3: Coming of Age Ceremony

921 89 53
                                    

Nathaniel.

Quería matarme en ese momento.

El profesor de Historia seguía hablando y hablando a pesar de que la mitad del mundo estuviera durmiendo.

¿Y yo? Tenía que estar atento, porque el maldito mundo me odiaba, y cada vez que estaba haciendo una estupidez con este profesor, era pillado in fraganti. Estaba seguro de que, apenas cerrara mis ojos para tratar de dormir un poco, comenzaría a gritarme.

A mi lado, Melody roncaba.

Suspiré.

—¿Mi clase le parece muy aburrida, señor Jacott? —preguntó ese monstruo.

¿Ves?

Golpeé a Melody por debajo de la mesa, despertándolo de golpe y limpiándose la baba de la comisura de la boca para sonreír de forma automática.

—No, claro que no —respondí educadamente.

El anciano me miró con sus ojos entrecerrados para luego seguir hablando sobre la Segunda Guerra Mundial, y suspiré cansado.

Anoche había vuelto a salir con Castiel y volví de madrugada a mi casa luego de revolcarnos en su destruido remolque que utilizaba como escondite. Supuestamente, íbamos a estar juntos sólo un par de horas, pero entonces Castiel sacó de su bolsillo un frasquito con anfetaminas, tragamos una, y nuestro deseo sexual aumentó el triple.

Así que ahora estaba con unas ojeras del tamaño de un pie de elefante y con un dolor terrible en el culo.

—Te ves horrible —comentó Melody cuando salimos del salón para el almuerzo.

—Encantadora —murmuré frotando mis ojos con agotamiento.

Melody se acercó, poniendo sus labios contra mi oído.

—¿Sigues saliendo con ese drogadicto, Nath? —preguntó para que nadie más nos escuchara.

Arrugué los labios en un gesto de desagrado.

—No estamos saliendo —respondí un poco a la defensiva—. Sólo quedamos para follar.

—Ahora tú eres el encantador —comenzó a reírse y rodé los ojos, negando con una sonrisa—. Aunque considero que...

—¡PELEA, PELEA, PELEA!

Al entrar al comedor, nos encontramos con una multitud de personas gritando, haciendo un círculo mientras animaban a quienes fueran que estuvieran peleando.

Hice un gesto de desagrado, notando el entusiasmo de Melody por la pelea, e iba a seguir caminando para ir a buscar algo para comer cuando noté quienes se estaban peleando.

Kentin y Dakota.

Fruncí el ceño.

Si ves a mi hermano menor, Nath, procura que no se meta en problemas.

Solté un suspiro, medio exasperado, y sin saber por qué estaba haciendo eso –después de todo, Castiel y yo no éramos algo como para pedirme esas cosas– me metí entre la multitud, acercándome a los dos idiotas que peleaban para tratar de separarlos de alguna forma. Melody me gritó para que me alejara, pero como siempre, no le haría caso.

Como pude, quité a Kentin de encima de Dakota, agarrándolo de los brazos y arrastrándolo. Él gritaba algunas cosas incomprensibles que preferí ignorar, pero no me importaba. Ni siquiera me importaban las miradas sorprendidas de mis compañeros debido a que solía ser callado y tranquilo todo el tiempo, sin saber que tenía bastante fuerza como para devolver un golpe si era necesario.

Born To Die || Casthaniel. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora