga, se encontraba Cher. La chica más odiosa que pudo haber conocido en su vida. Le hacia la vida imposible desde el quinto grado, y estaba segura de que lo seguiría haciendo hasta lo ultimo de sus vidas. La joven, que tenia las mangas de su toga remangadas haciendo ver sus tatuajes, reía por lo bajo. Así es, no era la perfecta chica presumida del lugar, mas bien, era la ruda. Aun así presumida y engreída, y la odiaba.

Nadie hablaba, solo se podía escuchar la maquina del aire eléctrico de las paredes para hacer el calor menos y los flashes de las cámaras de los padres en el publico.

La rubia creyó haber escuchado un chillido de emoción y un chiflido por parte de su madre y padre respectivamente.

- Ah, si. Bueno, hoy es la ultima vez que todos estaremos reunidos hoy. - trato de decir lo mas relajada posible. En ese momento odiaba que cuando estaba nerviosa, su voz se cortaba. - Muchos de nosotros abandonaran la ciudad, otros estarán muy ocupados en sus carreras y otros tal vez nos volvemos a ver, ya que unos no... estudiaran ya... ehem. - se rasco la cabeza, sabia que no debió decir eso. Suspiro y el micrófono soltó un chillido que molesto los oídos de todos los presentes. Sus manos comenzaron a temblar y a sudar aun mas. Su madre, que luchaba por no soltar otro grito, la miraba fijamente esperando a que hablara. La garganta, de un momento a otro, la sintió seca. - Creo que necesito un poco de agua, lo siento. - pudo escuchar unas risitas por parte de los alumnos, entre ellos la de Cher. Comenzo a caminar hacia la mesa, en la que se encontraban los papeles de los graduados y unas botellas de agua para los directivos de la escuela.

Levanto su toga para poder bajar, pero esta se atoro en su pie al llegar al ultimo escalón. Los alumnos presentes comenzaron a reír. Los padres, con un grito de asombro, siguieron tomando fotos. Su cabello, que con tanto esmero había arreglado, estaba en su cara. Su pie seguía atorado en la toga, después de que Jade la había ayudado a levantarse.

- Edwards, Thirlwall, me alegra que sus padres no sean odiosos y hayan decidido no entregarlas en la ultima puerta del aeropuerto. - dijo la maestra, haciendo que la rubia saliera de su trance, que habia enseñado la clase de Ciencias el semestre pasado a las dos chicas.