No me mientas

Abrázame

-Entonces te echó el café encima - dice una voz a lo lejos, esa voz, femenina... ¿mamá?..

-Sí, y yo no estaba de buen genio así que fui duro con ella- Alessandro....

- ¿cómo de duro?- Si, es mama, quiero hablar pero...No puedo, mis ojos no se abren.

-Bueno, le recordaba a cada segundo el error, y como usted debe saber explotó, me llamo imbécil- mamá ríe,

-No lo dudo, su carácter es idéntico al de su padre- oh mamá no... Seguro que sus ojos deben estar nublados en este momento.

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-Yo me porté cortante el domingo con ella, pero la verdad era otra, sabe Señora, estaba encantado de verla moverse en esa cancha, de ver cómo me pidió disculpas, era broma, yo... yo no quería que eso pasara, intente detenerla, pero no pude, empezó a conducir como una loca, pero es que siempre conduce así, Carol me vio desconcertado y la perseguimos, pero llevaba mucha velocidad, se abría paso por el tráfico de una manera... y se saltaba los semáforos, hasta que el último que se saltó no vio venir un coche, le golpeo y sentí un vacío en el estómago cuando salió disparada, por eso es.... es mi culpa, no debí ser así con ella, y ahora no se despierta, teniendo unos ojos tan bonitos y que no los abra es...yo no quería hacerle daño a su hija....- silencio... tiene la voz ronca, con un tono desesperado.

Oh cariño, no es tu culpa, yo... yo no debí conducir así...

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- Estoy muy orgullosa de ti cariño, me alegra que vayas a sacar un libro, si tu padre estuviera aquí, sería más feliz que cualquiera- mamá solloza, acaricia mi mejilla- sabes que eres lo único que me queda, y espero que sigas luchando por tus sueños, como hasta ahora y que no dejes ir a Alessandro, le importas, ¿sabes?, tuve que obligarlo junto con Carol para que descansara y comiera algo, se siente muy mal...- solloza de nuevo- no te imaginas como me sentí cuando Carol me dijo que te habías accidentado, sé que debí quedarme a tu lado, pero en esta ciudad, en tu casa todo me recuerda a tu padre.

Una lágrima baja por mi mejilla, abro los ojos y los cierro de nuevo, hay mucha luz.

-Mami...

-Sam...- abro los ojos y veo que corre a la puerta de una habitación de hospital, guacalas, huele a hospital- ha despertado- grita. Mi madre, corre hacia mí, me llena de besos la cara.

-Mami no llores- me levanto y me duele la espalda, me acuesto de nuevo- se limpia las lágrimas, entra un doctor, y me examina, tengo el brazo derecho vendado, recuerdo que había sangre en mi frente, me llevo el otro brazo, y... auch... tengo puntos en la cabeza, gracias a Dios que no son en toda la frente.

-¿te duele la cabeza?- pregunta sonriendo el doctor, una sonrisa muy sincera.

- un poco- respondo- pero no es fuerte el dolor.

- bueno Samantha, tienes ocho puntos en la cabeza, una fisura en el brazo derecho y un golpe muy fuerte en la columna, por eso deberás permanecer en cama una semana, y luego tendrás terapias, para que podamos recuperar la movilidad de tu brazo, haz tenido mucha suerte, pero no por eso vas a seguir siendo imprudente al conducir, ¿entendido?- con ese discurso si.

Asiento y sonrió, mamá está hablando con alguien, seguro avisando que ya desperté, por cierto, ¿qué día es hoy?

-¿Cuantos días llevo dormida?