Capítulo 7 : Yo hice la comunión

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Solo siguieron hablando de cosas triviales, no les importaba contar que su color favorito era el verde o el azul en el caso de Owen, pero nadie decidió contar nada que fuese muy tajante.

El ojiazul se levantó del sofá antes de preguntarle a la morena donde se encontraba el servicio.

- Giras a la derecha al salir de la sala por ese pasillo y lo veras con la s puertas abiertas_Dijo mientras se levantaba a por alguna berlina de chocolate de su despensa que no estuviese caducada.

El móvil de la rubia volvió a sonar -¿Hoy solo nos llaman o que?- se preguntó Noeh, antes de que Laurel abandonara la sala con su móvil negro medio roto en la oreja derecha.

Owen miró a su lado, repentinamente se había quedado solo y tras escuchar una cisterna y una puerta abriéndose sus minutos de soledad habían terminando.

- ¿Y las chicas? _Pregunto Adam algo confuso, Owen le miró antes de señalar lo que creía la cocina y lo que creía que era una chica comiéndose una berlina, fácilmente pudiendo ser confundida con una "bestia" devoradora.

Laurel apareció más pálida de su color de piel, se sentó en el sofá mientras intentaba analizar la situación que se presentaría en 3 minutos aproximadamente en la puerta.

- Mi madre viene para ir de karaoke_Dijo ella con la mirada perdida, se suponía que el ojiazul y el chico de tez bronceada no debían estar allí.

Noeh comenzó a reírse, sabía perfectamente que cuando viese a los chicos en la sala pensaría lo peor pero lo más seguro es que los llevará a todos obligatoriamente al karaoke por falta de madurez -o eso es lo que ella siempre decía-.

Así paso, cuando Carmen -la madre de Laurel- apareció preocupada por si su hija había quemado la cocina con sus inútiles dotes en los fogones se llevó una sorpresa al ver a dos adolescentes más en la sala.

- ¡Te dije que aguantaras hasta el matrimonio! _Exclamo su madre, le era difícil asimilar la situación que creía que era.

- No es lo que parece, solo la estábamos liando por las calles... _Comento, eso era más lógico y típico de ella, no el acostarse con el primero que viera.

Su madre los miro, Noeh prefirió mantenerse callada, era el momento de pelea de una madre y su hija, además, la situación le divertía.

- ¿¡¡Y pare eso haces la comunión!!? _Dijo alarmada, pensaba que su hija le estaba mintiendo aunque ella sabía que su hija no era así.

Owen intervino, creyó que explicarle lo ocurrido le sería más fácil para entender que no había pasado nada fuera de lo normal y el problema de la luz hizo que olvidara el que primero la atemorizaba.

Adam solo observaba en silencio, era el nuevo y como tal no entendía lo que pasaba aunque si entendió el por que la madre de su nueva amiga rubia se tensó.

La adulta pelinegra decidió ir al karaoke que solía frecuentar con su hija y la casi adoptada, solo que esta vez llevando a dos adolescentes posiblemente hormonados.

Se pusieron en marcha, claramente antes de que Noeh o Owen decidieran arramblar con la nevera -al parecer el peligro también tenía un hambre voraz-

Al llegar la música de Fall Out Boys y alguna canción suelta de rock se escuchaban a varias yardas del local y la cantidad variada de adolescentes buscando diversión de una noche igual que sus mayores se lograba distinguir a kilómetros.

- Cuanto tiempo sin estar en este local
... _Comento Adam, lo miraron sorprendidos ya que hacía ya bastante que no hablaba y,comentar que había ido a un lugar casi invisible de la ciudad era bastante sorprendente...

El manual del pendejismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora