19.- Te quiero

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Capitulo XIX



MinHo recorrió con la mirada el rostro del pelinegro, era como si tuviera a un muñeco de porcelana debajo suyo. Detuvo su mirada al llegar a los ojos gatunos de Kibum, notando que este también juzgaba su rostro. Solo bastaba de un pequeño rose, un pequeño y rápido beso, para que la atmosfera continuara con el curso que tenía en ese momento, en ese preciso momento.

Y así fue, MinHo descendió hasta capturar con los suyos, los labios rosados de Kibum. Aunque al principio Kibum lo dudo, respondió el beso que el moreno le daba. Sintiendo los carnosos labios de MinHo combinarse con los suyos, sentir como con ese beso su cuerpo se sentía tan bien que lograba erizar toda su piel. Minho se alejó de él, dejando una leve mordida en el labio inferior del pelinegro.

Ambos se vieron a los ojos, no necesitaron decir ni una sola palabra, con esa simple mirada que ambos se habían dedicado. Tenían una respuesta. Así que MinHo, volvió a besar los labios de Kim Kibum. Iniciando un beso lento, transmitiéndose todos esos sentimientos que se negaban a decir en voz alta. MinHo se alejó un poco de Kibum dejando libres sus muñecas y sonrió con ternura, intentando transmitir calma a Kibum.

El pelinegro, al sentir sus manos libres, no pudo moverse, por miedo a que cualquier movimiento equivocado arruinada ese momento. MinHo dejo un beso en la frente de Kibum y este cerro los ojos por la acción, sintiendo como su corazón latía con demasiada fuerza. Sus labios se unieron nuevamente, Kibum con temor rodeo el cuello del moreno, aumentando la intensidad de ese nuevo beso. Las manos de MinHo se posaron en la pequeña cintura y comenzaron a dar pequeñas caricias, el moreno sintió como Kibum apretaba más sus brazos alrededor de su cuello. Al terminar el beso, no se alejaron demasiado debido al abrazo que Kibum le estaba dando, MinHo lo miro con una sonrisa, Kibum tenía las mejillas demasiado sonrojadas y en cuanto sus miradas se encontraron, el pelinegro desvió la mirada sintiéndose un poco avergonzado en ese momento. La sonrisa de MinHo aumento cuando vio que Kibum desviaba la mirada, acercándose para dejar un beso en las mejillas de Kibum y al ver que este no hizo ningún movimiento, volvió a acercarse para dejar un beso cerca de su barbilla. Un beso fue dejado en el cuello de Kibum y MinHo logro sentir como el cuerpo del menor se tensaba, pero MinHo estaba dispuesto a seguir hasta donde Kibum se lo permitiera, nunca obligaría a Kibum a nada que no quisiera, por eso si Kibum le decía en ese momento que se detuviera, MinHo lo haría, por muy difícil que fuera.

Pero Kibum permaneció en silencio, esperando la siguiente acción de MinHo. Porque en ese momento pareciera que su mente dejo de trabajar para solo concentrarse en MinHo y en esas caricias que el moreno había retomado en su cintura. Kibum mordió su labio inferior cuando un nuevo beso fue dejado en su cuello. Kibum cerró los ojos sin dejar de morder su labio cuando los besos continuaron y las caricias ya no solo eran sobre el liguero suéter que llevaba, sino que ahora las manos de MinHo estaban incluso debajo de su camiseta.

Con un poco de miedo, Kibum soltó el cuello de MinHo y guio sus manos a donde la playera del moreno comenzaba, con duda una de sus manos tomo el inicio de la playera y la levanto un poco, sintiendo por primera vez la piel de MinHo, soltando inconscientemente un gemido, porque los besos de MinHo se sentían tan bien en ese momento y su cuerpo había comenzado a reaccionar al igual que el de MinHo.

MinHo se alejó de Kibum y el pelinegro lo miro asustado creyendo que había hecho algo malo y desviando nuevamente la mirada cuando MinHo lo miraba fijamente, porque en ese momento no existía nada más hermoso y perfecto que Kibum el cual se encontraba con el rostro demasiado sonrojado. MinHo tomo la mejilla del pelinegro y lo giro para poder verlo a los ojos, pero Kibum se sentía demasiado avergonzado en ese momento por lo cual se levantó lo suficiente para poder esconder su rostro en el cuello de MinHo. Porque era la primera vez que se encontraba en esa situación y por mucho miedo que tuviera al ser su primera vez, quería arriesgarse, porque con MinHo se sentía seguro y sabía que el moreno no lo lastimaría.

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