Persiguiendo tu amor

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Siete años después

SeungHyun se encontraba arreglándose frente a su espejo de cuerpo completo, estaba abotonando su camisa, pero antes de cerrarla por completo miro la cicatriz que tenía en el pecho. Desde del día en que JiYong murió, su corazón se cerró completamente, no amaría a nadie más, aunque; esto no se debía al hecho de que no tenía otro nombre tatuado en su piel, sino a que JiYong siempre será el amor de su vida, aunque no pueda estar con él.

--Es lo que es, y lo que es... es mierda—dijo antes a terminar de arreglase. Escucho como tocaban la puerta de su cuarto.

--¡Hey Top! Vamos a pasar por café. Te nos unes?—

--Si—Tomo su mochila y salió de la habitación. Mino estaba recargado en la pared esperando que su amigo saliera.

--Valla como siempre te ves increíble, planeas seguir rompiendo corazones—se burló su amigo, Seung solo le dio un golpe en la cabeza.

--Cállate y vamonos, antes de que Wook y Dae se desesperen. —Mino solo se rio y camino junto a él. No tardaron mucho en llegar con los demás.

--Oh al fin están aquí, vámonos necesito cafeína en mi sistema rápido—se quejó DongWook, ya con una mano en el pomo de la puerta.

--Eres más dramático que la reina de Inglaterra—Wook le lanzo una mirada ofendida a DaeSung y este solo rodo los ojos.

SeungHyun se acercó a Mino y le pregunto –Recuérdame porque me sigo juntando con ustedes.?—

--Somos geniales—fue la respuesta de Mino. Todos se rieron

Entraron en la cafetería y como de costumbre todo el lugar se encontraba lleno, pero la barista estaba enamorada de Seung así que como siempre ya tena sus órdenes listas. Los cuatro se dirigieron al frente mientras las personas de la fila los fulminaban con la mirada, y algunas otras se quejaban. La chica sonreí de manera boba, pero Seung no se detuvo ni si quiera para darle una mirada, como de costumbre y lo demás chicos solo le dirigieron una mirada de disculpa y un pequeño gracias.

Salieron de la cafetería, listos para dirigirse al campus de la universidad

--Deberías agradecerle alguna vez—lo reprendió Dae. Seung rodo los ojos aburrido de los contantes regaños que recibía de DaeSung.

--Sabes que la razón de—no pudo terminar la frase por qué sintió que se impactaban contra él, por culpa del golpe su vaso se aplasto; quedando así todo su atuendo lleno de café. –Pero qué demonios, porque no te fijas— grito mientras intentaba limpiarse el líquido de su ropa, fallando miserablemente.

Clavo su mirada en el pequeño cuerpo que estaba tirado en el suelo, que lo miraba con unos enormes ojos caramelos y la boca abierta.

--No piensas disculparte, o planeas seguir mirándome con la boca abierta todo el día—el muchacho salió de su trance, levantándose de inmediato.

--Oh Dios, lo siento tanto—saco un pañuelo de su bolso – Déjame ayudarte—pero antes de que el chico pusiera sus manos en el cuerpo del mayor este lo detuvo.

--Yo lo hare—le arrebato el pañuelo de las manos y volvió a limpiar la mancha, estaba seguro que tendría que regresar a cambiarse.

--Oye pequeñín—esta vez fue Wook el que hablo –Esos papeles que se vuelan son tuyos—