MIND [Klaus Hargreeves]

|One|

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A la duodécima hora del primer dia de octubre de 1989, cuarenta y tres mujeres de todo el mundo dieron a luz. Un hecho nada inusual, salvo porque ninguna de estas mujeres estaba embarazada al comenzar el día.

Sir Reginald Hargreeves, multimillonario, excéntrico y aventurero, decidió localizar y adoptar a tantos de esos niños como le fuera posible.

Consiguió a siete de ellos. En realidad fueron ocho.

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Who's gonna tell you when
It's too late
Who's gonna tell you things
Aren't so great

El frío viento chocaba con el rostro de la joven, esa noche era aún más helado y penetrante que la anterior, había sido una mala idea cubrir un segundo turno en la clínica gracias a la irresponsabilidad de su compañera de trabajo, era realmente tarde y ella estaba agotada. Caminó con rapidez por las calles, ya que a mayor paso menos tiempo de camino hasta su departamento.

El subterráneo estaba algo solitario pero no al grado de tornarse tétrico, solo despejado considerablemente.

Su destino era la tercera estación desde su punto de partida, se sentó plácidamente frente a un pequeño niño que era acompañado por su madre, este llevaba en sus manos un cómic, el más conocido en todo el lugar, "Umbrella Academy".

Una ligera sonrisa adornó los labios de la chica, recuerdos invadían su mente sobre ese lugar, al mirar hacia uno de los muros del vagón leyó el cartel pegado "Mi vida como número siete, por Vanya Hargreeves" la curiosidad invadió su corazón y mente, quería saber lo que esas páginas guardaban realmente, había escuchado rumores sobre el contenido de ese libro.

Era la estación donde ella debía bajar, por un momento olvidó lo anterior y salió del subterráneo, caminó un tramo mas, ya estaba aburrida de esa rutina, pero ella lo decidió así, despertar temprano, ir a la clínica, atender dos o tres perros obesos por culpa de los dueños, seguramente cubrir el otro turno porque su compañera no se presentaría al trabajo, salir, tomar el transporte, caminar y comer esas hamburguesas baratas.

Compró como siempre su hamburguesa con papas y siguió su camino, las noticias estaban en cada puesto por el que cruzaba: "terrible tragedia". La mente de la joven no prestaba realmente atención a las noticias y siguió su rumbo hasta que al frente de una tienda de electrónicos, ¡Increíble! Televisores al 30% de descuento, ¿Quien lo creería?, aunque eso no era lo sorprendente, en cada una de las televisiones se transmitía el mismo mensaje, el canal de noticias, "una terrible noticia fue informada de último momento, el multimillonario y excéntrico más solitario, Sir Reginald Hargreeves a muerto".

Una corriente fría recorrió la espalda de la chica, su corazón se detuvo por algunos instantes, sus manos comenzaron a sudar, la noticia la había abrumado, pero ¿Cuál era la razón? ¿Quien es ella? Su nombre es Rosemund Hargreeves, mejor conocida como número ocho, "The Mind" solían apodarla sus hermanos, ella era una de los niños adoptados por Sir Reginald, mucho tiempo pasó desde la última vez que lo vio y ahora se enteraba de esa forma, su garganta parecía un árido desierto, seca y con un nudo al centro.

-No... -fue su única palabra semiarticulada, ni siquiera sabía cómo sentirse, solo estaba segura de que era momento de volver a la mansión y volver a reunirse con sus hermanos, volver a verlo, ver a Klaus Hargreeves y que las memorias vividas con él volvieran a invadir su mente y su corazón.

Sabía que tenía que tomar el primer tren a su antiguo hogar lo más pronto posible pues era algo por el cual tenía que volver, por lo menos al funeral de quién la adoptó.

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-¡Mund! Vuelve, Rose, te necesito. Tienes que volver a la mansión, podemos detenerlo si todos estamos juntos -una voz joven, muy familiar estaba en su cabeza, cada noche las mismas palabras en su mente, la misma voz que conforme pasó el tiempo se volvió mayor, esa voz de un viejo que le decía que volviera, que necesitaba de ella.

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-Disculpe, señorita. Llegamos a la estación -Rosemund despertó alterada al oír al joven del tren, al parecer no supo cuando habían llegado, sonrió apenada y se levantó tomando sus cosas, era momento de ir directamente a la casa Hargreeves.

Todo el camino se sintió dispersa, como poca mantequilla sobre mucho pan, su mente estaba en otro lado pensando en esos sueños hasta que sin darse cuenta ya estaba frente a las puertas de Umbrella.

Respiró profundamente, trató de calmarse cerrando los ojos para escuchar un poco lo que pasaba al interior, pero ni un solo suspiro se podía percibir, tomó la perilla, la giró, la puerta rechinó, Rosemund se adentró con pasos tímidos, los viejos recuerdos llegaron de golpe a su persona, número ocho regresaba a su antiguo hogar, con su familia.

You can't go on
Thinking nothing's wrong
Who's gonna drive you home tonight