Capítulo 9
Sehun se volvió en el tiempo preciso para ver a Jia ir corriendo tras él. Le sonrió con una facilidad que no sentía... una semana y cinco días, podía parecer estúpido, pero había estado contando los días que tenía en no ver a Jeong min.
La única manera de saber cómo estaba o qué hacía era a través de Jia... su amiga le contaba siempre y cuando él preguntara. Ya que esa había sido la condición que él puso, nunca hablaban de él hasta que la pregunta mágica salía.
Su amiga llegó corriendo hasta alcanzarlo y comenzaron a caminar.
-¿Qué hay de nuevo?- le preguntó mientras cruzaban la calle y se internaban en la parte comercial de la ciudad.
-Pues, nada hasta donde yo sé. Solo hay una cosa pero... bueno, ha pasado cinco días ¿no?
Sehun suspiró, supo que la pregunta que tanto pujaba dentro de su cabeza tenía que salir de sus labios.
-¿Es de... JM?- le dijo, era mejor decirlo así que su nombre completo ¿no?
-Síp, se ha unido a la banda de Young min.
-¿De verdad?- se preguntó parándo su caminata y mirándola- ¿No estás bromeando?
-Claro que no tonto. Es de verdad, JM fue a hablar con los gemelos y ¡fah! ya está dentro- le dijo chasqueando los dedos.
Sehun sonrió y continuó su caminata.
-Me alegro mucho por él.
-Deberías de ir a verlo ¿No crees? Ya sabes, felicitarlo.
-No quiero verlo.
-Pero lo harás tarde o temprano.
-Mejor tarde- repusó él mientras la miraba antes de dirigir la vista a unas vidrieras.
-No, es mejor verlo ahora. Soportarás el dolor y lo dejarás pasar, además, no creo que suceda nada malo.
Sehun desvió su vista de las vidrieras y miró el cielo.
Estaba limpio, así que no podía aferrarse a que iba a ver un mal clima; miró el reloj de su muñeca, era temprano; miró a Jia, iba a seguir insistiendo... ¡maldición! ¡maldición!
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La puerta se abrió y Jeong min miró a quién hacía algunos días no veía y sintió su pulso latir aceleradamente.
-Sehun- susurró él mientras lo dejaba pasar.
El verlo de nuevo hizo que todos sus recuerdos lo atormentaran con más ahinco que antes. Los pantalones que llevaban le quedaban muy bien y la remera... ¡diablos! Concéntrate Jeong min, él está aquí, contigo le dijo su cabeza y, por una vez, le hizo caso.
Le sonrió y se acercó a la nevera.
-¿Quieres algo para tomar?- le preguntó mientras frenaba su mano en el zumo de manzana que tanto le gustaba.
-Lo que ibas a sacar estaba bien para mí- le dijo él mientras lo veía.
Jeong min sonrió y lo sacó. Se acercó a él y colocó dos vasos frente a ellos junto con la jarra de vidrio.
-¿Puedo saber ésta buena nueva?- le preguntó Jeong min mientras lo veía.
-Te felicito, ya era hora de demostrarle a los demás que tienes una voz muy... privilegiada.
-¿Tú dices? Soy una pelusa a comparación con los demás- le dijo él mientras servía el zumo.
Jeong min supo que Sehun trató de contener la risa que salió de su boca. La cual fue música para sus oídos... hermoso.