Mas allá de las tallas [en proceso ]

Prologo ✔️

20 de enero del 2000

Burlas, apodos hirientes y lo más doloroso es cuando todos te apartan por algún defecto físico o emocional, pero no creo que mi caso sea lo emocional, es más mi físico; una chica de piel clara, ojos marrones, que para mí ese color es llamado miel, pero da igual como yo lo llame o no, y como no mencionar mi larga cabellera negra como el azabache, y si, las burlas no son por nada de eso, las burlas son porque soy gorda y según ellos muy diferente al resto.

Y aquí estoy sentada, viendo como todos devoran sus platos, somos una familia muy unida, llenas de amor y cariño, mi madre es la mejor cocinera de todo el mundo y ¿papa? Papá es el mejor doctor de todos.

No puedo evitar ver a mi hermana Ashley, que para ser honesta es todo lo contrario de mí, es bonita, inteligente, y lo más importante es que es delgada.

—¡Hey! ¿No piensas comer?- pregunta mamá con sus ojos de preocupación.

—No tengo hambre.

—¿Cómo que no tienes hambre?- pregunta papá con indignación.

—Los niños de su curso se  burlaron de ella hoy papá–dice Ashley.

—¡No es cierto! –grito y siento mis ojos humedecerse.

Me levanto de la mesa y corro hacia mi habitación dejando las lágrimas correr, no quiero recordar que no soy igual que todas las chicas de la escuela, ellas son bonitas y delgadas, yo solo soy la gorda y nerd.

—¿Hija podemos hablar? –dice mamá tocando la puerta.

— ¡No! No quiero hablar con nadie, quiero estar sola.

—Bueno, en ese caso ¿Dónde dormirá tu hermana?

Había olvidado que la habitación de Ashley la estaban remodelando y por ende tendrá que quedarse conmigo hasta que todo esté en perfectas condiciones para ella, ya que tarde o temprano tendré que pararme de la cama y abrir la puerta para Ashley, decido abrirle la puerta a mamá.

Sus palabras son como las de los Ángeles caídos del cielo solo para ayudarme con mis miedos, la amo tanto, amo todo lo que dice para hacerme sentir mejor y especial.

18 de julio del 2000

Acabo de recibir mis calificaciones y estoy muy feliz de pasar a la secundaria con una excelente calificación, ya Ashley se gradúa el año que viene y pues ira a la universidad, mis calificaciones fueron las mejores de mi grado, por ello convocaron a mis padres para la entrega de reconocimientos, estoy muy feliz por esto.

—¡Hey felicidades Nanny! –dice Ashley.

—Gracias Ashley –es lo único que le digo con una enorme sonrisa, lo cual ella me devuelve otra más brillante y hermosa.

—No tienes que agradecer nada, eres brillante.

—¡Papá! –corro para abrazarlo, él me recibe con un enorme abraso lleno de besos en mis mejillas.

—¡Hey miren la gorda en vestidos! –es lo que escucho de un grupo de chicos que ríen y no puedo salir de la escuela llorando, ¿no puede existir el día donde no reciba burlas?

—Vamos cariño ignora eso y vamos a celebrar tus calificaciones –dice mamá.

—¿Y Ashley?

—Ella ira más atrás cariño.

Nos montamos en el auto y papá decide poner mis canciones favoritas durante todo el camino, hablamos de todo un poco, papá saca su celular para avisarle a Ashley donde estaremos, y que pueda llegar más atrás.

Por un momento él perdió el contacto con la carretera, y en ese mismo momento un camión en la otra vía corría desenfrenadamente, en realidad creo que esta súper fuera de control.

—¡Cariño cuidado!—dice mamá tomando el guía del auto

Todo se torna más rápido de lo normal, solo sé que papá perdió el control de todo. Siento mis ojos muy pesados, todo me da vueltas, mamá , papá, creo que me desmayo.

21 de junio del 2000

No sé dónde estoy, pero no es el auto de papá, no es mi casa y no lo veo a ellos, veo mí alrededor y todo es muy parecido a una sala de hospital. No puedo mover mucho mi cabeza y siento que todo caerá sobre mí.

Logro ver a alguien acercarse a mí, se trata de mi tía Idalina, sus ojos están súper dilatados, la escucho llamar a una enfermera y de repente la escucho llorar, quiero hablar pero no puedo, mi garganta duele y está súper reseca.

—Mi niña todo estará bien –dice tía aun llorando –llevas casi cuatro días sin despertar.

Llega la enfermera, comienza a quitarme algunos aparatos y procede a darme de tomar un poco de agua y a revisarme, la veo salir y en pocos minutos veo entrar a un doctor.

—Que bueno que despertaste.

—¿Y papá? –es lo único que puedo llegar a preguntar, me duele mucho la garganta -¿y mamá? –veo el doctor mirar fijamente a mi tía sin decir una sola palabra, y ella comienza a llorar, se acerca a mi y toma mi mano.

—Lo siento Nanny –es lo único que dice.

Soy una niña de 12 años pero no soy idiota sé que algo está pasando, solo recuerdo a papá perder el control en la carretera, mientras íbamos a celebrar mis calificaciones perfectas ¿Qué paso después?

—¿Qué es lo que pasa doctor? –lo miro con fijeza buscando alguna respuesta.

—Lo siento Nanny, pero tus padres murieron.

Espero y esta historia les guste, se que les servirá de mucho a muchas personas.

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