Tú me caiste del cielo.

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Se me detiene el corazón pero recobro la cordura y saco disimuladamente mi celular del bolsillo de la chaqueta.

Marco el número de Alessandro y cuando se activa la llamada hablo en voz alta.

- ¿Que quieres Natalie? - acelera y da un volantazo que hace que mi cabeza se golpee contra el vidrio polarizado.

- Que quiero.... Muchas cosas Samantha, primero es hacerte saber que se siente perderlo todo... Empezando por Alessandro...

- Pero... ¿Por qué?- pregunto- ¿A donde me llevas?

- A un lugar en el cual pueda hacer en paz mi trabajo- acelera fuerte y veo que vamos saliendo del casco urbano- y si me preguntas porqué, sencillo- me mira a través del retrovisor- yo nunca pido perdón, a no ser por conveniencia y me deje llevar por los malditos sentimentalismos y me rebaje a tal punto de ir a buscarlos, con él fue fácil, y lo hizo por ti, pero tú, me humillaste y eso a mí no me gusta...

Su mirada está llena de odio, pero me pregunto que habrá pasado con Javier.

- ¿Qué le hiciste a Javier? - sonríe maliciosamente.

- Es muy fuerte, pero fácil de distraer.

- Por favor Natalie ¿Qué quieres? Lo que sea, pero por favor dimelo- acelera aún mas y me cubro el vientre. Tranquilo mi amor, no dejaré que te hagan daño.

- Es una pregunta estupida- se mete por un camino pedregoso- porque lo que yo quiero no me lo darás- la llamada con Alessandro se corta.

- ¿Qué es? - paramos en una casa finca, se baja de la camioneta y  yo hago lo mismo- no pasará nada "Nube" tu mami esta contigo y tu papi no tardará en llegar.

Levanto mi vista al cielo- Dios mío, ayudame.

De la puerta de la casa finca sale un hombre alto, de cabello castaño y porte elegante, trae una chaqueta café y en sus manos trae... Un arma.

Trago saliva e intento voltearme para salir corriendo, pero Natalie  me empuja pero el futbol me ha enseñado a tener firmeza así que trastabillo pero no caigo.

El hombre se acerca a mí, sus ojos son negros, como los de Alessandro. Me quedo quieta y me mira de arriba abajo, quiere colocar una mano sobre mi vientre pero me alejo.

- No- digo y sonríe de lado.

- Así que es cierto- mira a Natalie y le hace una seña, y solo puedo ser consiente de comoe vendan los ojos, pero no forcejeo, Nube estará bien.

Dios mío ayudame por favor, por favor. Alessandro, mi amor, ven.

Me suben por las escaleras y escucho que abren una puerta, me empujan adentro y escucho sus pasos por la estancia. El suelo es de madera, frio e incomodo. 

Siento que sacan el celular de mi chaqueta, me quedo callada y quieta y cubro mi vientre. No nos pasará nada mi bebé.

- Hola cariño- dice Natalie.

- ¿Qué le hiciste a Samantha?- dice Alessandro, el celular lo han puesto en altavoz.

- Aún nada, a ninguno de los dos, pero si mueves un dedo, si llamas a la policia, te acercas así sea un centímetro lo vas a lamentar.

- No- grita- no los toques por favor- solloza- no le hagas nada.

- Si  con vida, no te aseguro que bien pero con vida. Quiero que sepas lo que se siente sufrir.

- Por favor dejame escucharla, te daré lo que quieras pero no les hagas nada, por favor.

Se me parte el alma al escuchar el tono de su voz, esta sufriendo.

No me mientasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora