La pared es cuando ya no miras más a quien tienes a tu lado. Por ejemplo me encantaba Adriana, pero su familia me daba flojera mortal, miras a la madre con problemas por histérica y padre ausente mentalente. Puntos menos. Luego su carrera es de hueva, será toda la vida una asalariada. Puntos menos.
Mis sentimientos no eran sentimientos, eran emociones efímeras. Me encanta estar contigo, me encanta besarte, tocar tu piel, pero sé que esperas evolucionar y yo solamente me voy a aburrir.
Porque ya dejé de pensar en ti. Me dolerá dejarte, pero estará opacado por las mismas molestas preguntas de siempre -¿Ya no me amas?- -No- -¿Y lo que haríamos en navidad?- -Pues no lo haremos- -¿Me dejaste de amar así como así?- -Si- -¿Qué hice mal?- -Nada, no eres tú- -Pero podemos arreglarlo ¡No seas injusta!- -Injusto es que creas que podré quedarme con cara de asco-
Pero me molestará más, que tú me dejes antes de que llegue la pared. Si no llega y lo haces, sentiré que aún no era tiempo, y querré por todos los medios que vuelvas a mi. -Eres una imbécil- sonreí tomando de golpe mi jägerbomb -La vida es un buffete querida. Ya me cansé de tu sabor, es hora de comer algo más-
¿Mi mejor amigo? El autosabotaje mental. Ella tenía todo lo que yo quería, pero por alguna razón, sentía que tenía que buscar más allá, que no podía quedarme acá. Era tierna, simpática, divertida...pero salíamos a bares y apenas se descuidaba ya miraba a alguien más.
-Un jägerbomb por favor- mi amiga la bartender hizo la señal de presa cerca. Ahí estaba, ojos enormes, mirada de engreída que se ocultaba por su cabellera pelirroja que llegaba a los hombros y unas curvas preciosas en un pantalón negro con blusa escotada a juego. Le sonreí -Que sean dos por favor- me acerqué para comenzar a cazar -¿A quién debo golpear?- se quedó extrañada -¿Perdón?- le pasé la bebida -Si, porque si estuvieras conmigo jamás te dejaría en la barra. ¿Quién es la tonta que te tiene esperando?- sonrío levemente -Que tontería, vengo sola- primero jalas y luego sueltas el señuelo -Bien, ¿Entonces interrumpo tu proceso depurativo del trabajo?- ella tomó un sorbo -¿Cómo sabes que vengo del trabajo?- me acerco un poco más -Porque tienes unos ojos enfurecidos y cansados- me encanta cuando comienzan a ponerme atención -Y podría ser también que te hayas peleado con tu pareja...pero en eso no me entrometo- voltea los ojos -Debes de decirle eso a todas las que que te gustan- para este punto ya estoy más cerca de ella, culpando a la música de no escucharla -No, jamás había visto unos ojos tan preciosos- mis labios succionaron lentamente su grueso labio inferior, haciéndola suspirar, ese aliento de sucubus me dominaba, quería tomarla con mis manos, pero me apartó. Su sonrisa de lolita traviesa, me llevó al cuarto oscuro del bar.
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Ciudades Oníricas
RomanceMe acerqué para inhalar un poco de ti, provocándome un viaje violento y ácido al pasado. Sonreíste, aferrándote a mi cuello como tantas veces lo habías hecho, diciendo algo que también estaba pensando -¿Y ahora, qué haremos?-