Capítulo 19
Jeong min se separó y miró directamente a D.O, ¿Era de verdad lo que acababa de escuchar? ¿Realmente? ¡Maldición!
-D.O escúcha tal vez tú...- se vio interrumpido por su amigo.
-Escúcha, de verdad quiero que lo pienses ¿sí? No te obligaré ni nada por el estilo, es solo que... quería decirtelo de una vez y ya. Solo piénsalo y luego me dirás... nada cambiara si me dices que no- le dijo antes de girarse y salir corriendo.
Jeong min se quedó mirando cómo su amigo se adentró a la cuadra siguiente y él se quedó estupefacto en su lugar. ¿Qué había sucedido? ¿Qué rayos...?
En el momento en que se giró hacia la espalda vio a Sehun bajando por la calle, dirigiendose a él. Y no se veía para nada bien... por más que intentara de ocultarlo.
En el momento en que se paró a su lado, Jeong min sintió que le iba a dar un ataque cardiaco. No podía soportar el hecho de que Sehun tal vez los haya visto... es decir, sí, Sehun lo utilizaba pero estaba lo bastante seguro que él podría ganarse el amor de su amigo de nuevo... necesitaba creerlo.
-Sehun...- tuvo que cortar lo que iba a decir porque su cabeza no procesaba más que un nombre, el nombre de su amigo.
-¿Pasa algo?- le preguntó él.
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Entonces, al final, Jia tenía razón después de todo...
Jeong min podía llegar a enamorarse de él, de ese enano del demonio que estaba hace unos minutos con él, y ni siquiera quería recordar que lo estaba besando.
Sentía su sangre hervir mientras lo veía... pero, pensandolo bien, es decir, según la perspectiva de Jia, él tenía la culpa. Después de todo, tuvo múltiples posibilidades para decirle que lo amaba... que realmente no quería utilizarlo y que realmente era un miedoso para aceptar lo que era real.
-¿Estás bien?- le preguntó Jeong min mientras lo veía.
-¿Por qué? ¿Ves algo raro?- le preguntó sintiendo que quería morirse allí mismo. Oh no seas tan imbécil le recriminó su cabeza mientras él se encogía de hombros.
Observó como Jeong se ponía nervioso. ¿Para qué se molestaba en ocultarlo? Siempre había sido transparente frente a sus ojos.
-Mira, esta tarde no estaré, así que no puedes ir a casa- le dijo mientras metía sus manos en los bolsillos de su pantalón.
-¿De verdad?- el cuerpo de Jeong min se relajó instantaneamente. ¿Cómo podía ser tan...?
-Sí, estaré ocupado, lo siento- le dijo mientras se giraba para irse.
-Sehun espera- le dijo Jeong mientras caminaba tras él para alcanzar a su antebrazo y girarlo- Necesitamos hablar.
-Pero yo no, lo siento- le dijo él mientras se soltaba de su agarre y se iba.
Aseleró el paso y se dirigió directamente a alguien que tendría que hacerle un monumento por su pasiencia ante un terrible cabeza dura. Y escogió ese maldito momento para que su cabeza le recordara la mentira que le había dicho hace tiempo de él y Jia.
-Soy un imbécil- murmuró él mientras cerraba los ojos.
Por primera vez se había sentido realmente tentado a cambiar las cosas, a que todo sea diferente pero tuvo que recibir un feo golpe a la realidad y le hizo ver que si cambiaban las cosas, no iba a servir de nada.
Todo seguiría igual, todo seguiría igual. Jeong min no le interesaba, entonces... ¿Por qué se sentía así?.
CONTINUARÁ...
