Arreglando el pasado (Sirry)

Capítulo 14

Nunca terminaría por gustarle ese lugar, lo odiaba, detestaba ese lugar y tener que ir. Pero lo que más le hacía aborrecer ese lugar era que tenía que ir para poder ver a su hijo. Su único hijo vivo.

Y cómo dolía pensar que antes eran más Black's en el mundo. Ahora sólo habían dos con el nombre y con sus muertes el apellido moriría con ellos.

- Estás muy reflexivo hoy padre - la voz salió rasposa de tanto gritar

- ¿Mala noche? - preguntó evitando la pregunta

- Aquí siempre es una mala noche - se burló el más joven

- Pronto Sirius

- ¿Pronto? ¡¿Pronto?! - gritó mostrando los dientes como un perro herido - Llevas años diciendo lo mismo - reclamó golpeando los barrotes con su puño - Serán once años pronto en éste maldito lugar

- La Casa Black no tenía influencias Sirius, éramos mal vistos

- Y con razón

- Yo no le dije a Regulus que tomara la marca - le gruñó deteniendo las réplicas de su hijo - Tampoco lo hizo tu madre, el tonto creyó que ese era nuestro deseo pero ese fue el error de Regulus, pensar que éso queríamos

Sirius se vio castigado - No quise decir eso padre

- Lo sé - suspiró el viejo mago - Sé que no quisiste decir eso, pero tal vez sí hubiéramos hablado con ustedes

- Fue la maldición padre - trató de tranquilizar Sirius - No fue su culpa

Ahora lo sabía, fue el hecho de que Bellatrix tomara la marca lo que marcó a la Familia Black, antes a pesar de su ideología no estaban tan locos, Sirius mismo había crecido como un jodido príncipe hasta que fue clasificado en Gryffindor y aún así su situación no estaba tan jodida hasta que su prima mayor tomó la marca y sacrificó la cordura de los Lords de la familia, condenando así al resto del árbol familiar salvando a los que fueron expulsados, Narcissa se salvó cuando se adhirió a la Casa Malfoy por matrimonio y portó el anillo de Lady antes de que la maldición la atacara por completo.

- Estoy haciendo que tu caso pase a revisarse por Madame Bones - informó

- ¿Amelia? - preguntó con una sonrisa - Logró su sueño, me alegro

- La conociste en la escuela ¿cierto?

- Sí - asintió - Estuve con ella también en el entrenamiento Auror, ella es justa

- Es lo que todos dicen de ella - admitió - Por eso he peleado para que sea ella la que revise tu caso y te de el juicio que el imbécil de Crouch te negó

- Es bueno escuchar eso - sonrió

- Solo prométeme una cosa hijo

- Sí puedo cumplirlo en éstas paredes - se burló

- Esto es serio

- Lo soy

El viejo mago suspiró pidiendo paciencia a sus ancestros.

- Prométeme que no harás nada imprudente Sirius - pidió tomando las manos de su único hijo que le quedaba - Prometelo

Ambos pares de grises se encontraron, uno más oscuro que los otros rogando y el otro sin saber que decir.

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Llegó octubre y un frío húmedo se extendió por los campos y penetró en el castillo. La señora Pomfrey, la enfermera, estaba atareadísima debido a una repentina epidemia de catarro entre profesores y alumnos. Su poción Pepperup tenía efectos instantáneos, aunque dejaba al que la tomaba echando humo por las orejas durante varias horas. Como Ginny Weasley tenía mal aspecto, Percy le insistió hasta que la probó. El vapor que le salía de debajo del pelo producía la impresión de que toda su cabeza estaba ardiendo.