TURQUÍA

Capítulo 47

-¡Si algo le pasa mí esposa o a mí hijo será culpa tuya madre!

Boran le gritó a su madre desde abajo mientras subíamos a su camioneta.

-¡Boran me duele mucho!
-Tranquila Eren ya vamos al hospital, todo va a estar bien.
-¡Mí bebé!
-Ya vamos a llegar mí amor.

Llegamos al hospital por el ala de urgencias, me ingresaron de inmediato mientras Boran llenaba los papeles de ingreso.

BORAN
Tenía miedo de que algo le hubiera pasado a Eren o al bebé, después de que la ingresaron Koray y yo nos quedamos en la sala de espera por un buen rato esperando noticias de ambos.

-Boran siéntate.
-No puedo Koray.
-Hermano, el médico nos dirá cómo están cuando tengan los resultados, tranquilízate y siéntate.
-Koray si algo le pasa a mí hijo no se lo perdonaré a mí madre.

-¡Hijo!
-¡Papá!
-¿Cómo esta tu esposa? Tu madre me dijo que tuvo un accidente en las escaleras.
-¿Accidente?

-Sí querido, le dije a tu padre lo que pasó, Eren resbalo por la escalera.
-Madre está vez no.

-Papá, Eren no resbaló por las escaleras... Mí madre discutió con ella y la golpeó haciéndola caer y chocando con el mueble.

-¿¡Eso encierro Belma!?
-¡Querido yo no sabía que ella estaba embarazada!

-¡Ella no ha perdido a mi hijo madre y por tu bien espero que no lo haga!

-Familiares de la señora Kaya.
-¡Yo soy su marido!
-La señora Eren tuvo un ligero sangrado pero está estable.
-¿Y el bebé?
-No se preocupe, ambos están bien pero ahora es necesario que este en observación tanto ella como el bebé... Le administramos algunos medicamentos especiales para su embarazo que le ayudaran para el dolor.
-¡Gracias a Dios!... ¿Puedo verla?
-Por supuesto, pasé por aquí.
-Gracias.

-¡Gracias a Dios están bien!
-Hablaremos después madre.
-¡Hijo!

Entre al cuarto donde estaba Eren un poco aturdida por los medicamentos que le habían administrado.

-Hola querida.
-¡Boran!
-Tranquila Eren... ¿Cómo te sientes?
-Cansada pero dice el médico que estamos bien.
-No sabes como me asusté cuando te escuché gritar.
-Yo también tenía mucho miedo de que algo le pudiera pasar al bebé... Mira.
-¿Qué es?
-Una ecografia.
-¿Ese es nuestro bebé?
-Sí, es hermoso.
-Querida nuestro bebé aún no tiene forma.
-Que insensible.
-Pero estoy seguro que es igual de perfecto que tú.
-Y pensar que hace un par de meses no me soportabas.
-Digamos que te tolero un poco más.
-Tambien te tolero.
-¿Sólo me toleras?
-Te amo.
-También te amo Eren.
-Boran, lo siento.
-¿Por qué?
-No le obedecí a tu madre y la hice enojar.
-No Eren, no tienes que pedir disculpas querida.
-Te prometí que lo intentaría y no lo hice.
-Ya no te preocupes por nada, mañana terminaré todo para irnos a Estambul en un par de días.
-No, toma tu tiempo, el médico dijo que tengo que estar en reposo dos semanas antes de viajar, le pregunté antes de que se fuera.
-Esta bien pero promete que no harás esfuerzos ni te enojaras.
-Lo prometo.
-Yo me encargo de mí madre.
-No quiero que tengas problemas con ella por mí culpa.
-No los tendré querida.
-Esta bien.

Hablamos por un rato hasta que se quedó dormida y salí para dejarla descansar.
Los próximos dos días estuvo hospitalizada por control y después de que la dieron de alta volvió a la mansión con órdenes de reposo por dos semanas.

-Señora Eren bienvenida.
-Gracias Ayzel.

-Ayzel vas a estar a ordenes solamente de mí esposa.
-Sí señora.

-¿Y quien se va a encargar de la casa?
-Contrataremos a alguien más, pero Ayzel solo va a estar bajo las ordenes de Eren.
-Pero hijo.
-Madre por favor no cuestiones mis ordenes.

-Boran me iré a la cama, estoy algo cansada.
-Te acompaño.

-¿Cansada de que niña? Solo has estado acostada por Dios.
-Por su culpa señora Belma, usted fue quien me hizo golpear con la mesa.

-Madre por favor.

-Vamos querida.
-Okay.

Fuimos a la habitación donde estaba un ramo enorme de tulipanes sobre la cama y un par de trajesitos de bebé con un pequeño elefante.

-¿Qué es todo esto?
-Sorpresa... Las flores son para ti y la ropita y el elefante para nuestro hijo, como aún no sabemos que es preferir comprarlos blanco.
-Mi amor está hermoso... Todo es precioso.

Estaba muy sensible por todo y lloraba de cualquier cosa pero lo que había hecho Boran por mi y por el bebé era algo que me hacía muy feliz y poco a poco me iba enamorando más de él.