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Oct 05, París. Jeon Heejin.
—¿Qué pasa Heejin? ¿Qué es ese reloj?— Preguntó atropelladamente Hyunjin, agobiandome con preguntas.
—Verás. En resumen yo soy la emprendedora de un nuevo "viaje". Tuve un sueño muy extraño que no estoy segura de que fuera un sueño o que narices pero la chica que aparecía en él, es la que me dió este reloj.— Solté, resumiendo todo en un pequeño párrafo.
—Ja, esto parece una película de magia. ¿Heejin, qué narices vamos a hacer?— Preguntó ella, mirando a través de la ventana.
—¿Supongo que salvar el mundo?—Dijé, sonriendo a medias y poniendo mis brazos en jarra. De nuevo, mi reloj vibró.
(2) Tienes nuevos mensajes de X.
X: Antes de que salgas a salvar el mundo necesito que hagas algo. X: ¿Ves ese jarrón que está encima de tu encimera?
Yo: Sí.
X: Vale, concéntrate en él y cuando te diga ya lo tocas con tu dedo índice.
Yo: ¿De acuerdo?
Hicé lo que X me dijó, miré el jarrón que estaba colocado encima de la encimera de la cocina y me concentré en él. Esperé a que X me diera la señal mientras Hyunjin miraba atentamente.
X: Ya.
Con cuidado pusé mi dedo sobre el jarrón y me juré a mí misma que nunca había visto cosa tan bonita como esa. El jarrón que antes carecía de color alguno ahora se coloreaba solo ante solo un toque de mi dedo.
—¿Pero qué?— Pregunté, totalmente asombrada de lo que acababa de hacer.
Tu reloj volvió a sonar y deslizaste tu dedo para ver su mensaje.
X: Tus poderes irán subiendo de nivel cuánto más los uses. Tendrás que desarrollarlos, obviamente.
X: Encontraréis a mucha gente en vuestro camino, con distintos poderes, colores y animales.
X: Usad bien la cabeza, sois muy inteligentes.
Yo:... Yo: Gracias X.
Levanté a Hyunjin de su cómodo asiento y salimos hacia fuera del pueblo, abriendo la puerta de nuestra pequeña casita. Salté desde las pequeñas escaleras hacia el suelo, pisando el gris césped.
Empecé a correr por el césped del pueblo, estaba desierto, la gente se había escondido en sus casas bajo el fenómeno sobrenatural. Realmente era triste correr por un pueblo sin color. Miré a Hyunjin que me miraba asombrada, con la mano sobre su boca.
—Heejin...¡Mira! Has dejado un rastro de color sobre el césped.— Dijó, totalmente asombrada y con una pequeña sonrisa sobre su rostro.
Miré hacia atrás, el camino que antes había visto ahora lucía con explendidos colores.
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—¡Hyunjin lo estoy consiguiendo! ¡Estoy desarrollando mis poderes!— Dijé, sonriendo de oreja a oreja, abrazando a Hyunjin.
Miré de nuevo el camino y sonreí para mí misma, por primera vez me sentía orgullosa de mis logros.
Nuevos mensajes de X.
X: Por cierto, se me olvidaba comentarte X: El pueblo necesita tener todos sus colores antes del segundo amanecer X: Chau ;)
Reprimí un grito en mi garganta, no quedaba demasiado tiempo antes de que el segundo amanecer ocurriese.
—Hyunjin...no queda tanto para el segundo amanecer.— Dijé, esperando una respuesta de ella pero no obtuve ninguna.— ¿Hyunjin?
Giré mi cabeza para ver porque mi hermanastra no me contestaba, el grito que antes había reprimido salió de mi pecho en cuánto la ví desmayada en el suelo. Corrí hacia ella desesperada y empecé a zarandearla, intentando que se despertara.
Agarré mi reloj y deslicé mi dedo por él.
Yo: ¡¿Cómo se supone que vaya a practicar si mi hermana está desmayada?!
X: Lo siento X: No puedo hablar ahora, espera un rato.
Empecé a mirar alrededor, esperando a que algún tipo de milagro ocurriese y Hyunjin abriera los ojos de golpe. Miré su muñeca y mis ojos se quedaron clavados en ella cuando vi como poco a poco un reloj idéntico al mío se formaba en su muñeca.
Hyunjin abrió los ojos de golpe, como si se hubiera despertado de un sueño profundo con desesperación.
