𝐆𝐢𝐧𝐠𝐞𝐫𝐛𝐫𝐞𝐚𝐝 𝐆𝐢𝐫𝐥 • 𝐒𝐚𝐇𝐲𝐨

3. ¿Brazo Gitano?

—Tu eres la experta, ¿qué me recomiendas?—pregunta Tzuyu mientras mete a su boca el bocadillo de pastel.

—Un pastel de jengibre.—recomienda Jihyo.

—Odio el jengibre porque pica mucho.—opina Jeongyeon mientras rechaza el pequeño bocadillo de jengibre.

—Tzuyu ama el jengibre.—comenta Jihyo. Jeongyeon aclara su garganta y observa a todos lados, para ignorar el comentario de ella.

—¿Qué tal vainilla?—pregunta Tzuyu

—¡Es perfecto!—dice Jeong

—Muy común.—responde Jihyo y ambas la observan.—En fin, son mis clientas, estoy para complacerlas.—les sonríe.

Tzuyu y Jeong siguen hojeando el libro de diseños para pasteles, mientras Jihyo no puede alejar la mirada de la morena. Aún negaba el hecho de que ya no fuera suya, por más que lo fingiera. 

—¡Jihyo se me cayó el brazo de nuevo!—grita Sana desde la cocina, haciendo que la mayor sobresalté y entre en estado de ansiedad.

—¿El brazo?—pregunta Tzuyu confundida.

—El brazo gitano.—dice Jihyo nerviosa—Es mi nueva empleada, es un poco torpe y...—comienza a caminar en reversa hacia la cocina—discúlpenme, vuelvo en segundos...

Jihyo se da la vuelta y corre hacia la cocina, donde se halla Sana, quien sujeta su antebrazo izquierdo con su otra mano.

—Vaya, el glaseado no funciona del todo. Probaré con el glaseado pasteleado.—dice Jihyo y se acerca a Sana. Toma el antebrazo roto, e hizo que Sana se sentará sobre la mesa, se acerca a ella y se miran fijamente.

—¿Ella es la chica por la que estás sufriendo?—Sana señala a Tzuyu mientras la observa desde la pequeña ventana que tiene la puerta de la cocina.

—¿Qué?—Jihyo comienza a preparar la crema.—Eso a ti no te importa.

—Me debe importar, fue la razón por la cual recurriste a crearme.

—No tiene nada que ver, ambas son diferentes.—le contesta Jihyo.

—Vine a este mundo con el propósito de hacerte creer en el amor una vez más, y si ella es lo que quieres, te ayudaré a que vuelva contigo.

Dahyun entra al local con la pesada bolsa de harina entre sus brazos.

—¡Hola Tzuyu y Jeong!—saluda ella—¿En dónde está Jihyo?

—Está en la cocina, con su nueva empleada.—responde la taiwanesa.

—¿Nueva empleada?—frunce el ceño confundida.—Que raro, ella no me había dicho que contrataría a alguien.

Dahyun se encamina a la cocina, y observa a su compañera aplicándole glaseado en el antebrazo de una chica. La harina cae de sus brazos haciendo que el bolso explote y se derrame casi toda. Su acto llama la atención de Jihyo y Sana.

—Últimamente estamos desperdiciando la harina.—le dice Jihyo.

—¿Quién es ella?

—Ah, eh, eh...—comienza a decir nerviosa

—Soy Sana...—da un suave salto desde la mesa y se dirige hacia Dahyun.—Sana Banana.—se presenta y la abraza.—¡Abrazos! ¡Me gustan los abrazos!—exclama—son tan cálidos y...

—Me siento incómoda.—le dice Dahyun y Sana se separa de ella.

—Uno también para ti, mi amor.—se dirige a Jihyo y la abraza.

—¿Mi Amor?—pregunta Dahyun.

Jihyo niega una y otra vez, mientras intenta separarse de Sana.

—No es lo que piensas.

—Amor, tienes a tus clientes esperando por ti, ve por ellas, yo me encargo de Dahyun.

—¡Espera! ¿Cómo sabes mi nombre?

—Tu camisa lo dice.—responde Sana y señala el "name tag" que trae en su polera color amarilla.

Jihyo se va.

—¿Quién eres tú?—pregunta Dahyun aún confundida.

—¡Elegimos limón!—Jeong y Tzuyu dicen en unísono.

—¡Excelente elección!—Jihyo intenta sonreír.—¿Algún diseño especial?

—¡Sorpréndeme!—exclama la morena.

—Amor, debemos ir a probar los vinos.—Jeong sujeta el brazo de Tzuyu, y ella se despide de Jihyo con una cálida sonrisa.

—¡Quiero una explicación!—exige Dahyun mientras sale de la cocina con el antebrazo de Sana entre sus manos.

Jihyo suelta una respiración pesada y observa a Sana, se acerca a Dahyun y la empuja hacia la cocina.

—Es pastel de jengibre.—huele.—ella no es normal.—Dahyun observa atónita a Sana.—¿Cómo es posible? ¿Cómo la creaste?

—Ella me preparó con sus bellas y cálidas manos, sentía que tocaba de una manera única cada parte de mi cuerpo.—explica la chica de jengibre.

—¡Eres una sucia!—le grita Dahyun a Jihyo.—¿Qué te costaba tener una cita con Somi?

—¿Ya?—pregunta la mayor—No entiendo como esto pasó, pero fue por un libro.

—¿Cuál libro?

—Recetas mágicas, a-algo así se llamaba.—tartamudea.

—¿Recetas mágicas? ¡¿Acaso te decía el ingrediente secreto de la Coca cola o cómo preparar una dosis de éxtasis?!—bromea Dahyun.

—¡Oye!—interrumpe Sana—Sé que hablan algo importante, pero me podrías devolverme mi antebrazo.—Dahyun se lo entrega a Sana.—También colócamelo.—exige.

—Frostea su brazo, por favor.—le suplica Jihyo.—Debo encargarme de la repostería.

—¡Bien! Lo haré, tu encargarte de la mercancía y bajar la carga de harina, Momo lleva esperando mucho tiempo afuera.—le dice Dahyun y la mayor se despide de ella.—Esto pasa cuando te juntas mucho con Minari.