No me mientas

MIERDA

Voy retrasada, siempre voy retrasada.

-¡Samantha!

Mierda, Carol, ahora no.

-¡Samantha!

No voltearé, eres mi mejor amiga, pero no lo haré. Llevo diez minutos de retraso para mi clase.

-¡Vete a la mierda Samantha!

Voy a hacer de cuenta que no escuché eso.

Entro al edificio y subo las escaleras, llego al salón y me siento.

-Señorita Delgado, tarde otra vez, creo que optaré por regalarle un reloj con alarma.

Todos ríen bajito y no puedo evitar ruborizarme.

-Disculpe, Profesor. Le prometo que no volverá a pasar- digo con voz segura.

- Promesas y más promesas, señorita- dice en tono sarcástico.

Esta vez me callo, no quiero ser el hazme reír de la clase.

La clase termina y cuando salgo del edificio alguien me sujeta por el brazo izquierdo, es Carol.

- Tengo que llamar a tu secretaria y pedirle cita para poder hablar contigo, Dios mío Samantha, a veces te pasas.

Tiene razón , no debí ignorarla y si esta enojada lo entenderé.

- Lo siento Carol, pero iba tarde ...

- Raro en ti - dice con tono molesto.

- Oye no me hables así, entiéndeme cariño mi tiempo es oro.

- ok, ok pero ¿por qué no respondes al celular?.

¿Celular? Mierda, mierda, mierda lo tengo en modo silencioso, inmediatamente lo saco de mi bolso y procedo ha cambiar el perfil. MIERDA 5 llamadas pérdidas, dos de Carol, una de Tomy y dos de mamá.

- Es que lo tengo en silencio y olvidé quitárselo.

-Bueno, ya déjalo.

-Perdóname, Carol, pero sabes que no puedo perder clase.

- Olvídalo , el caso es que te necesitamos.

- Ahora no Carol, tengo demasiado trabajo pendiente.

-No, Samantha, ahora si, es una excelente oportunidad.

No entiendo a que se refiere, ¿Qué se traerá entre manos?

-Según tú, ¿Por qué?

-Creo que llego el momento Samantha.

¿Cómo que llegó el momento?.

-¿Por qué lo dices ?

-Samantha, el dueño de la editorial Viento estará presenciando la obra y viene porque ha escuchado que las tuyas son buenas, vamos Samantha es tu momento...

Dios mío no, la editorial del momento ha escuchado de mis obras para la universidad, esto me sobrepasa, mis profesores me dijeron que soy buena pero no pensé que lo fuera tanto.

-lo... lo dices enserio, Carol- digo en un susurro.

- A ver, tonta. Por más que necesitare una de tus obras no te la voy a sacar a punta de mentiras, no te hagas de rogar que sé que lo anhelas.

Carol tiene razón y por eso es mi mejor amiga, porque siempre tiene la razón, nos conocimos en el colegio, un día un chico quería besarme y ella me lo quito de encima al ver que no era de mi agrado, desde ese día somos inseparables, y aunque "a veces" discutimos, para mi es como mi hermana.

Carol estudia música, en la misma universidad, y a las dos nos falta un semestre, ella como trabaja cantando y tocando con algunos compañeros tiene más tiempo que yo y por eso esta en el grupo de teatro de la universidad, es excelente actriz y han hecho aproximadamente ocho obras escritas por mi, y eso me hace sentirme orgullosa, sobre todo por los halagos de mis profesores, aunque eso se vaya a la mierda cuando ven que llego tarde.

-Y ¿Qué obra pretendes que les dé?- digo tratando de sonar exasperada- Tú mas que nadie sabes que no tengo tiempo, tengo que estudiar y trabajar...

- Deja de hacerte la rogada que sé que te suena lo que te acabó de decir, ¿Qué te parece "No me mientas"...

¿Que? Por Dios, seria mas fácil que me pidieras tirarme por el balcón "No me mientas" es lo mejor que tengo y no quiero que se dé aquí en la universidad, porque aquí quedan solo en eso, en obras.

- No, no y no. Sabes que aprecio mucho esa obra para regalarla así como así...

- a ver, ataja la burra que ya te veo venir, que parte de VIENE EL DUEÑO DE LA EDITORIAL DE MODA no has entendido.

- Por Dios Carol, cuantos porros te has fumado, esa no, por favor no...

- Samantha, algo me dice que te insista aunque ya me tienes enojada, habla de una vez...

¿Qué hago? Se que si no la presento tal vez no se me vuelva a presentar una oportunidad de estas, está bien, Carol siempre tiene la razón, así que lo haré.

- Está bien...

Se le ilumina su moreno rostro con una radiante sonrisa, ya quedo de lado el enojo, hasta aplaude y da brinquitos, por Dios...

-Podrías calmarte- digo en medio de las carcajadas- todos nos observan.

- Me importa una mierda-grita- vas a triunfar y eso es lo que vale...

Por esto amo a Carol, ella sin importar lo que la gente diga vive su libertad, mide cerca de 1.70, un poco mas que yo, de piel oscura y cabello rizado y abundante, se viste casi siempre de negro o con pantalones militares y botas Caterpillar, y su carisma hace sonreír a cualquiera, y sus ojos , oh Dios, ojos miel muy parecidos a los míos, pero a ella se le ven espectaculares, y canta de una manera que te estremece, y cuando toca la guitarra al tiempo sientes algo que no se puede explicar, como esas ganas de llorar y reír al tiempo.