Prologo

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En alguno de los bloques habitacionales de los grandes y vastos sobrepoblados barrios pobres de la ciudad, a uno de los más humildes hogares llegaba un correo, una carta cuyo sobre valía lo suficiente como para alimentar a un niño y cuyo contenido parecía para su destinatario más una cruel ironía que el premio que esta quería pretender.

Mas alto en la pirámide, pero más abajo en la ciudad se posaba victoriosa e imponente una mansión tan cara como todo un distrito y tan grande como el palacio de la nación a la cual llegaba la misma carta, las mismas letras vacías cuyo significado no era más que una muestra del triste e inevitable destino que habían escrito para el los jefes del circo y que durante años había estado siguiendo como la marioneta obediente que se quería que fuera.

Ambas cartas eran una invitación con una partitura como imagen de decoración, una invitación a una premiación, un reconocimiento por un lado a su voz y por otro a sus acertadas notas.

Uno miró con detenimiento su documento mientras lo leía, pensando por momentos en deshacerse de este y simplemente no asistir, pero al llegar al final algo lo hizo cambiar de opinión... Querían que tocara en la entrega, cosa que al contrario de su homónimo, no se esperaba para nada, quizá era su oportunidad de llevar un poco más lejos sus letras, quizá era el momento que había estado esperando, quizá iba por fin a ser escuchado por más personas que sólo los pobres e inconformes, lo había decidido, era el momento de abrirle los ojos a aquellos que aún ni siquiera sentían la luz, era su momento y no tenía planeado desperdiciar su tiro... Aceptó.

El otro, por el contrario, no tuvo otra opción, la decisión ni siquiera la tomó el, fue puesto a merced de los deseos frustrados de su padre nuevamente, sabía que siendo así, él tendría que ponerse a practicar, y conociendo a su progenitor, especuló que no sería exactamente flexible en las opciones y los horarios. Sin embargo, era una forma de vida a la que estaba acostumbrado, porque nunca había sido de otra forma, no conocía otro modo, para él, ese siempre había sido el único, aunque eso no significara que quisiera quedarse en el.

La música. El arte de poder ligar recuerdos a una canción, el poder de hacer sentir a quien la oye desde la más profunda tristeza hasta la más orgullosa determinación, el arma de doble filo más antigua de la historia, la filosofía que se puede acompañar con notas o el ritmo que puede tomar una gran vergüenza, ese instrumento maligno que puede ambientar la más alegre de las fiestas o sonar hórrida durante la más sangrienta de las revoluciones, esa moneda con una cara con anuncios de guerra y la otra con discursos de libertad, desde dos palos entre ellos chocando hasta las miles de trompetas que anuncian el día del juicio llegando, la música es esa pluma que puede inclinar toda una balanza en un mundo en que la vida de unos parece valer más que la de otros, en un mundo distópico donde la coup de' etat tomó el poder mas veces de las necesarias, donde los ricos se vuelven mas ricos a base de los pobres, que al no poder ser mas pobres, mueren en la desgracia de las deudas y el aislamiento.

En el medio de este caos nacen dos mentes con caracteres parecidos y deseos similares, de los dos bandos mas opuestos de la sociedad, adoctrinados y educados para odiar a lo contrario o a lo nuevo, a ninguno le agrada la idea, pero es el mas pobre quien lo demuestra primero, siempre es mas fácil tocar con sentimientos y cantar con rebeldía cuando no tienes la presión de la alta sociedad sobre tus hombros, una ventaja pero al mismo tiempo una desventaja, visto como un radical o un ignorante sin futuro, es también mas difícil triunfar cuando los llamados valores y las antiguas "tradiciones" van en contra de tus ideales de libertad.

Pero era su pasión, y su esfuerzo lo llevaron a el y a sus compañeros a progresar y hacerse un hueco en el mundo de la música, en ocasiones siendo llamados "la banda de los pobres", sintiéndose libres, que al final era lo que buscaban.

Ahora pasaba sus días ensayando con sus desde entonces hermanos o escribiendo solo y acompañado, invadido por nostalgia y sentimientos que se habían arraigado a su mente y a su alma desde que lo perdió todo. Destinado a morir, sobrevivió, siguió adelante sin importar el que dirían o el que harían, porque no había otra cosa que hacer, porque no había otra salida.

Porque era difícil pensar en otra cosa. ¿Cómo te podrías sentir aprisionado en tu pasión sin que dejara de serlo?

Eso le pasaba al contrario, quien, como siempre, se encontraba mordiendo su pluma mientras pensaba en notas para una nueva melodía.

Daniel era su nombre, quien desde pequeño había soñado con ser un músico reconocido, destacar en los más grandes escenarios desde su tierra hasta París y que todo el mundo supiera quien era. De cierto modo lo logró, pero no con la música que quería.

La sociedad en donde el se encontraba era muy conservadora. Tenían perfectamente delimitada la línea que separaba lo políticamente correcto de lo "vulgar".

¿Qué tipo de música tocaba? Música clásica, aburrida a su parecer, pero un deleite para las personas a las que la presentaba, vacía para el sin embargo, carente de expresiones mas allá de las notas, notas que resultaban hermosas, pero que no podían decir nada mas... Sin palabras

Su gran problema con esa música era precisamente ese, no podía usar palabras. Dan deseaba expresar lo que sentía, no lo que la gente pensaba que sentía. Él fue obligado a hacer lo que "soñaba", cambiando su sueño por una idea equivoca de los lazos ideológicos de su padre y mentor.

Encerrado en esta pesadilla disfrazada de sueño escondía sus deseos usando su voz cuando nadie lo escuchaba, o eso creía, cantando letras prohibidas o escribiendo suyas aun mas insultantes e inapropiadas, letras que después el mismo quemaba, dejando simplemente cenizas como rastro de lo que eran la rabia y la desesperación acumuladas, generadores de estrés que si no liberaba iba a ser transformado en depresión y ansiedad por lo que el mismo había leído y consultado con un psicólogo anónimo de Internet.

Su fantástica aventura se había convertido en nada mas que una rutina triste y monótona que mataba a su tiempo.

Había que evolucionar.

The rebels fest- L'étoile de la libertéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora