Desnudando la verdad

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Me desperté bien temprano y con una extraña sonrisa en mis labios. Delirando de la alegría, Danilo me vio como franelee en la mesa, anoche casi muero de vergüenza aunque a él le gusto mis sensuales movimientos, dios en que estoy pensando, roja como un tomate me levante de la cama dispuesta a desayunar, y cortar con esta fantasía. Samuel y Martina ya estaban sentados, los salude secamente y me dispuse a tomar él te con leche, enmudecida quede recordando las palabras de Danilo, endulzando mi mañana.

- ¿a dónde fuiste anoche? -Martina rompe la suave tela de la tranquilidad, eliminando el azúcar del aire. La mire y estaba con una tremenda cara de enfado... intrigada por mi salidera, se estaba revolcando en la silla de la ansiedad.

-Salí por ahí... a dar unas vueltas por Trafúl, ¿por? -.

Sonreía entre dientes, no sé bien que pasaba, pero sabía que esa sonrisa traía detrás una larga charla, me apresure en mordisquear la tostada.

-anoche. Tarde vino a buscarte Emilio, "tu amigo", no saliste acaso anoche con ellos, él quería saber si tú estabas bien-.

Me atraganté con la tostada, anoche lo vi en el muelle, entonces estaba pensando en mí. Tenía razón Danilo. Apoye el codo sobre la mesa, sosteniendo de mi cabeza sin poder creer que haya venido a casa, a buscarme, pero como deje que pasara. Esto no está bien, yo no quiero a Emilio, y menos dentro de mis en rollos. Y Martina, mierda detesto su intensa mirada.

-anoche..., yo no lo vi-. Nunca había mentido, y desde que llegue a Villa Traful no paraba de hacerlo, y soy malísima. Mordí mis labios sin poder mirarla a la cara, pues no quería que nadie supiera sobre mis encuentros con Danilo, menos Martina. Además, estaba Daiana que, si se enterara de mis tropiezos nocturnos con él, no sé de qué sería capaz de hacer. Aparte debía descubrir que se ocultaba detrás de mí propia oscuridad, y saber en fin ¿por qué me debería alejarme de Danilo? y lo tendría hacer alejada de mi familia.

-ese chico, es un idiota por fijarse en ti ¡no sé qué te ve!-. Me saca su sínica mirada y sonríe gozando de mi mal estar, unto el pan con dureza. -lamentablemente es rico... muy rico. Vete a ver que quiere, y ¡ya no me causes más problemas!-.

Autoritaria y segura, hablo su filosa lengua. Revoleó todo lo que había en la mesa dejando caer la taza al suelo y ni siquiera había terminado la leche, que desastre.

Sostenía el pecho inflado de la bronca que contenía, y con mucho esfuerzo y valor seguí con el tema. -Con respecto a Emilio...-.

Abrió sus ojos tan grandes que tiemblo. -iré a buscarlo-. Di por finalizado el desayuno; detesto no tener el poder de enfrentarla. ¡Hay! me maldigo a escondidas. Hasta cuando seré tan débil frente a ella. Limpio el desastre. Y tomo mi chaqueta para salir hacia el centro de Trafúl, a toda prisa. En el camino me es inevitable no pensar en mi madre ¿porque es así conmigo? y porque ya no me reprochaba las salidas, sino con ¿quién salgo? todo es por el sucio dinero. Me inquieta, hasta hace unos días no me dejaba ni respirar, y ahora no me detiene para nada. Pero lo que más me angustia es que elija a mis amigos por interés, si tienen dinero les agrada, el resto para ella no sirve y eso es lo que más odio de ella. Lo injusta que es al discriminarlos por clase. Nunca les agrado mis amigos, no son adinerados, económicamente, pero lo que ellos hacen por mí, su valor, respeto y honestamente podría seguir con los adjetivos eternamente, ellos siempre estuvieron ahí cuando los necesite, los amo y los adoro, y tienen mucho más valor que lo económico, eso es lo que no entiende Martina y jamás lo entenderá. La vida se puede llevar de una manera encantadora sin ser millonario ni rico, tenerlos a los ellos me ha salvado la vida, ellos curaron mis heridas, cada viernes de mis pesadillas.

En cuanto llegue al centro deje de lado mis cuestiones y camine despacio por el sendero de tierra marcado, estaba dispuesta en buscar a Emilio, y lo hayo casualmente sentado en las afueras del restaurante Don Zolmo. – ¡Emilio! -. Clame. Llego sonriente hacia él.

Oscuridad desconocida #WATTYS2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora